Gustav Metzger, viviendo y haciendo la historia

Sus instalaciones escultóricas se exponen en el New Museum of Contemporary Art de Nueva York

Nueva York, 20/05/2011

El New Museum of Contemporary Art de Nueva York acoge, hasta el próximo 3 de julio, la primera muestra individual en Estados Unidos del influyente artista y activista alemán Gustav Metzger, comprometido siempre con la representación de los grandes dramas históricos y sociales a raíz de su experiencia como superviviente del Holocausto.

 

Formado inicialmente como pintor, Metzger publicó en 1959 el Auto-Destructive Art Manifesto, que abogaba por la producción de obras de arte con materiales industriales, que tienen una vida útil limitada y que recrean, en sus palabras, la obsesión humana por la destrucción. En las últimas décadas, su obra ha pasado a centrarse en el estudio de cuestiones como el desarme nuclear, la guerra y la destrucción del medio ambiente. Metzger siempre ha ligado su labor artística a la búsqueda de un cambio radical tanto social como político.

 

La exposición que desde ayer puede verse en Nueva York presenta al completo una serie de instalaciones escultóricas que Metzger ha denominado “Historic Photographs”. En ellas desafía al espectador a contemplar algunas de las imágenes más trágicas e impactantes del pasado siglo XX, siempre tamizadas por su óptica personal, que amplia su tamaño, las oscurece o las esconde bajo telas o montones de piedras. El resultado de esa intervención favorece la interacción de público y obra y provoca en el visitante fuertes experiencias físicas que le transmiten el peso intelectual y emocional de la historia.

 

La serie se inició en 1990 y recorre, entre otros eventos históricos, la destrucción del ghetto de Varsovia en 1943, los horrores de la guerra de Vietnam, el atentado de Oklahoma City o la destrucción del medio ambiente en el Reino Unido en la actualidad. Más allá de la naturaleza ubicua de estas imágenes icónicas, Metzger fuerza al espectador a establecer un diálogo con estos traumas históricos, a enfrentarse con la inevitabilidad del mal y a construir una relación íntima y preformativa con sus trabajos.