El IVAM repasa al completo la trayectoria del maestro norteamericano del arte abstracto
“Frank Stella. Del rigor al barroquismo”
IVAM. INSTITUTO VALENCIANO DE ARTE MODERNO
c/ Guillem de Castro, 118
46003 Valencia
Del 24 de julio al 14 de octubre de 2012
Lunes y martes, de 10:00 a 17:00 horas
De miércoles a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas
En 2009 le ofreció el Premio Internacional Julio González y, este verano, el Instituto Valenciano de Arte Moderno rinde homenaje a Frank Stella, única gran figura viva de la abstracción norteamericana y precursor del Minimalismo que a finales de los años cincuenta supo romper radicalmente con los postulados del Expresionismo abstracto en su país.
La antología “Del rigor al barroquismo” ha sido comisariada por Martine Soria y se compone de 36 obras representativas de cada una de sus etapas.
Geometría, depuración y colores planos determinan la producción del artista de Massachussets, que se dejo influenciar por los artistas ligados a la Bauhaus que emigraron a Estados Unidos tras la llegada del nazismo al poder en Alemania y concedió cada vez mayor importancia al desarrollo de un cuerpo teórico que alimentara su pintura. Llegó a afirmar que, en su opinión, la abstracción es de todas las vías pictóricas la que tiene más probabilidades de considerar la suma de los conocimientos adquiridos por nuestra cultura. Es adaptable y evolutiva.
Junto a la Bauhaus, Mondrian y Malevich fueron sus grandes referentes. Trabajó con una gran economía de medios y sirviéndose de elementos plásticos simples para componer pinturas de gran formato blancas, negras o multicolores cuyos contornos coinciden con sus límites exteriores. Entre las piezas que podremos contemplar hasta octubre en Valencia destacan sus Shaped-canvas: piezas de formas muy singulares cuyo ritmo espacial viene determinado por el uso de bandas de color. Sus obras quedan así convertidas en objetos que tienen como función la revalorización del entorno.
Desde los setenta, Stella ha empleado formas recortadas o múltiples, colores fluorescentes y materiales diversos (cartón, telas, bronce) para otorgar tridimensionalidad a sus trabajos y encaminarlos al terreno escultórico. Esta metamorfosis hecha a partir de series que se superponen en el tiempo, con aportes del kitsch, del graffiti, con evocaciones del Pop y empleando colores de la cultura popular, le conducen a una especie de barroquismo del que más tarde escapará cuando trabaje en obras de escala monumental, a las que el acero pulido, oxidado o quemado le darán un aspecto mucho más austero.
INFORMACIÓN RELACIONADA
Frank Stella y la continua reinvención. Londres, 07/10/2011
Frank Stella, Premio Julio González 2009. Valencia, 21/09/09
Intervenir los espacios. Nueva York, hasta el 29/07/07
La National Gallery de Washington adquiere una gran obra de Stella. Washington, 28/12/01