Alberto García-Alix comenzó, siendo muy joven, a fotografiar espacios y personas cercanas, y también a sí mismo, por eso podemos entender el conjunto de su producción como un diario íntimo. Ya dice él que “retratar equivale a prestar atención a lo que te rodea, a las otras personas, a ti mismo. En ese esfuerzo por ver me autorretrato constantemente…”.
No ha perdido el deseo de mantener la frescura en sus imágenes y de captar en ellas recovecos de la personalidad de sus modelos, pero conforme han pasado los años sus obras han ganado cierta introspección, transmiten otra calma, otro tono de aire algo místico.
El retrato es el género que más ha abordado y la sinceridad, la nota común de la mayor parte de sus imágenes, en las que no existen elementos decorativos ni anécdotas que puedan distraer, objetivo que también persigue la elección de los encuadres y el uso del blanco y negro. La composición y la luz contribuyen a acercarnos a la intimidad de los retratados.
A partir de mañana, y hasta el 31 de enero de 2016, podemos disfrutar en el MUSAC leonés (en León nació García-Alix, en 1956), de un proyecto específico que une el pasado y el presente de su fotografía: “La sombra del viento”.
El eje de la exposición son dos publicaciones en las que Alix trabajó en 1993: Bikers y Los malheridos, los bien amados, los traidores; dedicadas respectivamente a la moto, objeto presente en numerosos trabajos de este artista, y, como no, al retrato, que Alix sigue utilizando para plasmar su visión,, fundamentalmente, de sus amistades.
Podremos contemplar la progresión de su fotografía a partir del tratamiento de esas dos piezas básicas en su obra, que evidencian las huellas del paso del tiempo en Alix: en lo formal, el leonés ha caminado hacia un empleo más abstracto y alegórico de la imagen, tratando de hallar sus límites. El resultado nos sorprende: encontramos planos incongruentes, sombras deformadas, posturas imposibles y miradas solitarias.
La exhibición se nutre de una exhibición de sus nuevos trabajos y de fotografías de época. La moto, motivo fotografiado desde su primer carrete en 1975 hasta la actualidad, hace referencia a una forma de vida y a referentes con los que Alix se identifica, y el retrato, relativo al sujeto y su contexto, es la disciplina que mejor maneja a la hora de mostrarnos sus intenciones, fundamentalmente su interés por los otros.
Con motivo de la inauguración de “La sombra del viento”, el 3 de octubre a las 18:00 horas y el domingo a las 12:30 tendrán lugar visitas guiadas gratuitas con el comisario de la exposición, Nicolás Combarro.
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