Quienes en el último mes hayáis pasado por Moncloa (la estación Paco de Lucía de Mirasierra aún está en construcción) seguro que os habéis sorprendido al ver en techos y paredes, en los cristales de las escaleras mecánicas diseños en rotulador, y en blanco y negro, que el personal de limpieza no se ocupa de borrar.
Se trata de las creaciones de La banda del Rotu, un colectivo formado por cinco artistas urbanos (Astronaut, Curruncho, Muphasa, RBN y Sabek) y sus cinco alter ego: personajes que los representan a ellos y a los que ellos representan constantemente en diversos soportes.
A golpe de rotulador, estos personajes interactúan entre sí y ya forman parte de divertidas escenas en blanco y negro, a menudo acompañadas por mensajes absurdos o indescifrables, en muchos puntos de Madrid. El horror vacui es su filosofía y en ocasiones incorporan temáticas políticas y sociales a sus obras.
Tras varios años trabajando por separado, los cinco han decidido iniciar su andadura como grupo a comienzos de este mismo año y desde entonces hemos podido ver sus trabajos en Muros Tabacalera, en la peluquería Val Souza Estilistas, en la librería y sala de exposiciones Switon & Grant, y en la inauguración de la tienda de The North Face en Madrid.
Desde el pasado 27 de octubre y durante un mes, La banda del Rotu continúa trabajando en una serie de intervenciones artísticas en la propia estación de Moncloa que los usuarios de Metro podremos disfrutar hasta la primavera del año que viene.
Hemos hablado con La banda del Rotu sobre su presencia en Moncloa:
¿Cómo recibisteis la noticia del encargo? ¿Os sorprendió que por parte del Gobierno regional se hiciera este esfuerzo por defender y promover el arte urbano?
Como todo proyecto que nos llega, lo hablamos, lo discutimos, lo valoramos. Preguntamos y aceptamos o no. En este caso particular, era claramente -y lo estamos viviendo- un desafío como grupo por las dimensiones y características del proyecto. En concreto la estación de Moncloa es muy grande, tiene dos líneas de Metro y está plagada de estímulos visuales -publicidad, chiringuitos, señalética- que complican la intervención. Por lo que el esfuerzo ha sido mayor. Lo dividimos en tres fases-etapas: 2 lonas de 17x4m + intervención en directo + vinilos de corte /
En cuanto a la relación Metro – Arte Urbano, a nivel internacional es bastante frecuente la realización de grandes proyectos en espacios públicos. Desde Murales, a Museos a eventos. Es cierto que en Madrid y en el Estado en general, todavía es muy arcaica la relación y hay mucha desconfianza y poco riesgo. Por eso también nos interesó el proyecto. Es arriesgado y nuestra propuesta es bastante salvaje. Estamos llevando el estilo que usamos en la calle al Metro. Y eso se nota, ya que no nos entienden ni desde La Policía o los políticos a algunos grafiteros puretas y artistas urbanos. También en el análisis hay que tener en cuenta que hay elecciones municipales de por medio. El proyecto y la puesta en escena es rompedora, porque molesta o hace repensar a muchos y diversos sectores. Y porque a nivel artístico, estamos manejando una microintervención de gran escala, detallista y termítica… A nosotros, siempre que nos dejen trabajar en libertad y haciendo lo que nos gusta, nos interesa. Esa es la premisa básica e inclaudicable…
¿Qué mensaje estáis lanzando con vuestra intervención en Moncloa?
No hay un mensaje concreto. Es una intervención de un grupo de artistas urbanos que pintan iconos en distintas situaciones y espacios. Utilizamos mensajes como iconografía también, pero suelen ser absurdos, antipoéticos, surrealistas, existencialistas y gatopardistas.
¿Qué repercusión pensáis que puede tener el hecho de que se “oficialice” el arte de la calle? En general, a nivel social, si cambiará la mirada de una parte de la ciudadanía; y en particular en lo que puede tener de reconocimiento hacia vuestro trabajo.
No se oficializa porque se hagan intervenciones en estaciones del Metro. Puede ayudar a que, después de tanto tiempo de criminalizarlo porque ignorancia, desconocimiento, falta de educación o mala intención, se empiece a entender de otra manera. Pero puede ser el principio o una gran excepción. De llevar varias semanas pintando en directo, hemos tenido la posibilidad de interactuar con la gente. Y ha pasado desde el que nos preguntaran si es legal, hasta que llamaran a la policía en varias ocasiones, hasta innumerables voces de agradecimiento, muchas fotos, algunos “haters” cibernéticas….charlas con la gente, preguntas sobre los materiales, gente que se viene específicamente a ver cómo lo hacemos, gente que va al Metro sólo para verlo…
¿Qué espacio, lugar, o elemento urbano os gustaría que os “dieran permiso” para intervenir?
El permiso no lo necesitamos. Se trata y se sigue tratando de tomar lo que nos gusta y de reclamar las calles como un espacio de arte y no de publicidad o propaganda política. Se sigue tratando de luchar contra las paredes y mentes grises.
LÍNEA ZERO: TRAYECTOS DE ARTE URBANO
La iniciativa forma parte del proyecto Línea Zero, puesto en marcha por la Comunidad de Madrid en colaboración con Metro y con Madrid Street Art Project, organización sin ánimo de lucro volcada en la difusión de las creaciones callejeras que se ha encargado de comisariar el proyecto. El objetivo es poner en valor el arte urbano de cara al público masivo que a diario utiliza la red de metro, y a su vez subrayar las posibilidades de las instalaciones del suburbano como soporte y escenario de proyectos culturales; al fin y al cabo, no podemos olvidar que graffiti y metro han estado vinculados desde hace décadas.
Se ha tratado de convertir, temporalmente, pasillos y andenes en una galería a la que trasladar muestras del arte que se lleva a cabo en la calle, consiguiendo que el viajero pueda disfrutar de éste de forma natural y accesible.
PACO DE LUCÍA, ENTRE ROSH333 Y OKUDA
La de Moncloa no es la única estación intervenida hasta ahora: en la de Paco de Lucía, en Mirasierra (aún en construcción y con la primavera del año que viene como fecha de inauguración prevista), podremos ver una obra dedicada al guitarrista que llamará nuestra atención por su gran tamaño, pues ocupa más de 300 metros cuadros, y por sus colores vibrantes.
Sus autores son Rosh333 y Okuda, en colaboración con Antonyo Marest; del primero resultan inconfundibles sus formas sinuosas, sus líneas curvas y las manchas en tonos pastel que vemos a la izquierda; el sello del segundo (a la derecha) se hará presente en figuras geométricas, formas estrelladas y en ese cromatismo intenso que domina la obra. Separa el trabajo de ambos un gran retrato del compositor.
Madrid Street Art Project nos recuerda que tras esta primera incursión (organizada) del arte urbano en el metro de Madrid hay muchas horas de preparación y trabajo que han quedado documentadas en material gráfico y audiovisual; como prueba, este último vídeo.
Está previsto que en un futuro se incorporen nuevas estaciones al proyecto, una línea de metro imaginaria, la del arte urbano, en la que está previsto que tengan cabida todo tipo de piezas; algunas serán permanentes, de otras podremos disfrutar temporalmente.
REGALOS SUBURBANOS
De la mano de La galería de Magdalena, un colectivo artístico que promueve el uso del espacio público como lugar para el arte a través de la participación ciudadana, Línea Zero ha presentado las iniciativas #RegalosSuburbanos, #NeveraUrbana, #TeVi y #RegalosViajeros a las estaciones de Argüelles, Plaza de España, Lavapiés, Legazpi y Villaverde Bajo.
LA ÚLTIMA EN LLEGAR: NÚÑEZ DE BALBOA
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se instalará en la estación de Núñez de Balboa la cuarta intervención de Línea Zero, a cargo de la artista argentina Hyuro. Podremos ver 24 fragmentos de una jornada laboral representados en una serie de 24 dibujos colocados a lo largo de uno de los pasillos de la estación en homenaje a las amas de casa y a su trabajo.