Shirley, Houllebecq, Ivan Locke y la desesperanza en un patio de París

4/09/2014

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Una única protagonista para trece pinturas de Hopper, Houllebecq secuestrado por una familia entrañable, un hombre cuya vida gira 180 grados durante hora y media de conducción, el abatimiento en un patio de vecinos de las afueras de París o Robin Wright, carne de animación. Os sugerimos qué entradas pedir cuando os acerquéis a vuestros cines.

SHIRLEY: VISIONES DE UNA REALIDAD

Lleva casi un mes en cartel pero aún está presente en algunas salas la primera película de Gustav Deutsch en acercarse al gran público. Se trata de una recreación de la historia y la atmósfera que pudo unir a trece obras de Edward Hopper enlazadas por una única protagonista, interpretada por Stephanie Cumming, que nos va contando, mediante voz en off, sus desvelos e inquietudes. Cada pintura es recreada minuciosamente en cuanto a puesta en escena, luz y atmósfera, y una tras otra se suceden separadas por fundidos en negro y por el anticipo de la época (entre los treinta y los sesenta) en que se realizaron.

Nuestra favorita es el fragmento que alude a New York Movie, en el que Shirley es acomodadora en una sala de cine en la que proyectan Los amantes de la noche de Nicholas Ray.

No os perdáis Shirley si valoráis la estética de una película por encima del cebo de un argumento complejo o si tenéis curiosidad por las posibilidades de la traslación al cine de los instantes detenidos de Hopper, él mismo un gran amante del séptimo arte.

PUEDE GUSTARTE SI DISFRUTASTE CONLos amantes de la noche de Nicholas Ray, Forajidos de Robert Siodmak, Marnie, la ladrona de Hitchcok; El final de la violencia de Wim Wenders

 

EL SECUESTRO DE MICHEL HOULLEBECQ
Partiendo de la teoría de Christian Metz que reza que un documental es también ficción, Guillaume Niclaux ha planteado en El secuestro de Michel Houllebecq una absoluta ficción a modo de un documental en el que el propio Houllebecq se interpreta a sí mismo, con absoluta destreza, como protagonista de la que podría ser una de sus novelas más ácidas.

Partiendo de una certeza que suscitó infinidad de alocadas hipótesis en la opinión pública, la desaparición de este controvertido escritor durante tres días en 2011, Niclaux y Houllebecq han diseñado una trama disparatada con momentos de humor, provocación y conversaciones de todo menos románticas sobre los grandes problemas humanos.

La película carece de actores profesionales y en ella el autor de Las partículas elementales se ríe de sí mismo y sus rarezas dejando plantado a un taxista para preferir el transporte público, fumando y bebiendo cual cosaco o siendo invisible en las fotos.

Tintes de ironía, y tintes de existencialismo, que disfrutaréis si lo hacéis con las propias novelas de Houllebecq. Si no, siempre podréis conocer mejor al personaje y formar opinión.

No es su primera incursión en el mundo actoral (participó en L’affaire Gordji, también de Nicloux) y no será la última: se avecina Near Death Experience, que se ha estrenado en el Festival de Venecia.

PUEDE GUSTARTE SI DISFRUTASTE CONCaro diario de Nanni Moretti, Cómo ser John Malkovich de Spike Jonze

 

LOCKE
Un hombre que lo pierde casi todo en hora y media, un coche y un manos libres son los protagonistas y únicos ingredientes de Locke, un filme de Steven Knight en el que un absoluto cambio de vida se sucede en unos noventa minutos de kilometraje.

La de Ivan Locke es la historia de un hombre que, tras cometer un único y grave error, trata de asumir sus consecuencias y hacer lo que debe cueste lo que cueste. Y le cuesta su mujer y su trabajo.

El mimo del tratamiento de las luces y las sombras, y también de los encuadres dentro del propio vehículo, es la única concesión estética de una película que hace de la contención su máxima: sólo vemos el rostro de Locke, que a veces nos resulta demasiado impasible ante la hecatombe vital que debe afrontar, pero cuya aparente pasividad sólo denota determinación ante lo que considera el cumplimiento de una obligación y una vía para exorcizar su pasado familiar.

El espectador que consiga adentrarse en la película y en su absoluta tensión emocional y supere la barrera de su falta completa de acción y escenarios, logrará empatizar quizá con todos sus personajes (el interpretado por Hardy y quienes mantienen con él conversaciones telefónicas) aunque sus posturas sean contrarias. Un logro y muchas enseñanzas.

PUEDE GUSTARTE SI DISFRUTASTE CONCafé de Flore de Jean-Marc Vallée, Redención (Tiranosaurio) de Paddy Considine, Érase una vez en Anatolia de Nuri Bilge Ceylan, Cuando todo está perdido de J. C. Chandor

 

EN UN PATIO DE PARÍS

Cándido portero sin maldad y roto por dentro ayuda a todo el que se lo pida. Sólo quiere trabajo y paz, y los encuentra, aunque no por mucho tiempo, en una comunidad de vecinos de un barrio humilde de París donde viven personajes tan derrotados como él.

La amistad de este conserje con fatiga comunicativa y Mathilde, la propietaria algo histérica interpretada por Catherine Deneuve, deviene en ternura y dependencia, pero en esta ocasión él no tiene redención, y salvo esta Deneuve, más humana que nunca, y su sufrido marido, nadie en el edificio parece encontrar opciones de vida mentalmente saludables.

El discurrir de la trama no cuenta con demasiados alicientes que nos atrapen, pero al menos no hay un final feliz que resulte engañoso. Lo mejor, Deneuve y un retrato de la desesperanza entre el humor y la crudeza.

PUEDE GUSTARTE SI DISFRUTASTE CON…salvando distancias, Gente corriente de Robert Redford, Tres colores: Azul de Kieslowski, La extraña pareja de Gene Saks

 

EL CONGRESO
Ficción, animación y drama se combinan en El Congreso de Ari Folman, basada en una novela futurista de Stanislaw Lem en la que, para poner freno al desquicie de una sociedad ansiosa y a nuestros problemas políticos y urbanísticos, expertos reputadísimos deciden suministrarnos venenos varios que nos incitan a la bondad y desactivan una revuelta.

Protagonizada por Robin Wright y Harvey Keitel (la primera se interpreta a sí misma), esta película es una obra arriesgada en fondo y forma que nos invita a reflexionar sobre nuestro futuro y el del cine (atención a la presencia no casual de la pintura de Saturno devorando a sus hijos de Goya) y sobre el choque entre pasión y talento humano y avance de la tecnología.

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