Obras en ARTESANTANDER 2018

Hoy ha abierto sus puertas ARTESANTANDER, que en esta 27ª edicion vuelve a sorprendernos con la variedad y calidad de sus propuestas. No es extraño que las galerías quieran repetir en esta cita, la penúltima de la temporada antes de las vacaciones de verano (en unos días se celebrará la cuarta edición de ART MARBELLA), ni que algunas hayan querido volver tras años de ausencia, como Álvaro Alcázar o Espacio Mínimo. Junto a las más veteranas: Cánem, Adora Calvo, Moisés Pérez de Albéniz o Rafael Ortiz, encontramos otras de más reciente incorporación como Espacio Olvera o Puxagallery.

Al calor de ARTESANTANDER han ido creciendo también los eventos paralelos que enriquecen la oferta cultural de la ciudad estos días y la sitúan en una posición privilegiada para el coleccionismo de arte contemporáneo. Una mención merecen también los propios encuentros y presentaciones que se celebrarán dentro de la feria.

Como viene siendo habitual desde hace ya algunos años, no hemos faltado a la cita para ofreceros nuestra selección de ocho obras dentro de la feria. Tenemos que reconocer que cada año nos cuesta más porque la oferta es mejor y porque el formato de solo project ofrece, cada vez más, stands muy interesantes en su conjunto, más que obras en las que fijarse de manera individualizada.

Entre las escogidas, propuestas todas de artistas nacidos entre los setenta y los ochenta, hay gran variedad de estilos y de técnicas. Nos han cautivado las fotografías urbanas de Catarina Botelho y los dibujos con los que Lorena Amorós pone el acento en la recuperación del papel que las mujeres han desempeñado en el ámbito de la ciencia ficción. También los stands en los que exhiben ambas artistas, que destacan por la elección de montajes muy sobrios, casi minimalistas. Ha sido imposible no fijarnos en las bellas piezas de Guillermo Mora, a caballo entre pintura y escultura, y en la evolución de Vicky Uslé; interesarnos por la investigación sobre aspectos vinculados a la naturaleza en los trabajos de Clara Sánchez Sala y Michal Smandek; sentirnos atraídos por el orden esquemático y sistemático de Miguel Ángel Barba o por el azar que encierra el acto creativo de Arturo Comas.