Giacometti en familia, en la Fundación Beyeler

150 obras del artista suizo se muestran en la gran exposición del verano en Basilea

Alberto Giacometti
Le chariot, 1950
Alberto Giacometti-Stiftung, Zurich
© FAAG/ 2009, ProLitteris, Zurich

Del 31 de mayo al 11 de octubre de 2009, en la Fondation Beyeler de Basilea

Comisario: Ulf Küster

Obras: cerca de 150
Organizan: Fondation Beyeler, Alberto Giacometti Foundation y Fondation Alberto et Annette Giacometti

Esculturas, pinturas, dibujos y objetos realizados por Alberto Giacometti a lo largo de todas las fases de su carrera, así como trabajos de otros miembros artísticamente activos de la familia Giacometti, forman parte de la gran exposición retrospectiva que la Fondation Beyeler dedica al artista suizo hasta mediados de octubre.

“Giacometti”. Hasta el 11/10/09, en la Fondation Beyeler

FONDATION BEYELER

Baselstrasse, 101
Basilea

Las obras proceden de colecciones privadas y de museos de todo el mundo y no es casual que se exhiban en las salas de este museo de Basilea, edificio de arquitectura vanguardista de cuya colección forman parte diversas piezas de la última etapa de Giacometti, entre ellas la escultura Hombre que camina II (1960), convertida casi en imagen corporativa de la institución. Ernst Beyeler conoció a Giacometti y su familia y, gracias a su tesón, pudo adquirir para Suiza los extensos fondos de obra del artista con los que contaba el empresario de Pittsburgh David Thompson.
Esta exhibición se plantea como un viaje a través de la vida y del universo creativo de Giacometti, analizando sus primeras aproximaciones a la pintura y la escultura y sus relaciones con otros miembros de su familia con inquietudes también artísticas, con los que pudo intercambiar ideas y técnicas. Punto de referencia clave en la producción inicial de Giacometti será su padre, Giovanni, destacado creador modernista suizo junto a Ferdinand Hodler o Cuno Amiet. Ambos abordaron en sus pinturas los desafíos que suponen las relaciones entre distancias y tamaños, optando cada uno por soluciones muy distintas a los mismos. Augusto Giacometti, primo segundo de Alberto, optaría, sin embargo, por una vía creativa totalmente distinta a la de sus familiares: se dio a conocer por sus composiciones abstractas y experimentales; del mismo modo que Diego, hermano, modelo y colaborador del gran artista, logró desarrollar una fructífera carrera como diseñador de muebles y esculturas de bronce en las que quedaba muy patente la influencia de su hermano mayor.

Alberto Giacometti
Self-Portrait, 1921
Alberto Giacometti-Stiftung, Zurich
© FAAG/ 2009, ProLitteris, Zurich

La concepción lúdica del arte que acompañó a Alberto Giacometti en su infancia, que pasó jugando junto a sus hermanos en el taller de su padre, resultaría vital en el proceso de creación de sus objetos surrealistas de finales de los veinte y principios de la década de los treinta, en los que ya comenzaba a investigar en torno a la búsqueda de unidad de las nociones de tiempo y espacio, una de las constantes de su trayectoria, pues el suizo pronto advirtió que la representación del movimiento está vinculada tanto al paso del tiempo como al espacio en que tiene lugar dicho movimiento.

El recorrido de la muestra comienza con la presentación, en el hall de entrada de la Fondation Beyeler, de las nueve versiones de las Femmes de Venise que Giacometti diseñó específicamente para la Bienal de Venecia de 1956 y que rara vez se han expuesto al público desde entonces. A partir de ellas se inicia la revisión de las principales fases de su carrera, comenzando por aquella en la que se manifiesta de forma más clara la influencia de la producción de su padre para abordar a continuación su etapa de desarrollo y madurez y su obra tardía de forma cronológica. No faltará la conocida escultura de implicaciones eróticas Homme et femme (1928-1929) y la Bola suspendida en una versión de 1965. Pone fin a la exhibición una sala dedicada íntegramente a mostrar los retratos pictóricos y escultóricos que Alberto Giacometti realizó de su hermano Diego y dos trabajos clave: la escultura de Elie Lotar III sentada, su último trabajo, y la pintura La jardin à Stampa, en la que recuerda con melancolía su juventud.

Alberto Giacometti
Main prise, 1932
Alberto Giacometti-Stiftung, Zurich
© FAAG/ 2009, ProLitteris, Zurich

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