Tras quince años planificándose y construyéndose, en febrero de 2016 Düsseldorf tendrá una nueva línea de metro: la Wehrhahn line, que recorrerá tres kilómetros y medio surcando el centro de la ciudad de este a oeste. No será una línea más, porque sus seis estaciones han sido proyectadas por arquitectos y artistas que han trabajado en colaboración con ingenieros civiles y con las autoridades de la ciudad alemana con el fin de hacer de cada una de esta media docena de paradas una obra de arte. En todas ellas cobrarán parejo protagonismo la arquitectura y la creación plástica, subrayándose hasta qué punto la interacción entre ambas disciplinas puede elevar el sentido de nuestra percepción de la otra, y se ha decidido que no haya en ellas ningún tipo de publicidad.
La idea partió de un estudio de arquitectos de Darmstadt y de la artista Heike Klussmann, ganadores de un concurso internacional para diseñar esta línea de metro en 2001. Al año siguiente presentaron el concepto global de su proyecto y los diseños de las seis estaciones, encargada cada una a un creador diferente.
Estos artistas también fueron elegidos en una convocatoria abierta en la que ejercieron como jurado representantes de instituciones museísticas locales, como la Kunsthalle, el Kunstverein, el Museum Kunstpalast y la Oficina Municipal de Cultura. Los seleccionados han sido Ralf Brog, Ursula Damm, Manuel Franke, Enne Haehnle y Thomas Stricker, a los que hay que sumar a la propia Heike Klussmann, que se ha encargado de la parada de Pempelforter Straße y de los túneles de conexión entre estaciones.
La unidad base sobre la que el equipo de arquitectos y Klussmann concibieron el proyecto fue el rombo; las variaciones continuas en torno a esta figura geométrica generan efectos tridimensionales, espacios que se expanden y se contraen provocando un enorme dinamismo. Los accesos a las estaciones se pensaron como incisiones tridimensionales y se ha buscado que penetre en los vestíbulos, en la medida de lo posible, mucha luz natural.
Ursula Damm ha creado para la Schadowstraße una instalación interactiva con múltiples partes en cuyo centro hay una gran pantalla LED que muestra los movimientos de los transeúntes en la superficie en tiempo real, aunque modificados digitalmente. En las paredes de la estación podemos ver representaciones geométricas que interpretan vistas aéreas parciales y completas de Düsseldorf.
El proyecto de Ralf Brog para la Heinrich-Heine-Allee ha dotado a esta estación de tres salidas convertidas en espacios aptos para performances y propuestas audiovisuales (contienen un teatro, un laboratorio y un auditorio). Se espera que tanto compositores como artistas que trabajen con el sonido puedan presentar aquí sus obras.
Thomas Stricker ha querido trasladar a la Benrather Straße el silencio y la ingravidez del espacio, planteando esta parada como si fuera el interior de una nave espacial, con pantallas con animaciones en tres dimensiones, y Manuel Franke ha dispuesto en la estación de Graf-Adolf-Platz cientos de paneles de un luminoso vidrio verde con el fin de crear un ambiente cromático inmersivo que aleje al espectador del trasiego urbano del que procede.
Para la Kirchplatz, Enne Haehnle escribió textos poéticos a los que trató de dar forma escultórica, buscando que cada uno guiase al viajero desde la entrada a su andén y utilizando hebras de acero y colores luminosos, buscando que la tridimensionalidad de las letras solo permitiese que fueran leídas desde ciertos ángulos. Abstracción y legibilidad se alternan en un juego cuyas reglas cambian en función de los puntos de vista de los pasajeros.
Y por último, en la Pempelforter Straße Heike Klussmann ha dispuesto cintas blancas que marcan el camino de los usuarios del metro por paredes, techos y suelos, rompiéndose o avanzando según las dinámicas de la geometría de la arquitectura de la estación.
A estas alturas tendréis ganas de utilizar esta línea: podremos hacerlo a partir del 20 de febrero de 2016. Y antes de viajar a Düsseldorf, o si no podemos hacerlo, una web disponible en enero nos ofrecerá más información e imágenes de la Wehrhahn, que tendrá incluso catálogo, ya desde marzo. Quizá aquí agradezcamos, y será la primera vez, que el metro se quede un rato parado en cada estación.