Gerardo Rueda colosal

se exponen en las calles de Madrid, gracias a una exposición organizada por el IVAM. Instituto Valenciano de Arte Moderno y patrocinada por Caja Duero. Entre las vacas de la Cow Parade, que todavía forman parte del paisaje urbano de la capital, podrán contemplarse un total de seis esculturas del artista madrileño, realizadas entre 1969 y 1992. Las colosales piezas se han instalado en la Cuesta de Moyano y el Paseo del Prado, donde permanecerán hasta el próximo 26 de abril, brindándonos la oportunidad de descubrir una de las facetas menos conocidas del genial creador, la de escultor para espacios públicos. Moderno, Almagro Amarillo, Polar II, Homenaje a Arthur Rubinstein, Protagonista y Sin título constituyen buenos ejemplos de las preocupaciones estético-artísticas de Rueda en el ámbito escultórico. En ellas descubrimos cómo el artista estuvo inmerso en la búsqueda de perspectivas geométricas a través del juego de volúmenes, su marcado gusto por el cromatismo y un incesante interés por la investigación sobre materiales como el acero o la madera. Las piezas llaman además la atención por evocar formas arquitectónicas o de naturalezas muertas mediante una composición de base constructivista con fuertes dosis de orden y la armonía. Rueda fue uno de los artistas más originales del Grupo de Cuenca, su pasión por el rigor geométrico y el equilibrio de las formas se desarrolla desde su época cubista, para desembocar en un estilo muy personal donde lo cotidiano y la belleza de las cosas pequeñas juegan un papel de vital importancia. Gracias a esta exposición, podremos disfrutar en las calles de Madrid de la vertiente menos conocida de su obra, pero no por ello la menos importante; no debemos olvidar que entre sus encargos públicos encontramos también algunas grandes obras como las vidrieras de la nave central de la Catedral de Cuenca o las puertas del Pabellón Español de la Expo 92.

Gerardo Rueda
Moderno, 1987
Colección del IVAM