En las Naves de Matadero tras el éxito de los Forman…

19/01/2018

DEADTOWN, The Forman Brothers’ Wild West Show
DEADTOWN, The Forman Brothers’ Wild West Show, en Las Naves de Matadero

Puede verse desde ayer y hasta el 28 de enero, pero… ya no quedan entradas en Matadero Madrid para disfrutar de Deadtown, el homenaje de los hermanos Forman (hijos de Milo, aunque sea una anécdota) a quienes, a finales del siglo XIX, alumbraron la fotografía, el fonógrafo o el cine.

Se trata de una pieza que conjuga teatro y cine mudo y que traslada al espectador a un Lejano Oeste lleno de magia a través de música, marionetas o ilusiones ópticas, y también de animación: es casi una obra de arte total.

Después de los Forman se dejarán caer por Las Naves diversos artistas, nacionales e internacionales, que han articulado sus propuestas en torno a la idea de casa, una de las líneas de fuerza de la nueva programación del centro, gestionado por el Ayuntamiento madrileño: Fernando Rubio hará habitar en una a Juan Loriente, Santiago Cirugeda diseñará otra que será escenario de varias intervenciones y conciertos, y las coreógrafas Paz Rojo y Muriel Romero o la artista austriaca Gisèle Vienne la asimilarán al cuerpo, un cuerpo entendido como lugar e identidad en proceso de construcción constante.

Y en marzo llegarán a las Naves dos estrenos internacionales muy diferentes entre sí: por un lado, la ópera virtual japonesa The End, y por otro, desde Portugal, Despertar da primavera, uma tragedia de juventude, una pieza de la compañía Teatro Praga basada en un texto del autor decimonónico alemán Frank Wedekind y dedicada al difícil encaje del despertar adolescente en una sociedad timorata y cerrada.

Teatro Praga. Despertar da primavera, uma tragedia de juventude
Teatro Praga. Despertar da primavera, uma tragedia de juventude

Dos meses después, en mayo, las Naves dedicarán un ciclo a la compañía L’Alakran, fundada en Ginebra por Óscar Gómez Mata y dedicada a provocar al espectador: sus trabajos tienen como objetivo fundamental hacer que olvide por completo sus rutinas. Además de estrenarse en nuestro país Le Direktor, su última obra, una ácida comedia basada en El jefe de todo esto de Lars von Trier, el ciclo contará con un taller, una clase magistral, una instalación retrospectiva con la obra de L’Alakran y un ciclo de cine cuyas películas habrá seleccionado el propio Gómez Mata.

Más estrenos: Jonathan Capdevielle, que ya ha pasado por el Pompidou o el Festival de Avignon, traerá a Matadero Adishatz/Adieu, su autorretrato escénico.

Llegando a mitad de año, y en el marco de la programación de Los Veranos de la Villa, en Matadero se presentarán Crowd, lo último de Gisèle Vienne, que, partiendo de una rave juvenil, ahondará en la relación entre el ser humano y la violencia y en cómo esos vínculos han sido abordados por las sociedades llamadas civilizadas, y Trilogía Antropofágica, una propuesta de la artista uruguaya Tamara Cubas, que ha tomado como punto de partida tres obras escénicas actuales brasileñas para dar forma a tres nuevas centradas en las relaciones personales y las posibilidades de desarrollo del individuo en la sociedad.

Tendremos que esperar menos, a abril, para asistir al de la ópera Grand Applause, que incluirá en su presentación intersecciones con la coreografía, la performance y las artes plásticas. Nace de la iniciativa del escenógrafo y performer Jorge Dutor y el coreógrafo, bailarín y también performer Guillem Mont de Palol.

Por otro lado, las Naves están siendo sede esta temporada de una decena de residencias en las que participan medio centenar de creadores en disciplinas muy diversas que también  presentarán el resultado de sus indagaciones en este tiempo: Daniel Teba, Claudia Faci, Paz Rojo, Muriel Romero, el colectivo nø collective, Cai Tomos, María Jérez, Manuel Fernández- Valdés… serán algunos de ellos.

MÚSICA PARA LAS NAVES

La música también será protagonista en la programación escénica de Matadero en los próximos meses: la japonesa Hito nos traerá sus composiciones electrónicas en compañía de los diseños visuales de Itaru Yasuda; en la casa de Cirugeda presentarán de sol a sol sus proyectos musicales Llorenç Barber y Mostserrat Palacios y por Matadero pasarán, además, el pianista Ignacio Marín Bocanegra y el colectivo andaluz Vértebro.

Por otro lado, en la Cafetería tocarán dos bandas escogidas en el programa piloto de residencias de música del Centro de Residencias Artísticas de Matadero Madrid: Nistra y Caliza, y también las bandas y coros de las Escuelas Municipales de Música y Danza que, un domingo al mes, ofrecerán su repertorio a la hora del vermut. Si os interesa, anotad la próxima cita: será el día 28 de enero, con los intérpretes de la Escuela Municipal de Música Federico Chueca de Hortaleza.

A toda esta programación, y a diversas actividades que podemos consultar puntualmente aquí, podrán asistir gratuitamente, de martes a viernes, los jóvenes entre 16 y 26 años que dispongan de Bono Joven Cultural.

 

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