NOMBRE: Robert
APELLIDOS: Cervera
LUGAR DE NACIMIENTO: Badalona
FECHA DE NACIMIENTO: 1976
PROFESIÓN: Artista
Conocimos a Robert Cervera, nuestro último fichado, hace dos años, cuando presentó en Tangent Projects, en Barcelona, el proyecto Ye_soft_pipes/play_on, fruto de una residencia convocada por ese mismo espacio en la que había participado el año anterior. Formaba parte de aquella muestra la serie de esculturas Gaming Horns, compuestas por tubos de refrigeración líquida que el artista sopló como si se tratara de instrumentos de viento: produjo así notas musicales que después grabó y codificó para dar lugar a composiciones sonoras; algunas de ellas también se integraron en la exposición, junto a imágenes de videojuegos, generando un espacio inmersivo (esos tubos de refrigeración, por cierto, se emplean también en PCs extremos para jugar con ellos).
La trayectoria de Cervera, con amplios estudios musicales en el Conservatorio de Badalona y formado en Bellas Artes en la Central St. Martins y el Royal College of Art de Londres, donde obtuvo un MA en escultura, viene labrándose internacionalmente desde hace una década: ha presentado otras exhibiciones individuales y en dúo en espacios londinenses como la Zabludowicz Collection, el MOCA, la Dyson Gallery, St Mary Aldermary y Kelder Projects y también en La Escocesa (Barcelona), OK Corral (Copenhague) y el Patan Museum (Kathmandu). Ha participado, asimismo, en colectivas en el citado Royal College of Art, el Museo de la Universidad de Alicante, Atelier Concorde (Lisboa), el Eton College de Windsor, Boetzelaer | Nispen (Ámsterdam), Kunsthal Charlottenborg (Copenhague), Danielle Arnaud, la House of Egorn, APT Gallery, ASC Gallery, Roaming Room, la County Hall Gallery o la Kristin Hjellegjerde Gallery (Londres) o la Galería Fran Reus de Palma de Mallorca y ha expuesto, igualmente, su obra en citas como el Salón ACME mexicano o la Contemporary Sculpture Fulmer.
Además de en Tangent Projects, ha desarrollado residencias en La Escocesa, Atelier Concorde o el Kathmandu Contemporary Arts Centre nepalí y ha resultado ganador del Kenneth Armitage Young Sculptor Prize (2014) y nominado al Mark Tanner Sculpture Award, el año siguiente.
Se suma este autor a nuestros Fichados porque queremos profundizar en su trabajo con los materiales sin forma (el agua, el aire, los datos) y en sus estudios sobre nuestros modos de contenerlos o codificarlos y sobre la capacidad, paradójica, de aquellos para conectar a las personas pese al desafío que supone su manejo. Emplea Cervera en sus proyectos, justamente, algunos de los soportes que utilizamos para cobijarlos (hormigón, armaduras metálicas o tuberías de refrigeración líquida) y también lleva a cabo esas esculturas y performances musicales, vídeos e instalaciones para ahondar en lo que implica el fluir, la corporeidad, lo que puede conducirse y lo que escapa.
Conforme al esquema que conocéis, le hemos preguntado por sus inicios; nos explica que su dedicación al arte comenzó a partir de su formación en Londres, pero que su atención a fluidos, materiales y a ciertas sensaciones, inmediatas y cotidianas, que a veces evoca en su trabajo ya estaban allí. La creación fue un medio de canalizar esos intereses: Muchas de las cosas que forman parte de mi trabajo ahora vienen de bastante atrás, como la música, la expresión visual o mi fascinación con el comportamiento de los fluidos o por el proceso de trabajo con el hormigón. Creo que siempre he sido sensible a ciertas sensaciones o percepciones sutiles que son difíciles de interrogar desde otros campos. La poética de la vida, a falta de un nombre mejor.
El arte siempre parecía estar mejor equipado para amplificar esas intuiciones, así que cuando me mudé a Londres en el 2004 empecé a apuntarme a cursos de videoarte, pintura y dibujo, y finalmente me decidí a aparcar mi carrera como creativo en publicidad y estudiar arte.
Toda mi educación formal artística tuvo lugar en Londres, entre Central Saint Martins y el Royal College of Art. Entre esas dos escuelas empecé a considerarme a mí mismo como artista de un modo más formal, aunque posiblemente la sensación de ser artista, como decía, viene de antes.
Bucea Robert en la fisicidad de los objetos, en las relaciones entre los materiales y entre estos y las personas; sobre todo en aquellos sin forma, como decíamos, cuyo control supone arduos esfuerzos y el desarrollo de tecnologías. Hablando de estas, también le interesan aquellos soportes, a menudo desapercibidos, que hacen posible la existencia de la esfera virtual y reflexiona sobre la posibilidad de atrapar lo evanescente, en un sentido más amplio y vital: Mi interés en la materialidad es un eje conector de todo lo que hago. Me interesa observar de cerca de qué están hechas las cosas, qué interdependencia hay entre los diferentes materiales que se dan en la realidad y cómo se relacionan con nuestro cuerpo. De una forma más específica, mi trabajo explora el comportamiento de sustancias informes como el aire, el agua o los datos, y cómo nos esforzamos en encauzarlos, contenerlos y formatearlos, ya sea en forma de música, de pantanos o de código digital.
Mi obra también intenta hacer visible la materialidad que se mantiene en la sombra. Por ejemplo, investigo qué materiales físicos son necesarios para que el mundo digital exista: el hormigón con que se construyen los centros de datos, las tuberías con que se mantienen refrigerados, el agua de los pantanos que se libera para crear energía hidráulica en la presa que hay al lado del centro de datos. Cada vez que se nos presenta algo como ‘digital’, incorpóreo, en ‘la Nube’, se nos ocultan todos los recursos físicos empleados para mantener esa fantasmagoría viva y también las implicaciones de ese consumo de recursos, ya sean ecológicas o geopolíticas.
Y luego está mi interés en la poesía de la existencia, como decía antes, que si tienes suerte puedes acorralar en una instalación o en una colección de esculturas o en la banda sonora de un vídeo.
Me interesa observar de cerca de qué están hechas las cosas, qué interdependencia hay entre los diferentes materiales que se dan en la realidad y cómo se relacionan con nuestro cuerpo.
Trabaja fundamentalmente en esculturas, concebidas en un sentido amplio y a menudo con ramificaciones performativas, musicales, con un protagonismo cada vez mayor del sonido, y videográficas: en la producción de Cervera se dan cita unas y otras vertientes de su formación y también materiales que le resultan próximos. Entabla así relaciones inesperadas entre disciplinas aparentemente dispares y también entre estas y nuestro organismo: Mi material escultórico principal ha venido siendo el hormigón, a menudo en diálogo con estructuras de metal. A veces se materializa en forma de objetos y otras veces en instalaciones. Creo que mi interés por el hormigón viene de mi infancia, de verlo usado en mi entorno próximo, pero también de mi experiencia como ciudadano urbano, siempre acotado e interpelado por este material, como todas las personas que negocian el espacio urbano con su cuerpo cada día.
En los últimos años la música ha asumido un papel central, partiendo del sonido que produzco con esculturas musicales que construyo con tubos de refrigeración líquida, utilizando la técnica para tocar la trompeta que aprendí en el conservatorio. Es como encauzar mi respiración y darle cuerpo. Trabajo con esos sonidos, componiendo piezas, ya sea con un software de producción musical o escribiendo código, utilizando esos sonidos de mis esculturas como ‘samples’.
También filmo vídeos que tienen que ver con los procesos de producción escultórica que suceden en mi estudio o en general con mis intereses de investigación. Mi música acaba siendo la banda sonora de esos vídeos y da pie a performances musicales en directo, en las que toco mis instrumentos escultóricos y proyecto mis vídeos y el código de mis composiciones. Todo acaba conectándose y veo el sonido como un material escultórico más, con la capacidad de ser experimentado no solo con los ojos, sino con todo el cuerpo.
Veo el sonido como un material escultórico más, con la capacidad de ser experimentado no solo con los ojos, sino con todo el cuerpo.
Sus referentes son diversos, tanto como las derivaciones de su producción; cita autores fundamentales del siglo XX que atendieron a las posibilidades de los materiales sencillos y también creadores que se han adentrado en terrenos musicales: En las artes visuales, los primeros movimientos que me interesaron fueron el arte povera italiano y el post-minimalismo americano. Artistas como Giuseppe Penone, Pino Pascali, Eva Hesse, Robert Morris, Richard Serra, Bruce Nauman o Vito Acconci. En los últimos años he ido siguiendo más a artistas individuales, a menudo por algunos paralelismos que he sentido con mi obra o por mi respeto por su trabajo. Michael Dean y June Crespo son dos buenos ejemplos.
Desde el punto de vista musical, estudié música ‘clásica’ y eso es parte de mi bagaje, desde la música del Renacimiento hasta Thomas Adès. Pero también me interesan las superposiciones con otras disciplinas como la danza, la poesía o la performance, así que muchos de los nombres vienen de la escena de Nueva York: Steve Reich, John Cage, Laurie Anderson, Yvonne Rainer, Meredith Monk. Últimamente estoy escuchando mucha música experimental e improvisación libre, y voy siguiendo el desarrollo de la música creada con inteligencia artificial.
Entre los principales proyectos en los que ha trabajado hasta ahora, cita Cervera los presentados en cuatro muestras, dos londinenses y dos barcelonesas: Mi exposición de graduación en el Royal College of Art en el 2014 fue un momento importante para mí. Mostré esculturas, fotografías y vídeo como un todo interdependiente. Creo que conseguí crear un discurso coherente siguiendo un método intuitivo, sintiendo lo que la instalación necesitaba, aunque no me lo pudiera explicar a mí mismo. Tuvo muy buena acogida y recibió un premio importante, el Kenneth Armitage Young Sculptor Prize 2014.
Mi residencia y exposición final en La Escocesa, Barcelona, en 2017 se ha convertido en un punto de referencia para lo que he venido haciendo después. Allí empecé a construir esculturas con tubos y a hacer ‘performances’ musicales con ellas. La pieza central se llamaba Air Backup y era una estructura de tubos de PVC de 10 metros de largo, con la que presenté una performance musical del mismo título con la ayuda de otros cinco músicos.
También en la zona de Barcelona, en septiembre de 2020, conseguí exponer en Tangent Projects durante uno de esos momentos en que el COVID aflojaba un poco. Allí presenté Ye_soft_pipes/play_on, una instalación que usaba imágenes de videojuegos con una banda sonora creada por mí con mis esculturas de tubos. Esta vez los tubos eran transparentes, como los que los ‘extreme gamers’ usan dentro de sus ordenadores para mantener la temperatura bajo control mientras juegan a esos mismos videojuegos. Las performances musicales que ofrecí fueron en solitario pero musicalmente eran más complejas, como las que he ido haciendo desde entonces.
Posiblemente la culminación de estos últimos años fue la exposición individual que tuve aquí en Londres, en Zabludowicz Collection, titulada To Vent. Me lo planteé como una inmersión total para el visitante: pinté toda la sala de negro, con la única iluminación de la proyección de vídeo y unos ventiladores de ordenador que producían luz y hacían circular el aire de la sala. El suelo era una instalación hecho con hormigón sobre la que tenías que caminar con pasos inciertos, mientras avanzabas hacia la proyección, que mostraba unos caracoles moviéndose lentamente, intentando colarse por los agujeros de un panel de ventilación como los que se usan en los centros de datos. En mi mente estaba relacionando todos esos materiales que configuran el hardware con el que se almacenan nuestros datos, pero llevándolo a un terreno más primigenio, de sensaciones y de ralentización, ayudado por el tempo lento de la música que compuse para el vídeo y por el movimiento de sus protagonistas.
También hice tres performances dentro de la exposición, interpretando en directo la banda sonora y expandiéndola. Fue una gran experiencia y la acogida fue muy alentadora, como también el hecho de que Zabludowicz Collection decidiera incorporar mi vídeo a su colección.
Sus próximas piezas podrán verse también en Reino Unido y en España; atentos a su próxima participación en Eufònic: Estoy trabajando en una exposición para el año que viene en Londres, en la Galería Danielle Arnaud, en colaboración con el artista y autor Andreas Philippopoulos-Mihalopoulos. El foco estará en nuestra relación ambivalente con el agua, especialmente cuando el agua se presenta como un ente amenazante en las zonas que habitamos. Tenga la intención de construir una escultura sonora de tubos que contenga aire y agua y que se extienda por las salas de la galería.
Y este verano actuaré dentro del festival de las artes sonoras y visuales Eufònic, que se celebrará en Terres de l’Ebre del 25 al 28 de agosto de 2022. Presentaré en un nuevo contexto mi performance Ye_soft_pipes/play_on.
Podemos seguir sus pasos aquí: https://www.robertcervera.com/