NOMBRE: Virginia
APELLIDOS: Frieyro
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1973
PROFESIÓN: Artista
El año pasado tuvimos oportunidad de conocer el trabajo de nuestra última fichada por partida doble en Madrid: en CASA·BANCHEL, donde presentó muestra y performance, y también en el espacio de WECOLLECT, tras resultar seleccionada entre los diez finalistas del Premio Montblanc.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense y en Diseño de Interiores por el IADE madrileño, centros ambos en los que ha sido docente, Virginia Frieyro ha asistido a talleres impartidos por Dis Berlin (Palacio de Albaicín, Noja) y Navarro Baldeweg (Fundación Botín) y también ha presentado muestras individuales en la Galería María Llanos de Cáceres, en la Artificial Gallery, el Espacio F, la Sala de Arte Joven (junto a Soledad Córdoba) y la Casa de Galicia en Madrid. Sus colectivas le han llevado a espacios como la citada Fundación Botín de Santander, la Fundación MAPFRE, la Casa Encendida, la Galería Luis Adelantado, el DA2 salmantino, el Círculo de Bellas Artes, la Casa de la Moneda, la Fundación Caja de Extremadura o la Galería A del Arte zaragozana, y ha participado en ferias como ARTISSIMA (Turín), ARTE SANTANDER, FORO SUR, JUST MAD o las ya extintas ARTE LISBOA, ART SALAMANCA y VALENCIA ART. Asimismo expuso en 2014 en Dubai, tras participar en su International Emerging Artist Award, del que fue finalista.
Cerraremos presentaciones hablando de premios: Virginia se encontró entre los seleccionados en los galardones de Gaceta Regional en 2000, en el Premio Joven de Artes Plásticas de la UCM (2004), en Generaciones (2005) y en los Premios Focus Abengoa (2006) y Gregorio Prieto (2006 y 2009). También resultó nominada en el Salón de Otoño de la Asociación Española de Pintores y Escultores (2010), en el Premio de pintura Jesús Bárcenas (2011), en el VIII Certamen Nacional de Pintura Parlamento de la Rioja (2013), en la convocatoria Obra Abierta de la Fundación Caja de Extremadura y en el Premio Bienal de Pintura Torres Garcia-Ciutat de Mataró (2017) o en el mencionado Premio Montblanc (2019). En 2004 obtuvo el prestigioso Premio Penagos de Dibujo que entonces concedía la Fundación MAPFRE, y en 2007, uno de los galardones de Artes Plásticas El Brocense de la Diputación de Cáceres; en ella recayó una mención honorífica en Figurativas 11, certamen de la Fundació de les Arts i els Artistes; en 2011 obtuvo el primer premio del certamen de dibujo Gregorio Prieto y dos años después Beers Contemporary la incluyó en el célebre listado de 100 Painters of Tomorrow.
Frieyro se incorpora hoy a nuestros Fichados porque hace tiempo que veníamos siguiendo el rastro de sus dibujos y pinturas, que han oscilado entre la atención a lo figurativo, la individualidad y las peculiaridades de los rostros, y las masas de seres de atributos más indefinidos, sumidos en el conjunto o en el movimiento, más abstractos.
Le hemos preguntado por sus comienzos y nos ha contado que no puede situar su interés por la creación en una fecha concreta, pero que el entorno familiar y el escolar lo favorecía. Después comprendería que entonces y más tarde la clave de su fascinación era el color: No sabría decir ni cómo ni cuándo me inicié en el arte, yo diría que fue algo innato. El sentimiento de amor por la pintura lo tengo desde siempre. En mi casa había muchos libros de arte, los miraba y miraba. Íbamos a muchas exposiciones, tengo recuerdos en la Fundación Juan March siendo muy pequeña y llevaba mis lápices y mi cuaderno siempre conmigo, eso no ha cambiado. Luego una visita al Museo Sorolla con el colegio, no debía tener mas de diez años; tengo un recuerdo muy vivo de la emoción, y de esa sensación de hipnosis que produce el arte cuando de verdad acontece. Compré una postal de una niña en la playa, todavía la conservo y la sigo admirando. Creo que es el color lo que me cautivaba tanto entonces.
Años después, cuando hice una de mis primeras exposiciones, en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, en Avenida de América junto a Soledad Córdoba, Armando Montesinos decía en su texto sobre mi trabajo: “… es el fruto de una intención constructiva nacida de una mirada que lee el mundo como combinaciones de color”. Lo vio claro.
Viajé a Paris para ver a Rothko. Y a Barcelona, para verlo otra vez. La experiencia de la pintura. Y del color. Son momentos que trascienden.
Después, cuando estuve becada en Villa Iris por la Fundacion Marcelino Botín, Juan Navarro Baldeweg, que impartía el taller, me preguntaba que dónde había aprendido a utilizar así el color, era lo que mas le interesaba de mi trabajo. Por entonces yo ya impartía clases de dibujo y cromática en la escuela de diseño IADE de Madrid.
Como avanzábamos, pintura y dibujo han sido sus medios fundamentales de trabajo y se ha acercado más a la figuración o la abstracción en función de sus necesidades expresivas. Comenzó llevando a cabo cuadros blancos sobre fondo blanco y estudios cromáticos, progresivamente transitó hacia la figuración e incluso el retrato, regresó a la abstracción a partir de la fotografía y el hiperrealismo… Nos habla Virginia de sus procesos e intuiciones: He ido saltando de la figuración a la abstracción, del dibujo a la pintura. No es algo muy pensado, ni que me importe mucho, mas bien algo necesario en el proceso. Al final lo que hace el artista es investigar. Y es emocionante dar cada paso y no saber a dónde vas, y de pronto encontrarte en un lugar que nunca imaginaste. Es la propia pintura la que me ha ido guiando y sorprendiendo. Como la vida, ¿o acaso no es lo mismo? Si el arte es sincero debería reflejar siempre un momento de la vida del artista. En ese sentido siempre me pregunto si no es cada pieza un autorretrato.
Si el arte es sincero debería reflejar siempre un momento de la vida del artista. En ese sentido siempre me pregunto si no es cada pieza un autorretrato.
Entre sus obras fundamentales, cita Virginia los dibujos que le llevaron a ganar premios fundamentales en su carrera y una de sus series más recientes, la que decíamos que el año pasado presentó en CASA·BANCHEL. Estas piezas también las siente prácticamente como autorretratos: Algunas de las obras que han marcado mi trayectoria son Benirrás, que fue primer premio Penagos, o Estrellados, premiado en el Certamen de Dibujo de la Fundación Gregorio Prieto. Se trata de una pieza realizada entera en pan de oro y que representa la luna delantera de un coche estrellado. Había traído el pan de oro de Myanmar, y de esta serie luego estuvo expuesta otra pieza en Dubai, en una exposición en colaboración con Sabrina Amrani. De alguna manera me vi reflejada en esos cristales hechos añicos que dibujaban estrellas… una paradoja a la que se sumaba el oro.
Durante un tiempo trabajé a partir de fotografías que hacía yo misma. Me interesaban como punto de partida para la investigación pictórica. Pero después me ataban mucho, como si me atraparan, y la última serie en la que he trabajado sirvió para liberarme en ese sentido. Es el proyecto VIRGINIA FRIEYRO 108, que presenté el pasado mes de mayo en CASA·BANCHEL, en una performance en la que se desvelaba por primera vez la obra completa. Se trata de 108 dibujos que se unen para crear una gran pieza. Durante un año estuve dibujando a diario de una manera mucho menos planeada, más intuitiva, automática y visceral. Pura emoción. Dibujaba sin pensar, el pincel guiado por ritmos musicales. Fue una experiencia personal de plena catarsis.
Le interesa a Virginia el arte en el que encuentra emoción, como creadora y como espectadora. Por eso sus referencias son muy diversas en cuanto a épocas y estilos, y también literarias: Me interesa el artista que nos conmueve porque llegamos a sentir su pulso. Como ocurre con Giotto, con Fra Angelico, con Patinir, con Vermeer… ¡con Brueghel! Brueghel llegó a hipnotizarme en Viena. Cecily Brown, Elisabeth Peyton, Julie Mehretu. Bill Viola. Lynch. Iris Murdoch y Virginia Woolf. Son referentes por su sinceridad y por su valentía. Se transpira. Y acontecen.
Queremos saber en qué trabaja actualmente Frieyro, y tiene mucho que ver con esa emoción y con su vivencia: Actualmente, y como consecuencia del proyecto 108, exploro nuevos lugares dentro del dibujo, el dibujo performativo. Me interesa la propia acción, el mismo momento de la creación, no tanto el resultado. Pinceladas y gestos que crean recorridos y ritmos, bailes dibujados, o dibujos bailados. El artista en trance. El pulso y el temblor… siempre por amor.
Podemos conocerla mejor, aquí: www.frieyro.com, o buscando su libro de artista Entra Laura (Ediciones Fernando Villaverde, 2007).