Una exhaustiva retrospectiva del artista en el Museo Picasso de Málaga examina su relación con el malagueño y su obsesión por las nuevas formas de representación
“Alberto Giacometti: una retrospectiva”
MUSEO PICASSO MÁLAGA
c/ San Agustín, 6
29015 Málaga
Del 17 de octubre de 2011 al 5 de febrero de 2012
De martes a jueves, de 10:00 a 20:00 horas
Viernes y sábado, de 10:00 a 21:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 20:00 horas
Del 17 de octubre de 2011 al 5 de febrero de 2012, en el Museo Picasso de Málaga. Comisario: Véronique Wiesinger, artista y directora de la Fundación Alberto y Annette Giacometti Obras: 198
Casi 200 obras, entre ellas una veintena de fotografías, componen la amplia retrospectiva dedicada a Alberto Giacometti, la primera en nuestro país en veinte años, que hasta febrero de 2012 podemos ver en el malagueño Museo Picasso. Las piezas han sido cedidas en su mayoría por la parisina Fundación Alberto y Annette Giacometti, creada por la viuda del artista, y son representativas de todas las etapas de su carrera. El objetivo de la exposición es poner de relieve el papel clave de Giacometti como figura esencial de las vanguardias y del desarrollo del arte contemporáneo posterior.
Nacido en Suiza recién iniciado el siglo XX, Alberto Giacometti coincidió con Picasso en París. Referencias estéticas e intereses existenciales separaron a ambos genios, pero si les unió su formación académica y su estudio de los maestros del pasado. A través de las piezas escogidas para su presentación en Málaga (óleos, dibujos, esculturas, grabados, mobiliario, textiles e instantáneas), descubriremos la casi obsesión del creador por idear nuevos modos de representación desde la austeridad de medios y los motivos tradicionales (el retrato, la figura humana, el paisaje y la naturaleza muerta).
La muestra se estructura atendiendo a criterios cronológicos, desde sus trabajos más tempranos hasta sus incursiones en el Cubismo tardío, de la mano de Picasso y Cézanne, y en el Surrealismo, junto a Cocteau y Masson.
Tras su expulsión de este último colectivo, Giacometti focaliza sus preocupaciones artísticas en las relaciones figura-pedestal, en la expresión del carácter arquitectónico de estas piezas y en la introducción del movimiento en la obra plástica. A partir de 1946 crearía sus esculturas de figuras filiformes y alargadas en bronce que habitan un espacio. Para Giacometti, la escultura tiene interés en la medida en que le facilita la visión que tiene del mundo exterior. La muestra concluye con una de sus obras más emblemáticas, El Hombre que camina I, que realizó en los años sesenta y que supone la culminación de una trayectoria artística al servicio de la experimentación.
Una veintena de las obras expuestas cedidas por la Fundación Giacometti, entre ellas dos óleos, nunca se habían expuesto al público con anterioridad. Se acompañarán de seis réplicas de esculturas en resina que ha producido expresamente la Fondation Alberto et Annette Giacometti para esta exposición en el Museo Picasso.
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