Fina estampa: el Museo ABC reivindica la ilustración de moda reciente

Exhibe trabajos de veintidós artistas jóvenes y consolidados

Madrid,

Han sido, si no numerosas, sí frecuentes las exposiciones que en España y en Madrid hemos podido visitar en relación con la fotografía de moda, pero el terreno de su ilustración ha dado lugar, por el momento, a menos exhibiciones colectivas en las que podamos repasar los nombres de los artistas más comprometidos con la disciplina y la evolución de la misma en época reciente. Partiendo de la premisa de que vive una etapa dorada en los últimos años y de que se hace necesario reivindicarla como forma de arte autónoma, el Museo ABC acaba de inaugurar la muestra “Fina estampa”, en la que reúne trabajos de veintidós artistas emergentes y ya consagrados, nacionales y sobre todo internacionales, cuya obra refuerza esa tesis. Destacan por la diversidad de sus técnicas y estéticas y han sido, además, seleccionados por el comisario Jesús Cano por representar, en conjunto, un panorama significativo del estado actual de un campo creativo que, no solo trasciende lo frívolo en un sentido puramente artístico, sino que también refleja sensibilidades y momentos sociales.

En ese centro nos esperan, hasta el próximo 19 de mayo, más de 150 ilustraciones realizadas a lápiz, con pincel digital o acuarela, entre otras técnicas, y siempre sin filtros, de ahí el título de la exposición. Eso no impide que muchos de estos autores, y no necesariamente los más jóvenes, hayan adquirido reconocimiento de la mano de sus blogs o redes sociales; llamativamente, algunos son también diseñadores.

"Fina estampa. Ilustración y moda" en el Museo ABC
“Fina estampa. Ilustración y moda” en el Museo ABC

Los artistas españoles presentes en “Fina Estampa” son Ricardo Fumanal e Inés Maestre. El primero trabaja desde el realismo y la claridad de la línea, pero esos trazos sencillos contrastan con la complejidad de las narrativas que introduce en sus obras: no nos muestra simplemente prendas u objetos concretos, sino que sitúa estos en contextos amplios, en universos en los que busca que el espectador se introduzca. Hemos podido encontrar sus ilustraciones en El Mundo y también se han publicado en Vogue Japón, Dazed & Confused o la edición británica de GQ.

Maestre, por su parte, comenzó a hacerse un hueco entre nuestros jóvenes ilustradores al presentarnos fragmentos del universo cotidiano con el que podríamos identificar a su generación, la de los nacidos en los noventa: retrata a personajes, fundamentalmente mujeres, que crecen y evolucionan y su estilo os será familiar a los lectores de El País, donde publica cada semana, también a los de L´ Officiel, Esquire o Harper´s Bazaar. Su trabajo ha pasado asimismo por los escaparates de Uterque: retrató a diez mujeres en otras tantas ciudades para un proyecto con esa firma y sus frutos quedaron recogidos tanto en un libro como en sus establecimientos.

Entre el resto de autores presentes en el Museo ABC encontramos a François Berthoud, un veterano creador suizo que inició su carrera en Italia publicando viñetas en revistas de cómic. En la moda se introdujo al trabajar para Conde Nast, donde Anna Piaggi le encargó ilustraciones, y no ha querido ceñirse a trazas estéticas concretas: se viene moviendo entre el realismo y el dibujo conceptual. Su sello personal es la conjunción de ironía y erotismo.

El del estadounidense Blair Breitenstein es la extravagancia; se apasionó por el dibujo tras visitar Florencia y ha decidido no usar nunca procedimientos digitales, solo pasteles, acuarelas y rotuladores. Si embargo, han sido las redes las que le han dado a conocer y las que le han abierto las puertas de la ilustración profesional, en Nueva York. Óscar de la Renta le hizo su primer encargo.

Jason Brooks ilustra un glamour optimista y sensual y él combina herramientas: comienza a crear en papel para después transformar su obra en el ordenador. Trabaja para la edición británica de Vogue desde que se hizo con el premio Cecil Beaton de Ilustración que concede esta publicación, junto a Sotheby´s.

Helen Bullock, por su parte, fue actriz antes que ilustradora, pero sus estudios de Diseño Textil y las enseñanzas de Neil Gilks le llevaron a convertirse en una espléndida cronista de moda (también en creadora de su propia firma de ropa). Dibuja desde la espontaneidad y la intuición, dando protagonismo a la línea y el color: podemos encontrarla en Another o A Magazine y también ha colaborado con Vuitton o Anthropologie.

Gill Button
Gill Button

El británico Gill Button, por su parte, sí tuvo claro desde sus comienzos que la ilustración era lo suyo: la estudió en la Universidad de Kingston y entre sus primeros clientes figuraron The Times, Vanity Fair o British Airways. Su blog e Instagram le abrieron aún más las puertas al mundo y marcas como Gucci o Dries van Noten le hicieron encargos. ¿Cómo diferenciar sus obras? A través de los rostros expresivos y los pequeños formatos, en óleo sobre tela o tinta sobre papel.

Cecilia Carlstedt dibuja casi siempre a mano y a tinta, con colores pasteles o desteñidos, y nos sumerge en atmósferas fantasmales. Sus ilustraciones bordean la abstracción y comenzó a publicarlas Elle Suecia, después sedujeron a Nina Ricci, H&M, Vogue, LVMH, J. Lindeberg o Lancôme.

Decíamos al principio que la ilustración de moda es fruto de su tiempo y, bien leída y si destaca por su calidad, puede ser una herramienta de análisis sociológico. Esas premisas son de evidente cumplimiento en la producción del francés Jean-Philippe Delhomme, un narrador que crea instantáneas con gouache o lápices de colores y que a veces introduce texto en sus trabajos. Podéis conocerlo a fondo en su blog The unknown hipster.

Delhomme comparte generación (ambos nacieron en 1959) con David Downton, ilustrador habitual de la Semana de la Alta Costura parisina con sus líneas claras y fuertes. Según Vanity Fair, podemos considerarlo heredero de grandes como Grau o René Bouché. Son muy cotizados los dos números que hace dos años editó de la revista Pourquoi Pas?

La joven canadiense Laura Gulshani, admiradora de Matisse, trabaja con colores brillantes y ama el rosa y el azul. Se inspira en las imágenes que encuentra tanto en libros de Historia del Arte como en las redes sociales y numerosas marcas de lujo han contado con ella.

Por su parte, Mats Gustafson expandió hace ya algunas décadas el género con su expresividad sutil. Nacido en Suecia, trabajó para H&M antes de que Grace Coddington le encargara ilustraciones para Vogue UK. Desde hace siete años, retrata las colecciones de Dior.

De las de J. Crew, Prada o Dries van Noten se encarga en ocasiones el estadounidense Richard Haines, autor de dibujos de líneas contundentes en los que presenta a hombres que caminan o posan, superponiéndose para generar dinamismo. Si ligabais su nombre al diseño de moda, es porque de esa labor también se ocupó antes de reinventarse como ilustrador. Lo logró pronto y en buena medida gracias a su blog: What I Saw Today.

Amelie Hegardt lleva a cabo bocetos delicados que a veces transmiten calma y otras movimiento. Admiradora de Louise Bourgeois, es autora del cortometraje Birth.

Cecilia CarlstedtEl terreno de Richard Kilroy es el del fotorrealismo y la moda masculina: suele inspirarse en imágenes propias en las que trabaja con modelos. Se estrenó como dibujante a partir de la muestra de otro grande: “Dior: René Gruau and The Line of Beauty”, en Londres.

No falta en el Museo ABC quien tampoco lo hizo hace tiempo en los bolsos de muchos: el uruguayo Jordi Labanda. Ya sabéis que sus dibujos se inspiran en la estética del cine norteamericano de los cincuenta y los sesenta, la cultura pop y las fotos de Penn, Helmut Newton o Avedon. Continúa publicando en La Vanguardia, Wallpaper, Apartamento o Vogue Japón.

Uno de los nombres que gana peso en la ilustración de moda internacional es el de Tanya Ling, artista india que ya ha dibujado para Jil Sander, Harrods o Louis Vuitton. Medio centenar de sus trabajos en papel forman parte de los fondos del Victoria & Albert Museum (también ha comprado su obra Damien Hirst) y es igualmente una diseñadora reputada. Y la obra de la holandesa Jowy Maasdamme prueba que en la ilustración de moda es también posible la negrura y la psicología. Autodidacta, comenzó a crear en blanco y negro para abrazar después el color y retratar a mujeres intrigantes, en pastel y gouache. En sus trabajos encontramos a la vez dolor y belleza, referencias al sexo o a la depresión.

Lo outsider también está presente en “Fina estampa”, de la mano de Rosie McGuinness. Dibuja compulsivamente mujeres con media melena y raya al medio , heroínas nunca frágiles que han pasado por las páginas de NetA-Porter, The Telegraph Luxury, The New York Times, Glamour y T Magazine España.

La francesa Aurore de la Morinerie, por su parte, maneja con precisión el pincel, esquivando lo anecdótico y acercándose a la abstracción y al enigma, bajo la influencia de la pintura y la caligrafía chinas.

Los dos últimos autores presentes en la muestra del Museo ABC son Hiroshi Tanabe y Unskilled Worker. El primero entiende la ilustración como fantasía, un terreno, en su opinión, imposible para la cámara. Conjuga quietud y movimiento trabajando a pluma o a lápiz. La segunda (Unskilled Worker es el pseudónimo de Helen Downie) es una creadora autodidacta que utiliza materiales de todo tipo (tiza, lápices, carbón vegetal y tinta) para crear figuras que pueden transmitir candidez o todo lo contrario. Nadie dijo que la ilustración fuera inocente.

 

“Fina estampa. Ilustración y moda”

MUSEO ABC

C/ Amaniel, 29-31

Madrid

Del 15 de enero al 19 de mayo de 2019

 

 

 

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