¿Camináis con unos Camper en vuestros pies? Pues sabed que, aunque la marca de vuestros zapatos fuera fundada por Lorenzo Fluxà en 1975 en Mallorca, tuvo su germen un siglo antes, en la etapa de apogeo de la revolución industrial, en Londres, a donde el zapatero Antonio Fluxà viajó para aprender a fondo la maquinaria y los procesos que permitieran impulsar una empresa basada en el trabajo del cuero para el calzado.
En el año de su 40º aniversario (curiosamente a día de hoy son también 40 los países que acogen las 400 tiendas de Camper existentes), la firma vuelve a Reino Unido para presentar en el Design Museum, y por primera vez al público, sus archivos al completo, permitiendo que conozcamos mejor cómo se desarrolla el proceso de diseño (en Mallorca) y producción masiva (en el Lejano Oriente) de sus zapatos, instantáneamente reconocibles para casi todos y fabricados con sofisticadas tecnologías: los Camaleón, los Twins, los Pelotas… Hasta tres centenares de personas pueden participar en ese camino que va de la idea a la tienda.
Podemos ver en Londres bocetos, prototipos de calzados –algunos antiguos, otros, de momento, inéditos para el mercado- y material documental y visual referente al planteamiento conceptual de sus espacios de venta, en cuya preparación han llegado a colaborar Mariscal, Óscar Mariné o el Pritzker Shigeru Ban, y al enfoque lúdico y poco conformista de la publicidad de esta firma, que ha luchado para no perder ni su impronta mediterránea (Camper significa campesino en catalán) ni su sello de comodidad y creatividad; ¿recordáis el lema Walk, don’t run?
El calzado no se estrena en el Design Museum de Londres con Camper –antes pasaron por aquí Blahnik y Loboutin- pero sí es la primera vez que llega a este centro de la mano de una marca al alcance de un público amplio, y lo hace adentrándose en terrenos inesperados: la arquitectura de las tiendas, la búsqueda de materiales nuevos y de calidad en colaboración con prestigiosos centros universitarios o las razones que explican que Camper, que pone a la venta anualmente dos colecciones formadas por medio millar de zapatos cada una, sea una firma tan identificable.
“Life on Foot”, que así se llama esta exhibición, puede verse hasta el 1 de noviembre.