NOMBRE: Xavi
APELLIDOS: Bou
LUGAR DE NACIMIENTO: Barcelona
FECHA DE NACIMIENTO: 1979
PROFESIÓN: Artista
No es la primera vez que alguno de nuestros Fichados compagina el oficio de la creación con otras profesiones -a veces ligadas a la tecnología, el diseño, la música-, pero han sido menos los que han ligado su actividad a la ciencia: es el caso de Xavi Bou, a quien su abuelo le inculcó el interés por la naturaleza ya en su infancia.
Este autor, a quien hemos conocido de la mano de la mano de la muestra “Cerebro(s)“, que hasta hace solo unos días pudimos ver en el CCCB barcelonés, es licenciado en Geología por la Universidad de Barcelona y también se ha formado en fotografía, trabajando durante cerca de una década en el campo de la publicidad y la moda y compaginando esa labor con la enseñanza de esta misma disciplina. Su fascinación por la naturaleza en ese tiempo, sin embargo, permaneció intacta y ha venido a manifestarse en proyectos fotográficos más personales, especialmente en Ornitografías, que inició en 2012 y que se inspira en los patrones de vuelo de los pájaros (de él hablaremos más adelante).
Ha presentado Bou muestras individuales en Can Basté (Barcelona), el Centre Cívic Jardins de la Pau de El Prat de Llobregat, la NPO Swiss Cancer League, el Centro de Arte Contemporáneo de Mijas, la Casa Golferich y el Punt De Vistes Art Space barceloneses, el Centro Fotográfico Alvarez Bravo de Oaxaca (México), la Universidad de Rennes, el Phyletisches Museum de Jena, la Universidad Mazier de Saint Brieuc, la Galería La Destil·leria de Mataró, la Triple Space Art Gallery rusa, Cosmocaixa, la Chambre Gallery de Estrasburgo, LAB 36 Gallery (Barcelona) o la Galerie des Halles de Louvain la Neuve, en Bélgica. Sus colectivas le han llevado a espacios como La Virreina (Barcelona), la Aperture Foundation de Nueva York, el Bath House Cultural Center de Dallas, L’Illot Sauvage (Rennes) o el mencionado CCCB; también ha participado en citas como el Fine Art Igualada Photo Festival, el Festival Chapitre Nature francés, el Photovisa Festival ruso, VIPHOTO Festival, el KANT Photo Festival danés, el Zingst Photo Festival alemán, el Scotiabank Contact Photo Festival de Toronto o el Delta Birding Festival del Delta del Ebro.
Se suma Xavi a esta sección porque queremos saber más de esa conexión entre ciencia y creación en su obra, en imágenes en las que los tiempos parecen converger, y lo que estas tienen de poesía visual. En su caso, nos explica que sus inicios creativos llegaron a partir de la conjunción de sus estudios y su inmersión laboral en la fotografía y de esa atención a la naturaleza que mantiene desde niño; podemos decir que en su camino se cruzaron las aves: Después de licenciarme en Geología y estudiar fotografía, me dediqué durante quince años a la fotografía de moda y publicitaria, como asistente y después en la postproducción; fue entonces cuando decidí iniciar un proyecto personal más alineado a mis intereses y valores.
Como apasionado de la naturaleza, hace diez años iba por un sendero, observando los rastros de los animales, cuando pensé en qué tipo de rastros dejarían las aves al volar si eso fuera posible. Al imaginar las formas que generarían los diferentes vuelos, creí que podría ser interesante hacer visibles esos movimientos. Así empezó Ornitografías, una idea que surgió hace una década y el proyecto al que hace más de cinco años que me dedico íntegramente.
Los temas fundamentales de su producción quedaron, por tanto, definidos desde aquellos comienzos: Me interesa hablar de la naturaleza desde un punto de vista innovador. Encontrar un balance entre ciencia y arte. En mi proyecto, a través de la alteración de la percepción del tiempo, muestro la belleza oculta del movimiento natural producido por el vuelo de las aves.
A través de la alteración de la percepción del tiempo, muestro la belleza oculta del movimiento natural producido por el vuelo de las aves.
Y como venimos diciendo, su terreno es el de la foto, abriéndose a diversas técnicas que facilitan la captación de los movimientos de ese vuelo. El proceso no es sencillo: Para visualizar la belleza del vuelo de las aves, necesito captar varios segundos en una sola imagen. Para ello me di cuenta de que debería grabar una secuencia de vídeo y fusionar los fotogramas con un algoritmo en una sola imagen.
La técnica no es muy diferente a la cronofotografía. La gran diferencia es que, al haber más fotogramas por segundo, no se aprecia la morfología del sujeto: lo que nos aparece es una forma orgánica completamente irreconocible.
Entre sus referentes, cita Bou a otros fotógrafos que se han dejado llevar por la belleza de ciertos paisajes y también a un artista ligado al arte de la Tierra que trabajó al ritmo de las estaciones: las hojas de colores o los carámbanos de hielo los convertía en esculturas sinuosas, en construcciones fugaces que aparecen y desaparecen. Concretamos: Me fascinan los artistas que trabajan con la naturaleza, que saben combinar creatividad y belleza. Cómo Stephen Gill usa magistralmente las cámaras de fototrampeo para captar aves posándose en un poste. O cómo Myoung Ho Lee utiliza lonas gigantes en el campo para enfatizar la belleza de los árboles. Por no hablar de la belleza extrema de las simples intervenciones de land art de Andy Goldsworthy.
El principal trabajo de Xavi hasta ahora, como nos explicaba, es Ornitografías, en el que, al tratar de plasmar en imágenes la belleza sin paliativos de los desplazamientos de las aves en instantes efímeros ha adoptado, prácticamente, el desafío de hacer visible lo invisible y ha dotado a su obra de un lirismo muy lejano al de fotógrafos que han hecho un uso funcional o científico de la citada cronofotografía, desde Muybridge y Marey. Transita esta propuesta, en sus palabras, a medio camino entre el descubrimiento naturalista y la poesía visual y la ha concebido como una invitación a que percibamos el mundo, la naturaleza, con la inocencia y la curiosidad de la infancia.
Merece la pena disfrutar con los vídeos que acompañan este proyecto, de los que nos hablaba; podemos encontrarlos en su web y su acompañamiento sonoro responde a una interpretación de las formas que generan esos movimientos de los pájaros: en Murmurations (2020), capta a estorninos reunidos en bandadas de miles de ellos, desenvolviéndose en una danza de invierno que nos atrapa y que tenía como fin confundir a los halcones, que los atacan; Emergence (2021) también se ocupa de esta especie, pero esta vez destaca a los individuos respecto al grupo, analizando su relación con la bandada a partir de la inversión del metraje y su ralentización. La banda sonora también se creó ralentizando los cantos de pájaros reales (de distintas especies, como el ruiseñor común, el cárabo común y los propios estorninos) entre diez y veinte veces.
Parecen orquestados por algún tipo de ente inalcanzable, pero lo cierto es que sus movimientos, como apunta Bou, responden a reglas sencillas presentes en infinitas manifestaciones naturales: desde la formación de los copos de nieve hasta la diseminación de los virus. De ahí el título de la grabación: La emergencia ocurre cuando se observa que una entidad tiene propiedades que sus partes no tienen por sí mismas; propiedades o comportamientos que emergen solo cuando las partes interactúan en un todo más amplio.
Para saber más de su fotografía y disfrutar de estos cortos, pasad por aquí: https://xavibou.com/
