Patrik Grijalvo

NOMBRE: Patrik

APELLIDOS: Grijalvo Millois

LUGAR DE NACIMIENTO: Bilbao

FECHA DE NACIMIENTO: 1984

PROFESIÓN: Artista

2018 está siendo un año intenso, en cuanto a presencia en ferias, para nuestro último fichado: Patrik Grijalvo ha participado, de la mano de Víctor Lope, la galería que lo representa, en VOLTA, Kunst RAI Art Amsterdam, ART KALSRUHE y la LONDON ART FAIR. En años anteriores también participó en SCOPE, tanto en Basilea como en Nueva York, y sus últimas muestras individuales tampoco quedan lejos: el año pasado presentó monográficas en la Galería Isabel Hurley malagueña, la Galerie Anne Broitman de Biarritz, la propia Víctor Lope y la Torre de Ariz, en Basauri, así que no ha sido difícil que os hayáis encontrado frente al trabajo de este artista bilbaíno que busca la tercera dimensión en la fotografía a partir de imágenes espaciales que él mismo capta.

Patrik se licenció en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, especializándose en imagen audiovisual y fotografía, y desde que finalizó sus estudios en 2009, ha participado en residencias en BilbaoArte, Kunsthaus Bregenz, en Rotterdam, en la Ciudad de las Artes parisina y el Seoul Museum of Art. También obtuvo una beca de producción de la Diputación de Vizcaya y una ayuda para la promoción de las artes del Instituto Etxepare. Resumiendo sus premios, podemos citar el que SWAB y la Colección Mango conceden al mejor artista joven en la feria y el destinado al mejor concepto de SWAB y la Colección Marset  (2017), el segundo premio en el concurso de fotografía que convocan la Alianza Francesa y la Fundación Pilar Citoler (2015), el Premio Joven Artes Plásticas de la Universidad Complutense de Madrid (2014) o el de la Muestra Itinerante de Artes Visuales ERTIBIL (2013).

A Grijalvo, como a todos nuestros fichados, le hemos preguntado si recuerda cuándo decidió dedicarse a lo artístico. Nos cuenta que hasta hace no mucho esquivó la denominación y que el momento clave, de haberlo (y nos encanta escribir esto) fue cuando supo lo que quería contar: ¿Que cuándo comencé a trabajar como artista? Primero tendría que contestar cuándo empecé a considerarme un artista… la verdad es que no hace mucho. Sí es cierto que en la Universidad te hacen creer que, según la pisas,  ya eres un artista por el simple hecho de hacer los trabajos que te mandan, pero incluso una vez terminada la carrera no creo que realmente  llegué a serlo. Es difícil explicar cómo se siente uno cuando intenta ser algo que todavía no se cree que lo es. Cuando  encontré un discurso propio a nivel técnico, estético y conceptual es cuando realmente me considere un artista.

El porqué es otro tema muy diferente. Me imagino que la inquietud artística es lo que te lleva a pensar y actuar de otra manera, y por lo tanto te vas dando cuenta de que encajas más en un mundo creativo.

La fotografía es su medio de trabajo y se centra en explorar sus opciones perceptivas de tridimensionalidad con Chillida y Jerry McMillan como referentes. Ese proceso que podemos llamar de “esculturización” de la imagen le ocupa desde hace, más o menos, diez años, cuando finalizó su carrera. Avisamos: a veces conviene acercarse bien a su obra para encontrar volumen donde, desde la cierta lejanía, hay planitud. Nos lo explica: Llevo una década de investigación sobre la fotografía como objeto tridimensional, desarrollada desde la percepción de la arquitectura. Dicha idea nace al plantear un juego cercano al de las “Gravitaciones” de Eduardo Chillida, desarrolladas en los años noventa, o el de los estudios con fotografía recortada de Jerry McMillan (con su famosa pregunta “¿Debe la fotografía ser plana?”), pero con el matiz de que la materia prima con la que cuento son fotografías de arquitectura realizadas por mí mismo. El matiz es importante, porque mientras que Chillida usaba papel (blanco o pigmentado en negro) y McMillan fotografías veladas (o, en todo caso, fotografías de pliegues o arrugas), mi idea  parte de elementos en los que el ojo del espectador ya proyecta una tercera dimensión, aunque no esté allí.

Así, en “Gravitación Visual”, las obras presentan superposiciones de imágenes que combinan capas de tridimensionalidad real y otras  figurada, proyectada por el espectador.

Son muy importantes los procesos: a medida que avanzan, de esas fotografías originales que él mismo toma apenas va quedando nada en su camino a las tres dimensiones. En puridad, se hace complicado hablar propiamente de fotografías ante sus trabajos acabados: Parto de fotografías analógicas como material de trabajo. En este sentido, la primera fase es la de la localización de los espacios arquitectónicos (tanto exteriores como interiores) que me interesan.

Las fotografías son de medio formato 6×6, negativos que son posteriormente escaneados e impresos en diferentes formatos a modo de maquetas. Este proceso se lleva a cabo durante todo el periodo de desarrollo, dado que es la base de la creación artística. Es importante señalar que en ningún momento las imágenes se someten a un proceso de retocado fotográfico.

Una vez que tengo una importante cantidad de material para trabajar, comienzo la segunda fase. En ella, la primera idea es la del ensayo: jugar con pequeñas piezas cuyo resultado es trasladado a obras finales de gran formato. Durante la fase de ensayo, juego con diferentes tipos de pliegues, recortes, gravitaciones, etcétera, a modo de laboratorio.

Los resultados los imprimo sobre papel de algodón Hahnemühle para su posterior montaje sobre un marco de arquitecto de roble americano y, así, convertirlos en obras definitivas, que son de 150 x150 cm. En ellas ya no hay margen de experimentación.

No lo hay porque están marcadas por el rigor y la precision y porque no nacen de lo azaroso sino de las reflexiones del artista sobre la arquitectura y sus espacios; podríamos hablar, con comillas, de fotografía expandida. Desde su superficie, necesariamente plana y tangible como tal, condensan la entidad que puede adquirir el espacio en el arte. El contraste de negros y blancos y el empleo del marco como un elemento más de la imagen, que limita tanto como define, pueden invitar al espectador a la sorpresa: tanto los escenarios “naturales” (hojas, arroyos, árboles) como los arquitectónicos o “artificiales” pueden resultarnos familiares, pero el no color y la impresión de atemporalidad generan inquietud, atmósferas peculiares e inesperadas.

También plantea la obra de Patrik la dificultad, en nuestro tiempo, de establecer esas divisiones (ni siquiera estrictas, sino divisiones) entre lo que podemos entender como natural y artificial en un paisaje. La huella humana, más o menos profunda, sostenible o dañina, forma ya probablemente parte de la noción de natural de la mayoría. Quizá lo verdaderamente artificial sea la separación.

Lo que podemos percibir en estas fotografías que desafían la planitud es una imbricación absoluta entre lo que crece y lo que construímos (y lo que Patrik construye), de modo que no sea posible entender lo uno sin lo otro, no ya en exteriores e interiores, arquitecturas y árboles; también en la conformación de la personalidad. Son trabajos autónomos, en los que el referente real no se ha disuelto del todo, pero sí se ha debilitado: quizá podamos referirnos a ellas como objetos delicados compuestos de la sucesión de planos.

La variedad de enfoques y las gradaciones de nitidez favorecen la profundidad, lograda por tanto con herramientas que el propio medio fotográfico le ofrece (los planos), sin recurrir a materiales ajenos. Al conducir nuestra mirada hacia uno u otro plano, a veces muy diferenciados, construye espacios que son reales y no ilusorios, pero que también son nuevos y contienen leyes propias al margen de su fuente original.

Grijalvo considera que el principal proyecto que ha desarrollado hasta ahora es Gravitación Visual, pero en paralelo ha trabajado en otros: el año pasado fue con el de Rotten Apples, que se expuso en el Guggenheim de Bilbao por su 20º aniversario con la iniciativa Eginberri y este año está siendo el proyecto que presento en “Arte medina, Artes de hoy – Arquitecturas de ayer”, comisariado por Javier Gonzalez de Durana (del 6 de julio al 19 de agosto). Son fotografías analógicas de gran formato o placas que saqué en la residencia de Corea del Sur (SEMA NANJI  Residency) y que he ido trabajando a lo largo de este año.

El resultado es la continuación de Rotten Apples, pero la carga fotográfica es mucho mayor. Generalmente siempre está presente la arquitectura de algún modo. Me gustan mucho las palabras de Thom Mayner en su discurso de aceptación del premio Pritzker: la arquitectura es una forma de ver, pensar y cuestionar  nuestro mundo y nuestro lugar en él.

En cuanto a Gravitación Visual, es el que más estoy moviendo por ferias de arte. Hace ya unos tres años que estoy trabajando con la Galería Víctor  Lope y es él el que se encarga de llevar las obras a ferias como Volta Basel, Scope Nueva York, SWAB, Kunst RAI ,Art Karlsruhe, London Art Fair…entre otras.

¿Y lo próximo? Ahora está a punto de empezar Art Bodensee, en Austria, con la última obra que acabo de hacer de la serie de Gravitación Visual, en torno al arquitecto Denys Lasdun, autor del Royal National Theater de Londres. También podrán verse sus trabajos en las próximas ediciones de ESTAMPA, SWAB Barcelona e ISTANBUL ART FAIR.

Seguid los pasos de Grijalvo en www.patrikgrijalvo.net