NOMBRE: Maiky (Miguel)
APELLIDOS: Maik (Solans)
LUGAR DE NACIMIENTO: Zaragoza
FECHA DE NACIMIENTO: 1990
PROFESIÓN: Artista
A Maiky Maik, pseudónimo de Miguel Solans y nuestro fichado esta semana, lo conocimos por estas fechas en 2021: presentó su primera individual en Antonia Puyó, su galería zaragozana, bajo el título de “Mudanza”; constaba la exposición de pinturas coloristas dedicadas a instantes cotidianos, que no concretos, y que sugerían un aire de nostalgia: las sensaciones y la memoria, a veces generada por sonidos u olores fugaces, son su materia prima, más que los motivos reales, que en ocasiones descontextualiza.
Formado en la Escuela de Arte de Zaragoza, Maik ha desplegado su trabajo en los campos de la pintura, la ilustración y el arte urbano, de ahí que hayamos podido encontrar su obra en paredes, fanzines, portadas de discos, lienzos, papel e incluso patinetes; a menudo retrata personas, flores o animales, sobre todo perros y caballos, en escenas en las que evoca emociones o atmósferas de intimidad, o bien recurre al humor y la caricatura.
Además de aquella exposición en Antonia Puyó, ha presentado otras individuales en la Fundación CAI de Zaragoza, la Seven Stars Gallery de Berlín o la Feria MARTE de Castellón, y ha participado en colectivas en Zaragoza, Madrid, Barcelona o Londres, incluyendo las ferias ESTAMPA y JustMAD. Sus pinturas murales, por su parte, han salido a nuestro encuentro en varias ediciones del Festival Asalto, en el Colegio Británico de Zaragoza, el Hospital Miguel Servet, el Festival Rasmia, Etopía o el barrio de la Almozara, también en la capital aragonesa.
Se suma este autor a nuestros Fichados porque queremos saber más de su tránsito por las distintas técnicas que ha empleado, del origen de sus pinturas y del modo en que, en la aparente apacibilidad de sus escenas, asoma lo inquietante: algo podrá generar incomodidad en el espectador y correrá de nuestra parte preguntarnos las razones de que así sea.
Preguntado por sus orígenes, nos ha contado Maiky que pinta o dibuja desde siempre, pero que su convencimiento de que podría trabajar como artista llegaría más tarde: La verdad que nunca fue algo premeditado; siempre he sentido interés por el pintar y dibujar, pero no pensaba que fuera posible dedicarme a ello de manera profesional, veía el mundo del arte como algo de las películas, bastante inaccesible. En 2017 terminé un grado de Ilustración y comencé a trabajar como ilustrador durante varios años, hasta que fui a vivir a Barcelona y, por cosas de la vida, fui centrando mi trabajo en la pintura y en la producción de obra propia, donde me sentía más libre para expresar lo que yo quería y no tanto la idea de un cliente.
Los temas de sus composiciones, como avanzábamos, pasan por lo cercano pero no demasiado; algo en ellas nos atrapa y algo nos hará querer tomar distancia. En todo caso, como dijimos, trabaja a partir de memorias de momentos, sin buscar captar ni figuras ni objetos con voluntad mimética, sino expresando en cierto modo su aura: Me interesa la representación de escenas cotidianas con las que cualquiera podría empatizar, pero todo impregnado con un toque de decadencia, a modo de crítica social; escenas en las que parece que todo está bien, pero en realidad hay algo que incomoda.
Para representar estas imágenes recurro a recuerdos, momentos que de algún modo resuenan en mi memoria porque cuando los viví se quedaron grabados en ella, así como a ensoñaciones que no sé si he vivido o no; de esta manera las escenas adquieren una atmósfera onírica.
En la pintura, la disciplina en la que, como nos contaba Maik, lleva varios años volcado, viene experimentando con las posibilidades de unas y otras técnicas. Conoció la rapidez de secado del acrílico; ahora agradece que no sea ese el caso del óleo: Hasta hace poco pintaba siempre acrílico sobre lienzo porque, por un lado, era más barato y, por otro, fue la técnica con la que empecé a pintar y me sentía cómodo con ella: secaba rápido, no daba mucha guerra. Hace varios cuadros ya que me aventuré con el óleo, y la verdad ha sido un mundo nuevo: así como antes agradecía lo rápido que secaba el acrílico, ahora se ha vuelto en mi contra; el óleo me permite jugar mucho más con la fusión de los colores, me lo paso mejor pintando, al final se trata de eso, ¿no?
Sus referentes son diversos y, ni mucho menos, estrictamente artísticos; tienen que ver con la cultura urbana: Todo mi imaginario gira un poco en torno al skate y la cultura que genera. Música, fotografía, cine, moda etc.: una forma de pensar y una visión un poco outsider de la sociedad.
A la hora de citar sus principales proyectos, subraya Maik esas formas múltiples que ha adoptado su producción, algunas colaborativas: Al haber trabajado como ilustrador, el volumen de proyectos que he abarcado es mayor: muchas colaboraciones con grupos de música (Marcelo criminal, Depresión sonora, Rosin de Palo…). Esa parte de colaboración con otros artistas era la que más disfrutaba, porque me daba más libertad creativa. El pasado año 2023 desarrollé, junto a @soulinthekitchen, un calendario de frutas y verduras de temporada impreso en risografía.
En 2021 presenté “Mudanza”, mi primera exposición individual en la Galería Antonia Puyó, con la que trabajo a día de hoy, en la que hablaba de mi vuelta de Barcelona a Zaragoza, mi ciudad natal. En 2023 realicé una residencia artística en la galería Seven Star de Berlin, comisariada por el artista Harif Guzman, en la que llevé a cabo “División”, una exposición individual en la que me refería al conflicto que sentía entre la necesidad de salir de mi ciudad a “ganarme la vida” y el gusto de quedarme en el lugar al que pertenezco.
También he participado en exposiciones colectivas como “Your heart to a dog to tear”, en Londres; “Enter chorus”, en Barcelona; y “La suerte de la sonrisa”, en Madrid; así como en ferias como JustMAD (2022) ESTAMPA (2023) y MARTE (2024), todas con la Galería Antonia Puyó.
Podemos seguir sus pasos aquí: www.maikymaik.com