Del 5 al 8 de noviembre tendrá lugar, si la pandemia lo permite, la séptima edición de MARTE, una feria que año tras año afianza su posición como espacio de encuentro de profesionales, coleccionistas y aficionados al arte, especialmente al más actual. En un año en el que la crisis sanitaria y, por extensión, la económica están haciendo estragos en nuestro sector, celebramos con especial alegría cada iniciativa en marcha y queremos mostrar todo nuestro apoyo a la organización y a los participantes.
A menos de una semana para el arranque de MARTE hemos preguntado a sus directores, Joan Feliu y Nacho Tomás, cómo ha sido la decisión de seguir adelante con el calendario previsto y cómo afrontan la que será, seguramente, su edición más extraña.
MASDEARTE: En estos tiempos, en los que prácticamente la totalidad de las ferias nacionales e internacionales están siendo aplazadas o canceladas, que una feria mantenga sus fechas de celebración es toda una noticia. ¿Se sienten valientes o “marcianos”?
MARTE: Os lo diremos el día 9, cuando todo haya terminado. Hasta entonces, cruzamos los dedos. La COVID-19 ha puesto en evidencia, como suelen hacer las crisis, la indispensabilidad de la cultura para los individuos y las comunidades. Este año, la cultura nos ha unido, creando vínculos y acortando la distancia que nos separa. La cultura nos ha servido de apoyo y de inspiración y nos ha aportado esperanza durante este período de enorme ansiedad e incertidumbre. Pero a la vez que nos esforzamos por hacer frente al peligro que representa la COVID-19, debemos buscar medidas para apoyar a los artistas y facilitar el acceso a los bienes y servicios culturales, a corto y medio plazo, y nuestro granito de arena ha sido mantener la feria y mantener esa esperanza.
Imaginamos, no obstante, que habrán tenido dudas… ¿Por qué ha pesado más la idea de seguir adelante que la de aplazar la feria?
Lo que más nos motivaba a continuar era el mantener la oportunidad para galerías y artistas. En este sentido, no podíamos dejarnos llevar por el pesimismo o, incluso, el catastrofismo, sino que, ante la incertidumbre, debíamos poner en valor ante la sociedad y los poderes públicos la cultura como fuente inagotable de riqueza económica y social, innovación, creatividad y cohesión. Marte es una feria de dimensiones muy reducidas situada en la periferia y, por una vez, eso ha sido un factor positivo. Todo ello siendo conscientes de que la salud es lo primero y que nuestra MARTE es una aportación modesta.
“Marte es una feria de dimensiones muy reducidas situada en la periferia y, por una vez, eso ha sido un factor positivo”
Aunque el mensaje que quieren transmitir es claro, el lema de este año o, mejor dicho, el término que han empleado, “In-mars-cesible”, tiene su complejidad. ¿Es el arte contemporáneo así de complejo?
No pretendíamos ser complejos, aunque sí despertar curiosidad por el término. Inmarcesible, según el Diccionario de la lengua española, significa que no se puede marchitar. Nosotros hemos destrozado una palabra preciosa metiendo por medio a MARTE, y además con un anglicismo de por medio, pero en estos momentos no encontramos otro adjetivo que defina mejor la situación del arte contemporáneo y lo que estamos pretendiendo hacer en Castellón. En MARTE entendemos el arte como una quimioterapia existencial que nos dota del vigor suficiente para seguir adelante, inmarcesibles. Al final todo es más sencillo de lo que parece.
¿Cómo se puede proyectar la idea de que el arte es necesario, e incluso beneficioso, para la sociedad?
Durante la cuarentena que nos tocó vivir, el arte, en todas sus expresiones, nos hizo compañía, nos animó y nos recordó que en el mundo hay cosas en las cuales vale la pena seguir creyendo. Hemos visto la lucha inmarcesible de los y las artistas, mujeres y hombres sensibles, por hacer vivir en sus obras las pasiones más inefables que el alma humana soporta y no tiene valentía para vociferar. Una lucha que es continua y no acaba. Creo que es el mejor ejemplo de la necesidad del arte. Ernst Fischer, en La Necesidad del Arte, decía que en los momentos trascendentes de la vida, “cuando la sociedad decae”, el arte está ahí para ser reflejo, pero también para mostrar que se puede cambiar, que se puede contribuir a la mejora.
Entre las novedades de MARTE, este año encontramos una presencia destacada de la cerámica. ¿A qué se debe esta apuesta y cuál es el panorama español emergente dentro de esta disciplina?
La excelencia de la cerámica artística es el gran legado del sector industrial más importante de la provincia de Castellón, así que es lógico que sea también una seña de identidad de MARTE. Mientras que en otros países, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Países Bajos, la cerámica contemporánea es una disciplina artística de gran prestigio con gran número de galerías y coleccionistas dedicadas a ella, en España aún no goza de un especial reconocimiento, y lo cierto es que hay muchos artistas que utilizan ese soporte como materialización de su creatividad. Queremos que la cerámica contemporánea gane peso progresivamente en la feria hasta convertirse en un programa en sí mismo.
Varias de las propuestas artísticas que veremos en MARTE son fruto del confinamiento y de la situación que atravesamos como consecuencia de la pandemia. ¿Qué creen que nos quieren contar los artistas hoy en día? Con todo lo vivido en los últimos meses, ¿se podría hablar de un punto de inflexión en la creación actual y en la forma de acercarnos a ella?
Así es, y especialmente en la propuesta de cien artistas que aporta el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. Con la pandemia de la COVID-19, comprendemos que no hay certeza en lo absoluto del mañana, así que no tenemos una respuesta clara a esta pregunta. La pandemia ha extremado el uso de las herramientas digitales que interceden ante la imposibilidad de que público y galería convivan en un mismo espacio. Y todo parece indicar que viviremos en un estado de cultura playback durante un tiempo. Pero vale la pena entusiasmarse también con estas nuevas posibilidades.
Háblennos un poco del resto de propuestas que se presentan.
Supongo que tenemos que ser breves y no podemos nombrar a todos. Además de la selección esencial de artistas y galerías de nuestro espacio CURATED, que cuenta con los premios MARTE a trayectorias provinciales y nacionales, el espacio cerámico, o el premio UBE Corporation Europe a un escultor, destacamos la muestra de Santiago Ydáñez como artista invitado. El espacio Social, uno de los principales ejes de la feria desde sus inicios, tiene por objeto la acción reivindicativa y transformadora de la conciencia social a través de propuestas artísticas del arte contemporáneo y este año, gracias al apoyo del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, contamos con PhotoAlquimia y Trashformaciones y su interés por el Reciclart Art. En el espacio Orbital, con aportaciones fuera de mercado, contamos con las muestras institucionales, especialmente dedicadas a la cerámica contemporánea. Y además, MARTE sale del Auditorio para montar exposiciones en el MACVAC, El Convent de Vila-real y ECO Les Aules de Castelló.
¿De qué han tenido que prescindir en esta edición?
MARTE desarrolla un amplio programa de visitas y eventos sociales fuera del horario de la feria, que este año se ha reducido muchísimo o se ha eliminado, especialmente por el toque de queda. Tampoco hemos programado visitas guiadas a estudiantes como otros años.
¿Cómo se adapta el espacio de la feria a la nueva situación para garantizar una visita segura y agradable?
El protocolo que hemos establecido es el habitual, con el uso del hidrogel, la toma de temperatura y el control del aforo. Además hemos planteado recorridos seguros, control del flujo de los visitantes para que no se acumulen en un estand, y el servicio de bebidas en mesas, garantizando la separación indicada.
Coleccionar en tiempos COVID. ¿Qué expectativas tienen de cara a esta edición? ¿Cuáles van a ser las principales dificultades y desafíos y qué objetivos se han marcado?
Queremos mantener el nivel de ventas de los años anteriores. Por un lado hemos detectado muchas ganas entre los coleccionistas y compradores eventuales de obras de arte, pero va a ser difícil por los problemas que tienen los desplazamientos en esta ocasión. Esperemos que la evolución sanitaria nos permita viajar.
La situación de movilidad puede cambiar en los próximos días ¿se contempla un plan B para MARTE? Aún celebrándose con “normalidad” y con presencia de público, ¿habrá algún programa paralelo online?
Somos conscientes de que vamos a tener poco público comparándolo con otras ediciones, por eso hemos preparado una visita virtual a la feria a través de la plataforma Artland. Nuestra idea es ofrecer esa visita virtual al finalizar la feria, pero si fuera necesario se adelantaría.
Los galeristas atraviesan momentos difíciles, igual que los artistas y gestores culturales. ¿Qué le pedirían a las autoridades competentes para que el desastre económico no se precipite hacia un abismo aún mayor?
Apoyo, claro. No sólo económico, sino de programación. El acceso a una cultura de calidad es un derecho de la ciudadanía y, por tanto, una obligación institucional. Ya es hora de que los creadores vayan recuperando su sitio dentro del ecosistema cultural, sustentados por las entidades necesarias para mostrar sus obras a la sociedad, por eso, uno de los ejes fundamentales es el de la visibilidad del artista desde las infraestructuras culturales, que no se rompa esa relación entre creador y centro de exposición.
¿Han contado con nuevos apoyos institucionales públicos o privados para la celebración de MARTE 2020?
MARTE ha tenido la suerte de aunar el apoyo de las instituciones de la Comunitat Valenciana, la provincia y la ciudad, sin importar el color político y con un respeto absoluto por la profesionalidad de los organizadores. Es cierto que este año hemos visto reducidos los presupuestos, pero seguimos contando con el apoyo principal de la Diputación, y los del Ayuntamiento, Consorci de Museus e Institut Valencià de Cultura.
Les pido, por último, una valoración de cómo puede el sector del arte contemporáneo prepararse para afrontar una nueva crisis económica y en qué aspectos habría que poner el foco.
Está claro que debe implementarse una especie de New Deal como en la crisis del 29, si no, la precariedad del oficio de artista no va a resistir. Una crisis como la de hoy, debida a la pandemia de coronavirus, revela la falta de respaldo por parte del Estado para muchos sectores de la sociedad, y el del arte es uno de ellos. Una situación como esta puede mostrar con toda su violencia la incapacidad del pensamiento social, y particularmente de las instituciones, de entender que es imprescindible desarrollar programas para contribuir a la compleja ecología cultural española.
Muchas gracias y mucha suerte.
MARTE. Feria de arte contemporáneo de Castellón
Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón (Av. de la Mare de Déu del Lledó, 50, Castellón de la Plana)
Del 5 al 8 de noviembre de 2020