Franz Roh y los collages

Franz Roh y los collages Franz Roh y los collages

El TEA tinerfeño desvela una de las facetas menos conocidas del teórico y artista alemán

Tenerife, 06/03/2012



“Franz Roh y los collages”

TEA. TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES
Avda. de San Sebastián, 10
38003 Santa Cruz de Tenerife
Del 6 de marzo al 23 de junio de 2013
De martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas
Lunes cerrado

En nuestro país conocemos a Franz Roh fundamentalmente por su ensayo Realismo mágico. Post expresionismo (1925), que tradujo Fernando Vela dos años después para la Revista de Occidente, un libro fundamental en el análisis de las vanguardias europeas que además contenía reproducciones en blanco y negro de obras de Carlo Carrá, Christian Schad, Giorgio De Chirico, M. H. Davringhausen, George Grosz, Kart Günter, Kart Haider, Georg Schrimpf, Alexander Kanoldt, Otto Dix, Pablo Picasso o Georg Scholz, contribuyendo a su difusión internacional en aquellos años veinte.

Las tesis de Roh contribuyeron a impulsar las corrientes de vanguardia en Canarias: la escuela-taller Luján Pérez tomó El realismo mágico como manual y sus láminas eran estudiadas detalladamente. También fue reseñada por revistas de aquel tiempo, como La rosa de los vientos y Gaceta de arte, y Felo Monzon bautizó a esta publicación como la biblia de los artistas ansiosos.

Desde hoy Tenerife Espacio de las Artes nos desvela una de las facetas menos conocidas de Franz Roh, teórico de la fotografía, fotógrafo y escritor menos conocido, sin embargo, por sus collages, una de sus principales aficiones. El alemán los llevó a cabo durante toda su vida, siempre con un propósito lúdico, y sólo a partir de 1961 comenzó a hacerlos públicos, primero en la galería Otto Stangl y luego en la Parnass de Wupepertal.

Los elaboraba a partir de tarjetas y de recortes de revistas científicas y libros ilustrados y bajo la influencia del Cubismo y el Surrealismo. En principio se dejaba llevar por el azar, posteriormente introdujo estructuras de contraste intencionado.

Roh concebía la práctica del collage como una vía conducente a la democratización del arte y que no requería el dominio de la pintura, la escultura o el dibujo, pero sí dejaba entrever la capacidad visionaria de su autor. Sus trabajos están cargados de metáforas, de escenas oníricas y subversivas, y remiten a Max Ernst.

Los collages del artista se muestran en el TEA junto a piezas de creadores como Alfonso Buñuel, Benjamín Palencia, Adriano del Valle o Juan Ismael que nos ayudan a contextualizar la práctica del collage en España.


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