Mia madre, las esencias de Nanni Moretti

20/01/2016

Mia MadreEste próximo 22 de enero llega a las salas Mia Madre, lo último de Nanni Moretti, un filme en el que nuevamente se sumerge en los entresijos complejos de las relaciones familiares tras Querido Diario, donde ya volcó su visión de la paternidad, y la fantástica La habitación del hijo, su peli más recordada, en la que reflexionaba también sobre la paternidad y, además, sobre el peso de la muerte de un hijo en un matrimonio.

En Mia Madre ha convertido a Margherita Buy en su evidente alter ego para plantear los mismos asuntos: ella es una directora de cine absolutamente dedicada a su trabajo y poco atenta a su vida interior y a las preocupaciones de quienes la rodean. Ha descuidado sus relaciones personales y familiares durante décadas y ese error se le echa encima, en forma de culpabilidad difícilmente manejable, a la hora de afrontar la muerte inminente de su madre (profesora, como la de Moretti), una madre que se nos presenta como suelo, fuente de calma y sabiduría, como figura que a todo da sentido y todo lo sabe interpretar.

Su ausencia, por tanto, lleva a la protagonista a repensar, más por necesidad irremediable que por propia voluntad, sus prioridades y sus costumbres y a tomar conciencia de que el tiempo perdido no es recuperable. En su camino de reflexión tiene en la película una importancia clave el actor americano a quien contrata para participar en el filme en el que ahora trabaja (John Turturro), que con su actitud cercana a la indolencia, sus dificultades para aprenderse el guión y su facilidad para gozar de los pequeños momentos invita a Margheritta-Nanni a bajar el ritmo, aprender a disfrutar y buscar espacios para su familia.

El desenlace de Mia Madre es el esperable, pero lo interesante del filme es su desarrollo, el camino iniciático que emprende el personaje de Margherita cuando su madre enferma: de nuevo es la madre la que, también en los instantes finales, no deja de hacernos aprender. No hay en la película, sin embargo, tono didáctico: se combinan con buen tino y sensibilidad, además de los tiempos de la vida y el cine, el drama evidente que domina el argumento con instantes de comedia, y el tono general es el de la esperanza, entendida como sinónimo de aprendizaje constante.

Mia Madre

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