Francesca Thyssen y las colecciones moraes-barbosa, Jimena Blázquez, Eduardo Salazar y Juliana Hernández, Premios A al Coleccionismo

Los galardones cumplen 26 ediciones

Madrid,

La Fundación ARCO ha anunciado la concesión de una nueva edición de sus Premios “A” al Coleccionismo, que este año han reconocido a Francesca Thyssen-Bornemisza, fundadora de TBA21, que recibirá el Premio Filantropía y Colección Internacional; a la Colección cmb – coleção moraes-barbosa, como Colección Privada Latinoamericana; a Jimena Blázquez Abascal, como Fundación y Colección Privada Nacional y a los fondos de Eduardo Salazar y Juliana Hernández, en la categoría de Colección Joven.

El objetivo de estos galardones es reconocer el valor artístico de los fondos de coleccionistas e instituciones y su labor en el apoyo a la difusión del arte contemporáneo y su entrega tendrá lugar el 22 de febrero en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se celebrará asimismo la habitual cena de la Fundación ARCO, organizada con la colaboración de Cartier y destinada a recaudar fondos para la adquisición de obras en ARCO 2022 para su colección, que alberga el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles.

Para Francesca Thyssen-Bornemisza, coleccionar consiste en permitir que algo que te ha llamado la atención se convierta en algo que sientes como tuyo. Hace dos décadas fundó TBA21, institución con sedes en Madrid y Viena que administra la propia Colección TBA21 y organiza sus actividades de divulgación, entre las que se encuentran exposiciones, programación pública y asociaciones con otras instituciones culturales.

Los fondos de TBA21 se han consolidado a partir de las relaciones de colaboración establecidas entre Francesca Thyssen-Bornemisza y los comisarios y artistas involucrados en los encargos de obras de esa Fundación, producciones que comprometen a los coleccionistas desde sus orígenes y que superan ya el centenar.

En cuanto a la coleção moraes-barbosa, la vienen gestando desde 1999 Pedro Barbosa y Patricia Moraes, que han adquirido obras conceptuales en todo tipo de medios y arte efímero de los sesenta y setenta. Más allá de reunir obra, han buscado reflejar, a través de estas piezas, los cambios y fluctuaciones de la esfera del arte reciente, acercándose para ello a disciplinas como la danza, la performance, la música experimental y la poesía visual y sonora. En esa estela, hace ocho años pusieron en marcha el archivo moraes-barbosa para fomentar la creación de contenido y los textos críticos que exploren la situación actual del arte contemporáneo como campo dinámico, interrelacionado y esquivo a etiquetas.

Jimena Blázquez, por su parte, centró su trayectoria profesional desde el año 2000 en la creación de la Fundación NMAC (Montenmedio Art contemporáneo), en Cádiz. Actualmente su actividad se basa en la producción de obras site – specific, habiéndose convertido en una plataforma de creación contemporánea que convoca becas y residencias, está abierta al público y es pionera en Europa en el marco de una red de Museos al aire libre. Además, Blázquez ha sido comisaria en PS1- MoMA, miembro del comité científico del MUDAM en Luxemburgo y en 2009 fue nombrada Young Global Leader por el World Economic Forum, en reconocimiento a su compromiso en la difusión de la cultura.

En sus fondos se encuentran especialmente representados artistas internacionales de su generación, sobre todo aquellos que analizan el contexto social, geográfico, político y cultural de su tiempo. Atesora piezas de Maurizio Cattelan, Shen Yuan, Adel Abdessemed, Gunilla Bandolin, Mirian Cahn, Daniel Steegmann Mangranée, Shannon Bool, Pascale Martin Tayou, Vivien Suter, Alvaro Barrington, Marina Abramovic, Gabriel Chaile, Cristina Lucas, Jacobo Castellano, Maja Bajevic, Pierre Huyghe o James Turrell. Su colección establece una narración de historias con preguntas y respuestas que cuestionan la realidad en la que vivimos y generan tramas y líneas de significado entre sí.

Por último, Eduardo Salazar-Yusti y Juliana Hernández forman una pareja de coleccionistas que han gestado sus fondos desde la intuición estética y la búsqueda de profundidad conceptual, prestando atención al cuerpo como objeto y como medio artístico y a la creación del presente. Adquirieron su primera pieza en 2004 y en los diez años siguientes enfocaron sus compras en obras de artistas contemporáneos colombianos, especialmente pinturas y dibujos; desde 2014 han frecuentado ferias internacionales y abierto sus miras a otros artistas latinoamericanos y europeos.

Les interesa el arte político, las relaciones de poder, la cultura como resistencia a la superficialidad de la vida y especialmente el cuerpo humano y se fijan sobre todo en la producción de fines del siglo XX y principios del XXI.

La Fundación ARCO concede sus Premios “A” al Coleccionismo 2019

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