Goya y el infante Don Luis: exilio y reino

Francisco de Goya. La familia del Infante don Luis de Borbón, 1784. Fondazione Magnani-Rocca, Mamiano di Traversetolo, Parma

Patrimonio Nacional revisa, a través de 300 obras, la trayectoria vital del hermano menor de Carlos III y el vibrante entorno cultural que lo rodeó

Madrid, 26/10/2012


“Goya y el Infante Don Luis: el exilio y el reino”

PALACIO REAL
c/ Bailén, s/n
28071 Madrid
Del 30 de octubre de 2012 al 24 de febrero de 2013
De lunes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas

Del 30 de octubre de 2012 al 24 de febrero de 2013, en las salas de exposiciones temporales del Palacio Real de Madrid

Comisarios: Francisco Calvo Serraller, Catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid y Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Mª Luisa Martín de Argila, Historiadora del arte

Obras: 300

 

En colaboración con la Fundación Banco Santander, Patrimonio Nacional abre al público el próximo día 30 en el Palacio Real una muestra que recupera la figura del infante don Luis de Borbón, el menor de los hermanos varones de Carlos III, mecenas e intelectual interesado por la música, la antropología, la arquitectura o las ciencias naturales a quien Francisco de Goya y Luis Paret retrataron en diversas ocasiones. La exhibición cuenta con diecisiete trabajos del aragonés y con obras de artistas contemporáneos de primera fila como Mengs, Tiépolo, Giaquinto, Maella o Luis Meléndez.

Las trescientas piezas que componen “Goya y el infante don Luis: el exilio y el reino” han sido cedidas por diversas instituciones públicas y privadas de Europa y América y nos ayudarán a conocer mejor la vida y el contexto histórico-cultural del quinto hijo de Felipe V. Su posibilidad de acceso al trono español resultaba en principio remota, pero la acumulación de una serie de circunstancias previstas (el fallecimiento de tres de sus cuatro hermanastros y hermanos mayores sin descendencia y el hecho de que los hijos de Carlos III no nacieran ni se educasen en España, obligación dictada por la Ley Sálica vigente) le convirtieron en candidato a la sucesión. Llegó a renunciar a su prometedor futuro en la jerarquía religiosa de entonces, pero fue obligado a contraer matrimonio morganático con la joven María Teresa de Vallabriga para renunciar a aquellos derechos dinásticos.

Francisco de Goya María Teresa de Borbón y Vallabriga, niña, en un Jardín, 1783. National Gallery of Art, Washington, Ailsa Mellon Bruce Collection    Francisco de Goya. Maria Teresa de Vallabriga a caballo, 1783/84. Istituti museali della Soprintendenza Speciale per il Polo Museale Florentino  Galleria degli Uffizi Florencia

Tras su boda, ambos residieron en el Palacio de Arenas de San Pedro, escenario donde Goya pintó en 1784 la conocida La familia del infante Don Luis, obra que podrá verse en el Palacio Real rodeada por otras ilustres escenas de conversación familiares que destacan por su uso naturalista del claroscuro, como Experimento con un pájaro en una bomba de aire de Wright of Derby, que pudo influir en el retrato goyesco, y por más solemnes precedentes de retratos de grupo, como una Última Cena de Maella. Pero las desgracias inherentes al amor también sobrevuelan esta pintura del aragonés: la caída en desgracia del infante y su difícil matrimonio explican la presencia en esta muestra de una Venus de Giaquinto y de otra obra de Goya: Hércules y Onfala. Otro nexo común del conjunto de obras de esta primera sección de la exposición es su ambiente nocturno. El carácter misterioso, sombrío y romántico de la noche comenzaba a inspirar a numerosos artistas de fines del s XVIII frente a la radiante luz que se impuso en aquel siglo como modelo de lo bello.

En el siguiente capítulo de la muestra, “Igual/Desigual”, se aborda la transformación de la idea de matrimonio, desde su concepción pragmática en el Antiguo Régimen hasta la centrada en los sentimientos que trajo la revolución burguesa. Los primeros enlaces entre desiguales abrieron la puerta al fluido vertical entre clases y estamentos y al asentamiento de lo afectivo como fundamento de las nuevas ceremonias nupciales. El caso del matrimonio del infante don Luis resulta paradigmático del fin de una época, al poner de relieve los vicios institucionales de los enlaces por conveniencia, que ya empezaban a denunciarse; y que también quedan de manifiesto en una pareja de obras presentes en el Palacio Real: Las Parejas Reales de Paret y el célebre cartón La boda de Goya.

Lorenzo Tiepolo Tipos populares, ca. 1775. Patrimonio Nacional, Palacio Real de Madrid

A esta sección la continúan en la exposición “Álbum familiar” y “Propios y extraños”: el primer apartado consta de retratos de la familia cercana del infante, muchos realizados por el propio genio de Fuendetodos; el segundo nos muestra también retratos, pero de personajes que en la época se movieron en la órbita de Don Luis, como Godoy, Pepita Tudó y el que fuera confesor de Carlos III y posible autor de los movimientos para alejar al hermano del futuro rey de la sucesión: el padre Eleta.

La exhibición analiza a continuación, de forma monográfica, la relevancia en su tiempo de la producción de Goya y Luis Paret. El segundo fue pintor de Corte del Infante Don Luis, que siempre le apoyó; al primero le encargó diversos retratos individuales y grupales de su familia que contribuyeron decisivamente a su reconocimiento artístico.

“Goya y el infante don Luis: el exilio y el reino” concluye con una recreación de su gabinete en el que queda patente el interés del infante por las ciencias naturales y la antropología. Incluye escenas populares españolas de Tiépolo o Antonio Carnicero y parte de su refinada colección pictórica.

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