NOMBRE: Luciana
APELLIDOS: Rago Ferrón
LUGAR DE NACIMIENTO: San Juan, Argentina
FECHA DE NACIMIENTO: 1982
PROFESIÓN: Artista
A Luciana Rago, nuestra fichada esta semana, la conocimos allá por 2014 en el Museo Barjola de Gijón: nos enseñó allí “PL(I)EGARIAS”, una muestra derivada de una investigación de la artista sobre obras de la historia del arte vinculadas a asuntos religiosos y bíblicos y sobre los paños y vestimentas que en ellas aparecen. Proponía modos alternativos de acercarnos a esas telas desde la escultura o la instalación: convertía la pintura sobre papel en objeto y hacía hincapié en el tratamiento de los pliegues, tan característico de la tradición pictórica europea. El mismo título contenía una evidente ironía y se nutría la exposición de reflexiones sobre las posibilidades del papel, sobre la relevancia del material como soporte del pensamiento y sobre las posibilidades de recuperación de las imágenes.
Además de en ese centro asturiano, Rago también ha presentado individuales en el Centro Cultural Estación San Martín, la Alianza Francesa. Rancho Aparte y el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson de San Juan, la ciudad de Argentina donde nació; el Museo Provincial de Lugo, el Centro 14 del Ayuntamiento de Alicante, el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, el Colegio de España en Paris o Alimentación 30 (Madrid), mientras que sus colectivas le han llevado a espacios como la Sala de Exposiciones del Banco Sabadell en Oviedo, la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, el Museo de la Universidad de Alicante, Tecla Sala (L’Hospitalet de Llobregat), la Sala Parés y la Galería Trama barcelonesas, el Centre del Carmen de Valencia, el Centro de Cultura Antiguo Instituto gijonés, el Centro Cultural Amadeo Conte Grand y La Mandorla de San Juan o la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes y el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires.
Además, Luciana, licenciada en Artes Visuales por la Universidad Nacional de San Juan y Máster en Arte Latinoamericano por la Universidad Nacional de Cuyo y en Investigación en Arte y Creación por la Complutense de Madrid, donde ahora reside, ha obtenido premios de adquisición de obra en dos ediciones de los Encuentros Internacionales de Arte Contemporáneo del Museo de la Universidad de Alicante (2015 y 2020) y accésits en el Premio de Arte Joven de la Fundación General de la Universidad Complutense y en el Premio de Pintura Mardel, ambos en 2016.
También ha recibido becas del Fondo Nacional de las Artes de Buenos Aires, la Secretaría de Ciencia y Técnica argentina, Endesa (en el Departamento de Exposiciones Temporales del Reina Sofía), la Fundación Peggy Guggenheim, AlNorte o la European Cultural Foundation y ha participado en el programa de residencias El Ranchito de Matadero, en la iniciativa Estudio Aberto #3 de la Red Museística de Lugo y en el taller que Julie Mehretu impartió en la Fundación Botín en 2015.
Hechas las presentaciones, os contamos que se suma Rago a esta sección porque queremos saber más de su trabajo sobre las conexiones entre pintura, instalación y creación textil, sobre la organicidad de las formas y la importancia de la intuición en los procesos creativos y también en torno a la noción de belleza en la imperfección propia del wabi-sabi, que ha estudiado por su interés en la pintura monocromática asiática.
Conforme al esquema que conocéis, le hemos preguntado primero por sus comienzos; nos explica que su atención al arte, y a la pintura en particular, tiene que ver con su niñez y con su abuelo y que paulatinamente ha entendido, desde que viene afianzando su actividad, que es posible conferir vida nueva a esta disciplina a partir de su relación con los espacios: Mi abuelo era pintor y yo pasé muchas tardes de mi infancia viéndolo pintar y pintando con él. Él utilizaba tinta china y acuarelas, los mismos medios que utilizo actualmente para formalizar mis piezas. Desde entonces estoy vinculada al lenguaje del arte en general y a la pintura en particular. Sin embargo, la profesionalización de mi carrera empezó en 2014, cuando mi práctica en el estudio se convirtió en un hábito y la socialización de mis proyectos encontró sus formas en los diferentes espacios expositivos.
Ahí comprendí que lo pictórico no podía limitarse a un cuadro encerrado en un marco, sino que trascendía los propios límites de sus soporte, y las instalaciones empezaron a cobrar vida. Cada espacio expositivo es una oportunidad para explorar sus vértices, sus zonas olvidadas, la modulación de la luz que la habita y el aire que la rodea.
Los asuntos fundamentales que aborda en su producción tienen que ver, lo adelantábamos, con las técnicas que utiliza; le interesa llevar la pintura hacia territorios tridimensionales, todo lo que puede ocurrir sobre el papel y las múltiples analogías que podemos crear a partir de su vulnerabilidad. Cuando emplea textiles, alude a prácticas tradicionalmente femeninas que perviven siglo a siglo, a lo pasado e inacabado: Mi trabajo parte del lenguaje de lo pictórico y se extiende hacia la instalación como un formato posible. Principalmente trabajo con tinta china y acuarela sobre papeles de fibras vegetales, como Xuan, Tengujo, Wenzhou, etc. Me interesa la vulnerabilidad del papel, la posibilidad de sus pliegues, de sus arrugas y todo lo que sucede azarosamente sobre ellos.
Utilizo materiales encontrados en la calle, como papeles de 9 gramos que se rompen mientras intento pintar sobre ellos, cuerdas que alguien olvidó en un descampado francés y cualquier elemento que está despreciado y quizás a punto de romperse. Para mí su fragilidad es un correlato de la fragilidad de los discursos y la imposibilidad de sustentar un relato único, sin fracturas por las que asomen sus contradicciones y su precariedad.
Desde 2020 he incorporado a mi práctica el lenguaje de lo textil, como un saber ligado a los quehaceres femeninos que se transmiten de generación en generación. Y como resultado obtengo esculturas blandas, pinturas-harapos, marañas de hilos; huellas melancólicas provocadas por la disposición de los fragmentos rasgados y las obras siempre incompletas.
En cuanto a sus figuras de influencia, menciona, además de referentes plásticos, la literatura, la danza y sus memorias familiares. Allí donde encontréis sus trabajos, prestad atención a los títulos. Cita la obra literaria de Chantal Maillard, los parámetros de la improvisación en la danza (la cual practico) y la pintura, la pincelada única de la pintura china monocromática, el wabi-sabi de la pintura monocromática del siglo XIX de Japón, el gesto extracotidiano del cuerpo, la pintura de Xu Wei, el recuerdo de mi abuelo y las instalaciones de Antoni Llena.
Los títulos son un elemento fundamental para comprender mis piezas, cada uno de ellos proviene de canciones, libros, dichos populares, títulos de otras pinturas… entre otras fuentes. En mi estudio tengo un cuaderno que se llama “Títulos Posibles”, una lista de títulos que esperan encontrar sus piezas, que son siempre abstractas, es decir, procuro alejarme de la representación lo máximo posible.
A la hora de abordar sus proyectos fundamentales hasta ahora, comienza Luciana por el más reciente, Husos (2020), cuyo nombre procede justamente de Chantal Maillard. Se sumerge allí donde confluyen pensamiento, sentimiento y material: Su título está tomado del libro “Husos. Notas al margen” (2006), de Chantal Maillard, quien considera que Husos es una “teoría de la mente (…), una topografía de los espacios mentales donde se ubican las emociones y los estados de ánimo, reducidos a connotaciones sintomáticas de imágenes más o menos perdurables”. Para ella “…la existencia no es otra cosa (..) que el movimiento de un huso a otro uso”.
En Husos, la trama y la urdimbre se enmarañan en ventanas abiertas y se suspenden desde estructuras inestables. ¿Cuál es el huso del observador? ¿Cuál es el huso creador?
Se puede entrar en el huso de la razón, en el huso de la intuición y de otras coordenadas mentales, corporales, nos dice Chantal Maillard, pero también se puede huir dentro del Huso. D-e-s-l-i-z-a-r-s-e dentro de los husos, quedarse (atrapada) en ellos y entrar en una profundidad sus-pendida. Aparece así el uso del discurso, de las formas, de los materiales, el huso del vacío, el huso de los “entre” y el huso de la gravedad, que es democrática y absoluta.
¿Puede la intervención del espacio dar cuenta de las fluctuaciones mentales, sus derivas y sus elaboraciones?
Husos es una serie que contiene esas ideas sobre los procesos de desarrollo de la mente; son exploraciones físicas del pensamiento, el sentimiento, los materiales y los tipos de relaciones que se suceden entre ellos. En Husos aparece la precariedad de lo no acabado, de lo irregular de la obra que se mueve levemente por el circular del aire, que respira por las propias cualidades del soporte, sometida al rigor de la arquitectura.
El año anterior trabajó Rago en La siesta de las cosas II, uno de sus proyectos en los que la pintura deviene objeto y se subraya el contraste de sus propiedades con la arquitectura circundante. Empleó la tinta china y se zambulló en la riqueza de significados que caben en los harapos: En “La siesta de las cosas”, la pintura se presenta como objeto, como escenografía, como cosa. Entre el muro y el espacio que va a habitar, se contrastan cualidades: lo pesante y estable de la arquitectura frente a lo ligero, frágil y flexible que recorre el espacio, creando puentes de sentido entre la historia de una construcción arquitectónica y los tantos modos de existencia de la pintura.
Aparece aquí la belleza de la imperfección, la precariedad de lo no acabado, de la obra que se mueve levemente por el circular del aire, que respira por las propias cualidades del soporte, sometida al rigor de la arquitectura siempre pesante, siempre presente.
La tinta china aparece casi sin variación en el anverso y reverso del papel Wenzhou que, jugando con la gravedad, se convierte en escultura y la pintura en harapos, una huella melancólica provocada por la disposición de los fragmentos rasgados. Las manchas, los lamparones, los chorreados, los vertidos y los salpicados posibilitan un ilimitado juego de inesperadas transformaciones plásticas, imprimiendo tensión temporal a los procesos de creación y una sensación de azar domesticado en los resultados.
La siesta de las cosas es una propuesta silenciosa que contiene la melancolía del rumor del papel, una suave agitación audible solo desde dentro, desde el propio proceso de creación, de mutabilidad de la materia y de la transformación de la pintura.
La pintura se presenta como objeto, como escenografía, como cosa. Entre el muro y el espacio que va a habitar, se contrastan cualidades: lo pesante y estable de la arquitectura frente a lo ligero, frágil y flexible que recorre el espacio.
En las comunicaciones fluidas entre disciplinas y en el potencial derivado de la fragilidad de los materiales, con lo que este tiene de paradoja, ya había profundizado en Reliquary (2016). Introducía el tiempo en la pintura: Como artista me interesa la idea de intercambio y, a partir de ella, realizo diferentes operaciones pictóricas. Utilizo materiales de alta especificidad técnica, como papeles de fibras vegetales (tengujo y kashimir), en contraste con elementos precarios y humildes, como papeles hallados en la calle; pero siempre, y en todos los casos, materiales con el sello de la fragilidad y vulnerabilidad evidente (en referencia a esos discursos con mimbres precarios de los que nos hablaba antes).
Reliquary responde a una línea de investigación que intenta arrancar la pintura de las clásicas dos dimensiones e incluir la idea de tiempo en el recorrido de su creación y en su instancia de socialización. Esta propuesta pretende ser una reflexión sobre las posibilidades de la pintura para dividir, separar la materia del resto; dibujar líneas que ponen límites, fronteras, también entre la forma y el resto, lo informe.
Por último se refiere la artista a la propuesta de la que comenzábamos hablando, Pl(i)egarias: Este proyecto es un intento por recuperar ciertas vestimentas y paños representados en pinturas clásicas, para proponer nuevos modos de repensarlas desde el campo de la instalación y la escultura. En Pl(i)egarias, es la pintura misma sobre papel la que se convierte en vestimenta, en paño, en objeto, enfatizando principalmente el trabajo de los pliegues en el marco de la tradición pictórica europea.
La apropiación es una operación clave en esta propuesta. Cada paño es un modelo pautado y desarrollarlo en el espacio complejiza aún más su campo referencial; se extienden sus posibilidades semánticas, convirtiéndose al mismo tiempo en capas de engaños visuales. En este sentido el título de cada trabajo es fundamental: se trata de una ironía de doble filo abierta a la interpretación.
En esta transformación que va del objeto representado al objeto presentado, destaca el papel como soporte, su historia y sus posibilidades. Una inquietud permanente sobre el lugar que ocupa el material como soporte del pensamiento, el modo en que la materia y pensamiento se funden.
Pl(i)egarias es al mismo tiempo la recuperación de un fragmento muy preciso de la historia de la pintura moderna y un énfasis sobre las manchas que surgen en el papel de fibras vegetales, que expone sus pliegues, lo frágil, lo sutil y lo leve, y a modo de plegaria contemporánea busca trasvasar los límites de lo pictórico hacia lo instalativo.
¿Cuándo y de qué modo se recupera una imagen, una obra con el interés de mantener su historicidad? ¿Qué tipo de reflexiones/experiencias ofrece la nueva puesta en escena de un tema o un fragmento de obra histórica al espectador contemporáneo? Son las preguntas alrededor de las cuales gira Pl(i)egarias.
Tres son las exhibiciones donde podemos contemplar actualmente la obra de esta autora, en Argentina, Asturias y Madrid. Y pronto la veremos también en Sant Cugat del Vallès: Actualmente formo parte de la exposición de la 109º Salón Nacional de Artes Plásticas en la Casa del Bicentenario en Buenos Aires (Argentina); de “Arte Al-Norte” en la Sala Sabadell Herrero de Oviedo y de “Licra”, una exposición colectiva en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.
También estoy trabajando para la exposición “HUSOS”, que se va a inaugurar el 25 de enero 2022 en el Centro Grau-Garriga de Arte Textil Contemporáneo de Sant Cugat de Valles, en Cataluña.
Conoced mejor a Luciana, aquí: https://lucianarago.com/