Felipe Ehrenberg y el culto al no gusto

La Freijo Gallery presenta una retrospectiva del artista mexicano

Madrid,

Hasta el próximo 23 de mayo, la Freijo Gallery madrileña presenta, bajo el comisariado de Marta Ramos-Yzquierdo, la primera muestra individual en España del artista conceptual mexicano Felipe Ehrenberg, que ha reivindicado en su obra la existencia de una rica identidad latinoamericana precolombina que incorpora a sus trabajos a través de la cultura popular y de su adopción del culto al llamado no-gusto.

Es especialmente conocido en México por sus acciones de los sesenta, que continuó realizando cuando se estableció en Londres (los testimonios de algunas forman parte de la colección de la Tate Modern) y durante su participación en el festival Fluxshoe, dentro del colectivo Beau Geste Press.

A mediados de los setenta regresó a su país, donde inició profundas investigaciones en torno a la performance y puso en marcha el grupo de arte conceptual Proceso Pentágono. No sólo expresó sus ideas a través de sus obras: fue profesor, político, activista y participó en el Primer Coloquio Latinoamericano sobre arte urbano y no objetual que se desarrolló en la Medellín en 1981.

Esta primera antología de Ehrenberg en España es fruto del trabajo conjunto que la comisaria Ramos-Yzquierdo ha desarrollado junto al artista en los últimos cuatro años, hasta septiembre de 2014, en Sao Paulo, llevando a cabo un análisis de su producción histórica, de sus nuevos proyectos y de las relecturas que de su carrera podrían efectuarse.

A Ehrenberg le gusta calificarse como neólogo, estudioso de lo nuevo, de ahí sus infiltraciones en la alta y la, para él mal llamada, baja cultura, y la diversidad de su actividad. El comisario Cuauhtémoc Medina dice de él que “encarna la función del activista verbal-performático-visual que, desde una variedad de reclamos contraculturales, se ha dedicado a perturbar la santa paz de un medio artístico provinciano, exclusionario y mustio”.

La exposición abierta hasta el 23 de mayo en la Galería Freijo consta de piezas y documentación del artista desde 1967 hasta la actualidad, incluyendo su última serie de trabajos realizados como respuesta de indignación a los asesinatos de los estudiantes perpetrados en Iguala en octubre del año pasado. Su crítica social suele pasar por el uso del espacio urbano como lugar de encuentro político y entre sus obras históricas presentes en Madrid podemos mencionar las pinturas Los bufones (1967) y La caída (1968) o la serie inédita de dibujos Carrero Blanco, fechada en 1975.

Aquí Ehrenberg nos propone una re-escenificación de sus acciones performativas y las convierte en el punto de partida para nuevas interpretaciones surgidas de la reflexión colectiva y la emoción individual.

 

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