APELLIDOS: Serrano Rivas
LUGAR DE NACIMIENTO: Málaga
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
Conocimos a Leonor Serrano Rivas en 2009, con motivo de su participación en “Urban-action”, en La Casa Encendida, aunque ya en 2008, junto al equipo Larataconbotas, obtuvo una Mención de Honor en el certamen Everyville, convocado en 2008 por la Bienal de Arquitectura de Venecia.
Leonor es arquitecta, actualmente reside en Londres, donde acaba de finalizar sus estudios de postgrado en la Goldsmiths University, y desde aquellos acertados comienzos ha presentado muestras individuales en la Galleri Rotor de Gothenburg (2011) o en el Espaidos de Terrassa, el año pasado. En 2014 también desarrolló una performance en la Serpentine Gallery de Londres, Yet the sky is still the same, y entre las colectivas en las que ha participado figuran la muestra de Generación 2014, de nuevo en La Casa Encendida; “Cine Bogart. Imaginar un edificio”, en CentroCentro, y las recientes, ambas de este mismo año, “¿Por qué no lo llamamos entropía?”, en Tiro al blanco (Guadalajara, México) y “And The Soft Ground In the Garden Was Also A Costallation”, en el Lychee One de la capital británica.
Asimismo, ha impartido talleres infantiles en el Museo Reina Sofía y forma parte del proyecto A La Vuelta de la Esquina, del que ya os hemos hablado y que actualmente se está llevando a cabo en el barrio de Lavapiés.
La artista nos cuenta que concibe su trabajo como “un juego compuesto de instrucciones donde se produce, durante un breve instante, un espacio paralelo que reemplaza a la vida cotidiana”. Se ha servido de la instalación como medio a la hora de generar otro espacio, que ella llama “el del ensayo”, planteado como puesta en escena para el desarrollo de otras representaciones y experiencias posibles; de otras temporalidades donde movimientos y formas puedan crear escenografías en las que tengan lugar acciones no previstas sin una lógica interna definida.
El público juega en estas propuestas un rol fundamental: Considero a los espectadores personajes, y la obra es una configuración escénica que se mueve en torno a ellos, invirtiendo los papeles tradicionales de intérprete (actor, performer) y audiencia, e intentando que el espectador forme parte del reparto. Estoy interesada en cómo la exposición puede capturar lo ordinario a través de la creación de una ilusión que se sostiene en el borde de la realidad.
Mención de honor en el XII Premio ABC de Arte y becada en 2011 por el Centre Civic Can Felipa y la Fundación Arte y Derecho, Leonor no ha ejercido como arquitecta en sentido estricto, pero esa disciplina, capaz, como la literatura, de convertir la realidad en una suma de elementos ficticios (plano mediante), sí tiene peso en su trabajo: aquellas codificaciones le han permitido realizar dispositivos de espacios muy bien planteados que puedan activarse, y por tanto generar un acontecimiento susceptible de proporcionar distintas lecturas, al entrar en contacto con el visitante. La artista, como ya hemos dicho, no nos trata como meros contempladores pasivos.
Partiendo de la idea tan manejada por Cortázar de que la fantasía procede de lo cotidiano, en sus instalaciones, en las que también tienen cabida la fotografía, el vídeo y el dibujo, lleva al plano personal sistemas de conocimiento colectivos que asumimos como ciertos y que, gracias a su intervención, tenemos que repensar, porque lo que fueron certezas parecen de su mano afirmaciones cuestionables, o absurdas.
¿Dónde encontrar a Leonor? La Galería madrileña Marta Cervera ha apostado por ella para participar en APERTURA 2015 y nos enseña, entre otras piezas, una videoinstalación sonora en la que podemos diferenciar dos escenarios: en el primero encontramos telas, objetos o papeles suspendidos; en el segundo, la performance coreográfica documentada de unos bailarines.
Lo lúdico y lo teatral son esenciales en esta exhibición, titulada “Limbs describe curves”. En el caso de los bailarines, sus cuerpos, a través del movimiento convertido en ejercicio mecánico, describen espacios; los objetos, separados de ellos mediante un telón, se dirigen al espectador, a modo de coro; y el uso de sombras y luces parece animar siluetas suspendidas. La tramoya escenográfica queda al descubierto y compone, en sí misma, el eje de esta obra, que introduce en un espacio expositivo (cubo blanco, aséptico) el espacio teatral (tradicionalmente asociado al cubo negro), y, por tanto, la ficción.
Podéis seguir los pasos a Leonor en su web: www.leonorserranorivas.com