En el curso 2016/2017, una de las artistas que desarrollaba una residencia en la Real Academia de España en Roma de la mano de AECID era Estíbaliz Sádaba, que allí trabajó en Las sobrantes. Apuntes para una cartografía de la ciudad de Roma desde una perspectiva de género, un proyecto videográfico en el que reflexionaba sobre la presencia de las mujeres en el espacio público.
La trama narrativa de aquella pieza se basaba en textos filosóficos y literarios relativos al (activo) rol de las mujeres en la Antigua Roma: en recorridos diversos se recordaba cómo estas se habían movilizado ante determinados episodios que ponían en peligro la paz social; la autora los enlazaba, además, con prácticas recientes de los colectivos feministas italianos actuales.
Es una de las propuestas de Sádaba Murguía (becada o premiada, además, por La Cité International des Arts de París, la Fundación Arte y Derecho, la Diputación de Vizcaya o el Centro Huarte), que, desde el próximo 19 de febrero, podrá contemplarse en la Fundación BilbaoArte, en el marco de la exposición “Desdoméstica”. Constará de fotografías, performances, trabajos sonoros, collages y vídeos en los que esta autora bilbaína ha abordado la tradicional reclusión de la mujer en el ámbito doméstico y su otra cara: su lucha por hacerse presente en la calle y en el ámbito público, desde la voluntad de aunar la teoría y el activismo feminista con la creación de redes y genealogías.
Otro de los proyectos expuestos también lo trabó en Roma: será Subversiones domésticas, para el que trabajó, sirviéndose de textos de Silvia Federici y Mariarosa Dalla Costa y utilizando vídeo y performance, buscando subrayar cómo ese espacio íntimo históricamente destinado al descanso masculino y a la labor femenina se ha convertido, hasta época reciente, en periférico y marginal frente a otros lugares sí propicios al debate político y social. El propósito de Sádaba ha sido reinterpretar esas estancias de lo doméstico de modo que puedan entenderse como igualitarias, visibilizando ocupaciones, si no invisibles, minusvaloradas.
Recuerda la autora vasca que las labores en este ámbito van más allá de la limpieza o la cocina: tienen que ver con el equilibrio emocional familiar.
Las filanderas, por su parte, lo presentó en el Laboratorio 987 del MUSAC hace cuatro años, junto al colectivo Pelos Feministas. También de carácter videográfico (hay que recordar que buena parte de su producción se basa en la realización de performances en las que el cuerpo es a la vez instrumento y lugar de experimentación, y el vídeo el medio más adecuado para su registro y edición), esta propuesta continuaba ahondando en la relación de las mujeres con el espacio público, y en su constitución como sujeto colectivo, a partir de la práctica en el ámbito rural del filandón, que implica cardar, torcer, tejer e hilar. Aunque ha desaparecido en muchos hogares, pervive conjugada con otras formas de prácticas colaborativas desarrolladas aún hoy por mujeres.
En el medio rural también desarrolló Campos De Acción: una revisión del cancionero popular a cargo de grupos de mujeres que ocuparon el espacio público, con su palabra y su acción, en un ejercicio de práctica social performativa.
La última de sus obras videográficas en la exposición, datada como la anterior en 2018, es Las incontables: cuerpos (no) domesticados, realizada gracias a una de las becas Multiverso de la Fundación BBVA. De propósito experimental, busca despertar la conciencia colectiva en torno a los estereotipos sociales y la invisibilización de la mujer.
Exploró Sádaba las inquietudes de tres colectivos de mujeres que alzaron su voz en otras tantas etapas históricas bien distintas: las salonistas (siglos XVII y XVIII), las flappers (años 20) y las Riot Grrrls (años 90). Las primeras fueron un grupo de mujeres de la nobleza del París del siglo XVII que impulsaron debates de calado sobre cuestiones filosóficas, morales y religiosas; las flappers promovieron un estilo de vida femenino, en los años 20 del siglo pasado, que propugnaba el uso de faldas cortas y la renuncia al corsé; era mujeres que bebían, fumaban, conducían y bailaban jazz y, por último, las Riot Grrrls fue un movimiento musical feminista que surgió hace dos décadas para poner en evidencia la elevada misoginia de la escena del rock and roll. Todos ellos son ejemplos de colectivos de mujeres que, para Sádaba, irrumpen en la esfera pública, tratando de transformarla mediante la creación de nuevos imaginarios.
Los días 16 y 17 de marzo, a las 19:00 horas, la sala de cine de BilbaoArte, Art House Zinema, acogerá la proyección de todas estas piezas audiovisuales.
“Desdoméstica”. Estíbaliz Sádaba Murguía
c/ Urazurrutia, 32
Bilbao
Del 19 de febrero al 18 de marzo de 2021
