El próximo 25 de noviembre dará comienzo en Madrid una nueva edición, y suman catorce, del Festival de Cine Italiano que cada año organiza el Instituto Italiano de Cultura con la colaboración de la Embajada de ese país en España. Podremos disfrutar de propuestas de autores jóvenes y consagrados: cortometrajes, documentales y largometrajes, y estos últimos, como novedad, podrán verse también online, en el portal www.festivaldecineitalianodemadrid.com.
No será la única sorpresa, porque el Festival estrena sede, los Cines Paz, cuyas salas se encuentran entre las más antiguas de la capital y, además, en colaboración con el Giffoni Film Festival, muestra de cine internacional para el público juvenil, se proyectarán títulos para niños desde ocho años. Además, por las mañanas, en el Instituto de Cultura podremos conocer filmes representativos de la historia de la Commedia all’italiana, porque en este regreso de la cita tras el confinamiento, en modalidad también presencial, se quiere reivindicar el cine como generador de sonrisas.
Todas las proyecciones continuarán siendo gratuitas, para que todo aquel que lo desee pueda disfrutar de los más de treinta títulos escogidos entre las mejores producciones italianas del último año, preestrenos en España y en versión original con subtítulos en español. Además, los espectadores serán los encargados de escoger la obra merecedora del Premio del Público al mejor largo.
ALGUNAS PROPUESTAS
Entre los largometrajes que podremos ver se encuentra I Nostri Fantasmi, de Alessandro Capitani, el relato de un padre y su hijo sin suerte, que habitan en la buhardilla de la vivienda de la que han sido desalojados. Para espantar nuevos inquilinos y alimentar su esperanza de recuperar la casa, se comportan como fantasmas, haciendo de su vida difícil un juego. También nos espera lo último de Roberto Andò, artífice de algunos de los últimos éxitos protagonizados por Toni Servillo: se trata de Il Bambino Nascoto, la historia de un pianista en cuya casa se cuela en un descuido un pequeño vecino, el hijo de un camorrista.
Il Silenzio Grande, de Alessandro Gassmann, nos sumergerá en los fantasmas familiares que suscita la venta de una mansión, la antes lujosa Villa Primic y Mother Lode, de Matteo Tortone, recuerda a quienes se esfuerzan denodadamente para alcanzar su El Dorado. Queremos subrayar también la programación de Una relazione, de Stefano Sardo, filme sobre el dolor que apareja toda ruptura, también las amigables.
Los amantes de los documentales podrán disfrutar de seis, en este caso siempre en los Cines Paz: serán Empty Man, de Davide Romeo Meraviglia, sobre la historia de un joven con éxito que se abre paso en el campo del arte en la red; Ezio Bosso. Le cose che restano, de Giorgio Verdelli, en torno a la trayectoria del fallecido director de orquesta; Il Palazzo, de Federica Di Giacomo, sobre la puesta en marcha de un particular proyecto cinematográfico en un palacio romano; La macchina delle immagini di Alfredo C., de Roland Sejko, en relación con la historia de los italianos retenidos en Albania por el régimen comunista tras la II Guerra Mundial; Senza Fine, de Elisa Fuksas, sobre la vida y personalidad de Ornella Vanoni y The game of the year, de Alessandro Radaelli, dedicado al mundo del videojuego en Italia.
También serán media docena los cortos presentes en el Festival, igualmente proyectados en los Paz: Big, de Daniele Pini, sobre el hallazgo inesperado de una buscadora de metales junto al mar; Coriandoli, de Maddalena Stornaiuolo, sobre una niña de diez años desesperanzada que lee en el balcón y un niño de la misma edad que la observa; Il Gioco, de Alessandro Haber, protagonizado por un adulto y una niña que dialogan en un juego de la felicidad; Il turno, de Chiara Marotta y Loris Giuseppe Nese, que bucea en las divergencias entre las cuidadoras, italiana y nigeriana, de una anciana; L´Incanto, de Chiara Caterina, sobre los vínculos entre vida y muerte a partir de las vivencias de cinco mujeres y Preghiera della sera (Diario di una passegiata), de Giuseppe Piccioni, centrado en la experiencia de un director y dos actores en la puesta en marcha de una obra teatral.
Los títulos especialmente destinados a los jóvenes tienen que ver con vivencias de sus compañeros de edad, a veces en circunstancias distópicas: Glassboy, de Samuele Rossi; L´afide e la formica, de Mario Vitale y La guerra di Cam, de Laura Muscardin. Por último, de la sección dedicada a la Commedia all’italiana formarán parte títulos de Mario Monicelli (Amici miei), Carlo Verdone (Bianco, rosso e Verdone), Ettore Scola (C´eravamo tanto amati), Vittorio de Sica (Ieri oggi e domani), Leonardo Pieraccioni (Il ciclone) y Francesco Bruni (Scialla).
Se concederán premios al director Giuseppe Piccioni, por el conjunto de su carrera y al mejor documental y el mejor corto, además del Premio del Público y el Premio Solinas, que está dirigido a guionistas profesionales o emergentes.
Más información: www.festivaldecineitalianodemadrid.com