Grada Kilomba, historia no natural de la destrucción

El Museo Reina Sofía acoge su mayor muestra en España

Madrid,

Hace cuatro años, en el estreno de la temporada en las galerías madrileñas, la Galería Nieves Fernández reunía la obra de Ângela Ferreira, Rogelio López Cuenca y Grada Kilomba en una muestra, “Pretérito perfecto”, en la que cada uno de esos artistas investigaba en torno a distintos momentos de la historia en diferentes contextos geográficos, como España, Portugal, Mozambique o la República Democrática del Congo, adoptando fundamentalmente enfoques ligados al poscolonialismo, la censura y los estados de excepción y defendiendo la revisión de ese pasado desde posiciones contrarias a las hegemónicas.

A la lisboeta Kilomba, establecida en Berlín, que con eses fines se vale desde hace décadas de textos, interpretaciones, vídeos, paisajes sonoros e instalaciones escénicas, conforme a un proceso multiforme que ella misma llama Performing Knowledge, la encontramos ahora en el Museo Reina Sofía, donde la exhibición “Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua?”, comisariada por Manuel Borja-Villel, reúne la mayor selección de sus trabajos compilados hasta ahora en España.

Su producción tiene los relatos como materia prima y la marca de su estilo en su modo personal de transmitirlos: interesa a esta autora portuguesa qué historias se cuentan, cómo y quién lo hace, y en esa investigación las barreras entre disciplinas se diluyen. Sus lecturas sobre los asuntos tratados están marcadas por perspectivas filosóficas o psicoanalíticas, pero éstas son siempre posteriores a un trabajo indagatorio en el que busca analizar los sistemas dominantes de producción de conocimiento y proponer opciones de desaprendizaje de las narrativas mayoritariamente aceptadas.

Grada Kilomba. Opera to a Black Venus, 2024
Grada Kilomba. Opera to a Black Venus, 2024

Da título a esta exhibición el proyecto que Kilomba viene elaborando desde hace dos años contando con la colaboración del Reina Sofía y el Staatliche Kunsthalle Baden-Baden: ha imaginado un escenario futurista consistente en un paisaje árido en el que la desaparición del mar ha dejado al descubierto huellas de la existencia humana; esto es, para la artista, las grandes masas de agua pueden interpretarse como cementerio de las vidas perdidas en el transcurso de los siglos, por infinidad de causas, la mayoría evitables, como el comercio de esclavos, el colonialismo, la guerra, el cambio climático o las migraciones forzosas. Quiere plantearse, en definitiva, qué mensajes podrían extraerse de los océanos vaciados de un hipotético porvenir en relación con las sociedades que somos y que fuimos.

Se trata de una gran videoinstalación que lleva a escena la planteada como primera parte de una ópera contemporánea protagonizada por una venus negra que habita, precisamente, en el fondo del océano y que ejerce como oráculo de una serie de mensajes vinculados a la memoria y la resiliencia. Trabajó en su realización con artistas de este género de la periferia de Lisboa, donde ella misma creció: sopranos, contraltos, tenores, percusionistas o bailarines de ballet. Estos últimos desarrollan ante nuestros ojos una coreografía hipnótica que simula tener lugar bajo el agua, al ritmo de un réquiem por quienes sucumbieron en el mar, interpretado al piano, y a cuatro manos, por Kilomba y su hija.

Grada Kilomba. Opera to a Black Venus, 2024
Grada Kilomba. Opera to a Black Venus, 2024

El resto de las instalaciones que forman parte del recorrido también parecen trasladarnos bajo el mar y conjugan la poesía con el empleo de materiales como la tela, la madera quemada, la piedra, la arena y el vidrio; con ellos genera Kilomba posibles escenarios de la ópera anterior. Si 18 Verses (2022) es la cartografía de un naufragio del que oiremos potentes voces y sonidos instrumentales, Sounds of Water (2023) compone un poema que demanda auxilio con luces de neón y Labyrinth (2024), instalación textil espacial, esboza caminos sin salida hacia una liberación del destino infausto. De este mismo año data también Compressed Time (2024), que consta de piedras macizas y cubos negros pulidos en contraste e invita a los espectadores a detenerse ante la intersección de las injusticias pasadas y las posibilidades futuras.

Grada Kilomba. 18 Verses, 2022
Grada Kilomba. 18 Verses, 2022
Grada Kilomba. Sounds of water, 2023
Grada Kilomba. Sounds of water, 2023
Grada Kilomba. Compressed time, 2024
Grada Kilomba. Compressed time, 2024

En cuanto a obras menos recientes, han recalado en el Reina Sofía la videoinstalación A Word of Illusions (2017-2019), que traslada a una época poscolonial los mitos de Narciso, Edipo y Antígona, enlazándolos, respectivamente, con las políticas de distorsión e invisibilidad, la violencia y el genocidio, y las políticas de recuerdo y duelo; The Desire Project (2016), una videoinstalación de tres canales en la que las palabras devienen imágenes en movimiento, y la percusión, una forma de narrar (fue una de sus primeras propuestas donde los textos se volvían performativos); y Table of Goods (2017), otra instalación formada por tierra, azúcar, café, cacao y chocolate, en referencia a los ciclos de la explotación.

Kilomba expone en el Reina Sofía tras presentar, la pasada primavera en Inhotim (Minas Gerais, Brasil), su obra The Boat, una instalación en forma de barco esclavista en el que se adentraban diecisiete artistas que, mediante danzas y coros, trazaban una historia de la violencia y el miedo padecidos en esas embarcaciones.

Grada Kilomba. A Word of Illusions, 2017-2019
Grada Kilomba. A Word of Illusions, 2017-2019

 

 

Grada Kilomba. “Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua?”

MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA. MNCARS

C/ Santa Isabel, 52

Madrid

Del 20 de noviembre de 2024 al 31 de marzo de 2025

 

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