Victor I. Stoichita
Hasta el 20 de junio la Fundación Beyeler de Riehen (Basilea) presenta una gran exposición, organizada en colaboración con el Kunsthistorisches Museum de Viena, dedicada a Francis Bacon y la tradición del arte”.
Fundación Beyeler (Basilea), del 8 de febrero hasta el 20 de junio de 2004
Lo que hace especialmente interesante esta manifestación es el hecho de que por primera vez aparecen juntas telas importantes del artista británico, nacido en 1909 en Dublín y fallecido en 1992 en Madrid, y obras de maestros como Tiziano, Velázquez, Goya, Van Gogh y Picasso con los cuales, al hilo de los tiempos, Bacón tejió un diálogo constante, aunque problemático. Por cierto, el Retrato del Papa Inocencio X no pudo viajar desde Roma pese a ilustrar una de las obras que más obsesionaron a Bacon. En su lugar, una buena copia conservada en la Accademia Carrara de Bérgamo, obra de un artista romano, cumple como documento.
Por suerte, se exponen en la Fundación otras obras emblemáticas por su impacto sobre Bacon, entre las que destacan el retrato del Infante Felipe Próspero (Viena) y el espléndido y enigmático retrato del Cardenal Filippo Archinto de Tiziano (Philadelphia Museum of Art).
Además se puede ver, también por primera vez en el continente, un muestrario del “museo imaginario” de Bacon (postales, grabados, hojas sueltas de libros etc.) que formaban parte de su legendario y caótico taller, actualmente reconstruido en la City Art Gallery de Dublín.
El catálogo refleja la estructura inteligente de la exposición y consigue transmitir la imagen de la relación que uno de los grandes iconoclastas del siglo XX mantuvo con el arte que le precedió.
Francis Bacon. Study after Velázquez’s Portrait of Pope Innocent X, 1953. © 2004 The Estate of Francis Bacon / ProLitteris, Zurich
Tiziano Vecellio. Portrait of Cardinal Filippo Archinto c. 1551-62. © Philadelphia Museum of Art, Philadelphia
Francis Bacon. Figure with Meat, 1954. © 2004 The Estate of Francis Bacon / ProLitteris, Zurich