Por Francisco Porto Varela
La gran afluencia de público de esta feria no se debe a la calidad de la misma sino a la gran multitud de invitaciones que reparte como si del circo mismo se tratase, solamente le falta hacer el 10% o el 20% de descuento en caso de comprar algún objeto o “lámina”, tal como se podía escuchar entre el público. Pero ayer en Madrid, Estampa era el día del café y el periódico. Una gran cantidad de personas se decidió a ir por una revista, un periódico o un café a la ferial. Esta nueva “atracción” del siglo XXI, atrae a un gran número de público para que se amontone tal como sus paredes a través de las majestuosas instalaciones de IFEMA.
Pero lo mejor de la feria fue escuchar las voces críticas, debido tal vez a la ingesta de nueces las cuales aportan pensamiento crítico según algunos científicos, decir que lo mejor era entrar o salir, la pobre apuesta por nuevos valores, la desafortunada elección de la nueva línea a seguir, el pasillo de las compras de Indesign, la antipatía de algun@s galeristas o la desaparición de algunos de los veteranos que crearon y formaron Estampa.
Por todo esto les dejo unas preguntas a reflexionar con el ¿Por qué? que tanto llenaron algunos periódicos nacionales e internacionales: ¿Por qué se llama Estampa?, ¿por qué han dejado de venir algun@s de sus fundadores?, ¿por qué se ha dejado que sea otro rastro más de antigüedades?, ¿por qué no existe un reconocimento anual a aquellas personas que han aportado algo más que una venta a Estampa?, ¿por qué a los fieles del grabado solamente les queda hacer fotocopias digitales?.