El Kunstmuseum Winterthur nos muestra las obras del artista conservadas en museos suizos
La pintura de Giorgio de Chirico (Volos, 1888 – Roma, 1978), pese a las variaciones que sufre a lo largo de su carrera, siempre se mantuvo fiel a la consigna de reflejar aquello que no era visible, una cuestión que, sin duda, constituyó una fuente de inspiración para los surrealistas; pero que también influyó notablemente en el arte suizo y alemán, así como en movimientos como el realismo mágico o la nueva objetividad.
KUNSTMUSEUM WINTERTHUR
Museumstrasse 52
Winterthur
El Kunstmuseum Winterthur rinde estos días homenaje al pintor, inaugurando una exposición en sus salas dedicada a su genial obra, en la que podrán verse sesenta pinturas y veinticuatro dibujos, procedentes en su totalidad de colecciones de museos y centros de arte suizos. “Giorgio de Chirico. Works (19091971) from Swiss Collections”, que ha sido comisariada por Dieter Schwarz y Gerd Roos, se centra principalmente en aquellas piezas realizadas durante la primera década de su carrera; un conjunto de pinturas de marcado carácter metafísico, en las que el artista comienza a descubrir la poesía del silencio, las desnudas arquitecturas, lo velado y lo infinito. La exposición arranca con el Autorretrato de Chirico (1924), que forma parte de la colección del Kunstmuseum Winterthur y podrá verse en contexto con otros de sus autorretratos, para continuar mostrando algunas obras clave del artista, junto a otras menos conocidas que resultan de gran impacto.
Giorgio de Chirico