Viven un buen momento: si crecen las muestras temporales dedicadas a la moda, o que la incorporan, en los centros artísticos tradicionales, los museos centrados en el estudio y difusión de este ámbito del diseño también van haciéndose un hueco en nuestras rutas culturales. Os proponemos seis espacios europeos donde disfrutar de prendas y accesorios como una manifestación más de la vida y el pensamiento del pasado y el presente:
Si hace, quizá, años que no os dejáis caer por Ciudad Universitaria, meditad volver: en la Avenida Juan de Herrera espera nuestra visita el Museo del Traje, de creación reciente pero larga historia: su germen se encuentra en la Exposición del Traje Regional e Histórico que tuvo lugar en 1925 y sus precedentes en el Museo del Traje Regional e Histórico abierto entre 1927 y 1934, el Museo del Pueblo Español (1934-1993) y el Museo Nacional de Antropología (1993-2004).
En su edificio, que hasta los setenta fue Museo Español de Arte Contemporáneo y es obra de Jaime López de Asiain y Ángel Díaz Domínguez, podemos contemplar indumentaria histórica, popular y contemporánea, joyería y accesorios, textiles, joyería y accesorios y objetos ligados a la esfera doméstica, a distintas actividades económicas y lúdicas o a ceremonias religiosas. Los estudiosos de la moda también pueden consultar allí un fondo de más de 30000 documentos que incluye fotografías, filmaciones, grabaciones sonoras y documentos textuales.
Si queréis ser parte activa del Museo del Traje podéis sumaros, gratuitamente, a su Club Museo a mano, desde el que proponer actividades y participar en charlas y cursos especialmente dirigidas a los miembros y a veces impartidas por ellos.
Os sugerimos visitar este centro antes del 27 de noviembre para disfrutar también de la muestra “Coutures”, formada por fotografías de Joséphine Douet dedicadas a la alta costura francesa, desfiles y backstages.
Este precioso museo en Guetaria (que programa, además de sus actividades habituales, viajes en barco a San Sebastián) presenta exposiciones temporales donde da a conocer sus fondos del diseñador de forma rotatoria. La actual, abierta el pasado 6 de octubre, lleva por título “Carbón y Terciopelo” y analiza la visión romántica y la revisión estética que Cristóbal Balenciaga, en sus creaciones de alta costura, y Ortiz Echagüe, en sus retratos fotográficos, realizaron de la indumentaria popular.
Además, ofrece actividades familiares, talleres Do It Yourself (el próximo, en noviembre, sobre la interpretación y creación de un sombrero) y cursos y masterclass: la primera semana del mes próximo presenta uno teórico-práctico sobre procesos creativos en diseño.
Art Fund concedió este verano al Victoria & Albert su premio al mejor museo británico del año y para muchos ingleses este galardón se había hecho esperar: sus colecciones se centran en artes decorativas y bellas artes, pero también cuenta con brillantes secciones sobre moda y diseño, dicen que las más completas del mundo, y precisamente una exposición de vestuario ha sido una de las más visitadas en la historia de este centro: “Alexander McQueen: Savage Beauty”, dedicada al legado del malogrado diseñador. En sus fondos destacan vestidos de los siglos XVII y XVIII, diseños de fiesta de la década de los treinta y la mejor moda posterior a la II Guerra Mundial.
El Victoria & Albert pronto estrenará director (Martin Roth anunció su marcha decepcionado por el Brexit) y en 2017 también inaugurará su ampliación.
El Palais Galliera es sede, desde 1977, del Musée de la Mode de la Ville de París, cuya colección comenzó a gestarse en 1907 por iniciativa de Maurice Leloir y bajo el nombre de Société de l’Histoire du costume (SHC). Cuenta desde los ochenta con secciones especializadas sobre artes gráficas vinculadas a la moda y sobre creaciones contemporáneas, con una biblioteca, un centro de documentación y un área de restauración.
Dada la fragilidad de las piezas de su colección, no ofrece una exposición permanente sino muestras temporales organizadas a partir de sus fondos y la próxima, en la primavera de 2017, estará dedicada al uso del negro por, precisamente, Balenciaga. Podremos verla entre marzo y julio en los exteriores del también parisino Musée Bourdelle. Y después, entre abril y agosto, nos ofrecerá otra dedicada al fondo de armario de la cantante Dalida.
Este es el museo de referencia para los amantes y fetichistas del calzado, aunque también exhiba moda y complementos del diseñador y de quienes continuaron su labor tras su muerte en 1960. Ubicado en el Palazzo Spini Ferroni florentino, actualmente acoge una exposición sobre los vínculos entre moda y artes plásticas prestando atención a movimientos como el Prerrafaelismo, el Surrealismo o el Futurismo y también a la propia producción de Ferragamo, que encontró a menudo inspiración en el Novecento.
Si Amberes es una de las ciudades que más han despuntado en el campo del diseño en los últimos años, el MoMu o Mode Museum es quizá su buque insignia. Cuenta con cerca de 25000 prendas accesorios históricos y contemporáneos y su colección no ha parado de crecer desde 1998, gracias en buena parte a donaciones como las de la firma Dries van Noten.