NOMBRE: Sonia
APELLIDOS: Higuera
LUGAR DE NACIMIENTO: Santander
FECHA DE NACIMIENTO: 1973
PROFESIÓN: Artista
Además de su obra (en su mayoría grabados, fotografías e instalaciones que cobran significado y se amplían a otros gracias a la mirada crítica del espectador), nos gusta de Sonia Higuera su sinceridad y pragmatismo a la hora de plantear sus inicios como artista: Comienzo mi andadura un poco tarde y casi por desesperación. Trabajaba como diseñadora gráfica habiendo pasado por algunas agencias de publicidad, pero siempre de algún modo desubicada. Motivada por mis estudios en la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico de la Casa de la Moneda de Madrid, me iba presentando a certámenes de arte gráfico en los que siempre acababa seleccionada o mencionada. En el 2004 me quedé en paro y me presenté al Concurso Internacional del Carmen Arozena que organizaba Brita Prinz con Javier Martín de asistente, y cuál fue mi sorpresa que lo gané. Tras aquel éxito le llegaron otros premios, becas y propuestas expositivas que, paso a paso, le fueron despejando el camino, como su primer premio en el Certamen de Grabado José Caballero de Las Rozas (2005), su selección, ese mismo año, como mejor artista en la sección Tentaciones de ESTAMPA; el segundo premio en la Bienal Internacional de Grabado Caixanova (2006) o el primero en el Premio de grabado Jesús Núñez (2011).
Sus intereses son los de todos, los recovecos humanos, nuestras debilidades y puntos fuertes, por eso cualquier persona, independientemente de su formación artística, puede entrar en conexión con las obras de Sonia. En sus palabras, aborda reflexiones en continua evolución acerca de la hipocresía, los miedos, la memoria, los recuerdos, los deseos, la ausencia o la (in)comunicación… Me considero una observadora social la mayoría del tiempo y creo que me reitero en este tipo de argumentos.
Argumentos que, por su carácter emocional, se plantean de forma siempre abierta a la percepción subjetiva y nunca como proclama: Son obras abiertas y amplían su significado al relacionarse con el receptor. Sin la interrelación con el espectador las obras estarían incompletas ya que cuestionan temas universales que invitan a la reflexión fuera del contexto cotidiano. En los últimos años, y de forma no intencionada, Sonia se ha dejado influir por la actualidad política, económica y social a la hora de incorporar cierto giro crítico a su discurso: Me he activado políticamente.
Las técnicas en las que más ha trabajado hasta ahora, como adelantábamos al principio, son la instalación, el grabado y la fotografía; teniendo en cuenta que estas dos últimas y la impresión digital se basan en procedimientos con puntos en común, las hace convivir de manera muy armónica en su producción, y trata de solventar sus limitaciones propias recurriendo a las mayores dimensiones que le ofrece la instalación. No obstante, Sonia no se cierra nunca al empleo de otros formatos y utiliza aquellos con los que se siente cómoda o con los que logra los resultados buscados; trabaja en un continuo aprendizaje de disciplinas que limite lo menos posible mis objetivos.
Si visitasteis ArteSantander en su última edición, pudisteis ver en el stand de Espacio Alexandra su proyecto Irreversible, formado por un conjunto de piezas de distintos formatos en las que la artista desarrollaba su visión personal sobre nuestra vulnerabilidad frente al entorno: sobre la inestabilidad, fragilidad y ruptura que provoca y sufre el individuo en una era de rígidas estructuras sociales, económicas y mediáticas en las que nos distanciamos de la naturaleza, damos por buenos y válidos comportamientos individualistas quizá cuestionables y nos hemos acostumbrado, puede que unos más que otros, a que las relaciones personales tengan fecha de caducidad u obsolescencia programada. Dice Sonia: Nos habituamos a tales sobrecargas que nos olvidamos casi por completo de que como seres sólidos somos irrefutablemente frágiles y que la inestabilidad puede ser fatal. Los títulos de las obras tenían mucho que ver con ese mensaje: Destrucción, Devastación, La fragilidad con sobrepeso o Miembros de segunda.
También para la sala Espacio Alexandra, pero en 2013, llevó a cabo esta artista cántabra el proyecto Pause, compuesto por historias detenidas y congeladas en los fotogramas que integraban la serie Historias que crecen en lugares. Al desarrollarse en dos escenas distintas, planteaban un diálogo entre la fotografía y lo tridimensional y, en paralelo, una reflexión sobre nuestro aislamiento y lo precario de nuestras relaciones. Según Marta Mantecón, cada imagen se desdobla en una serie de piezas tridimensionales cuyo movimiento ha quedado interrumpido o detenido –tal como sucede en la imagen fotográfica–, mostrando el instante preciso en que algo está a punto de suceder. Esta situación provoca cierta sensación de incertidumbre, puesto que resulta imposible saber dónde comienza o dónde acaba cada historia, si bien podemos intuir o imaginar su detonante y su posible desenlace. De alienación y de desnaturalización también nos habló Sonia en La sinestesia del color, una propuesta que presentó junto a Pedro Luis Cembranos en De par en par en 2014.
Hablando de Historias que crecen en lugares, esa fue la serie con la que, en 2012, la artista había participado en el Festival Internacional de Grabado de Bilbao: una sucesión de estampas en las que no vemos figuras sino lugares, pero esos espacios, contemplados a cierta distancia, no necesitan mucho más para transmitir cierta narratividad, aunque sea por intuición. Porque las tensiones de lo que sucedió o sucede, vibran y hablan de lo indecible o lo decible que no quisimos ver o que por el contrario, espiamos, pero callamos… Historias.
Y retrocediendo en el tiempo hasta 2008 encontramos uno de sus proyectos tempranos y más interesantes: TRIÁLOGOS, Palabras cruzadas, palabras aisladas, con el que participó en INGRÁFICA, el Festival Internacional de Grabado Contemporáneo de Cuenca. El título hace referencia a nuestras paradójicas costumbres de comunicación de hoy: las tecnologías avanzadas propician nuestro acercamiento al mismo tiempo que nos aíslan y dejan la oralidad en situación de desventaja. El proceso de entendernos se hace cada vez más complicado: Entre el emisor y el receptor deja de existir una relación de intercambio y se convierte en un mundo lleno de interferencias que provoca un espacio individualizado sin transmisión de información ni emociones. Las explicaciones dejan de tener sentido si el receptor se empeña en no querer captar el mensaje. Hemos dejado de comunicarnos por lo sencillo que resulta no escuchar y no observar. La motivación para intentar comprender al otro es prácticamente inexistente. Los canales se cruzan y las redes de comunicación tienden al caos. La impotencia de establecer relaciones interpersonales satisfactorias por la complejidad e intransigencia que conllevan, resulta bastante inquietante en la era en que vivimos, la era de las comunicaciones, que a día de hoy, desgraciadamente, arrastra al individuo al aislamiento.
La producción de Sonia Higuera se compone, en su conjunto, de proyectos minimalistas en una contemplación primera, por su simplicidad y pureza de formas, pero bastante más complejos en un acercamiento más profundo a su mensaje, propuesto de manera sutil pero atrayente a través de los trazos de tinta, por ejemplo, de sus grabados, que podríamos equiparar a voces que sugieren en una atmósfera de silencio, o que proponen precisamente silencio frente a un ruido uniforme alrededor: no hay caminos unívocos para interpretar el vacío. Ese todo o esa nada también podría vincularse a lo eterno en contraposición a la rayadura negra fugaz que suponemos los seres humanos con nuestras miles de historias que son poco más que suspiros.
Podéis encontrar trabajos de Sonia en las colecciones del Museo Universidad de Alberta de Canadá, la Fundación Juan March, el Gobierno de Cantabria, Caja Cantabria, el Ayuntamiento de Gijón, la Fundación CIEC de Betanzos, Caixanova, el Kloster Bentlage alemán, la Biblioteca Municipal de Las Rozas, el Museo Insular del Cabildo de la Palma, Els Católics (Girona), el Ayuntamiento de Madrid, el de Santander o la Calcografía Nacional. Y por supuesto en su web: www.soniahiguera.com