Vicente Jarque
Tomando como punto de partida la célebre Melancolía de Durero y continuando con una serie de pinturas en torno al tema de la parada circense como metáfora de la sociedad del espectáculo, Curro González presenta una exposición en la que destacan, sin duda, dos inmensos cuadros (de más de 5 m.
Galería Tomás March, Valencia
Del 8 de noviembre al 10 de diciembre de 2002
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de largo): el primero El melancólico nos ofrece la imagen de un personaje encaramado a lo más alto de un edificio, que contempla las luces nocturnas de una ciudad; el segundo Parada ciega nos muestra una muchedumbre, centenares de cabezas sin ojos, a la espera de no se sabe qué. El mundo del circo y de los desfiles callejeros completan el panorama. Una brillante reflexión sobre el mundo como espectáculo, y sobre el espectador como sujeto esencialmente melancólico y desconcertado.
Curro González
El melancólico, 2002
Curro González
Parada ciega, 2002