NOMBRE: Laura
APELLIDOS: Torres Bauzà
LUGAR DE NACIMIENTO: Palma de Mallorca
FECHA DE NACIMIENTO: 1990
PROFESIÓN: Artista
Hasta el próximo 31 de enero podemos encontrar su trabajo en Madrid, en Tabacalera, en la exhibición que repasa los 35 años de trayectoria del programa de apoyo a las artes visuales del INJUVE y el verano pasado la conocimos en La Casa Encendida de la mano de otra convocatoria que es clásica descubridora de talentos: Inéditos. Su trabajo formaba parte del proyecto Un amor salvaje que arruina nuestra paz del comisario Sergi Álvarez Riosalido, que ahondaba en formas de incorporar lo que Lacan llamaba “las cosas del amor” en la práctica creativa, es decir, de hacer emerger lo imprevisible en medio de tendencias marcadas y dominantes.
Laura Torres Bauzà, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, Máster en Producción e investigación artística por el mismo centro, Máster de estudios comparados en literatura, arte y pensamiento de la Pompeu Fabra y Doctoranda en Humanidades por esa misma Universidad, también ha presentado su obra en la Fundació Vila Casas, The Private Space (Barcelona), Aba Art Lab (Palma de Mallorca), el Museu d’Història de Manacor, la Galería Xavier Fiol mallorquina, la Fundació Felicia Fuster y la Sala d´ Art Jove de Barcelona, la Sala Amadís madrileña, la Galería Fran Reus mallorquina, Bòlit, Centre d’Art Contemporani de Girona; Casal Solleric, la Casa Elizalde y La Capella. Además, ha participado en citas como Palmaphoto, el Festival Internacional de Vídeo Entre Islas, Artnit Campos, el Festival de Arte Contemporáneo de Saltillo (Coahuila, México), Oslo Graphic Barceloneta, Palma Art Bruch o la feria JUSTMAD.
Cerramos el apartado de presentaciones contándoos que Laura ganó el Premi Ciutat de Manacor ex aequo (2014), uno de los premios a la producción de proyectos de creación de la Sala d´Art Jove catalana y el Premio Amadeu Oller para poetas inéditos (2016), además del Barcelona Producció 2019-2020 en la modalidad de artes en vivo. Fue seleccionada en Intransit y en las Ayudas a la Creación Joven de INJUVE en 2015, ha desarrollado residencias en Ca l’Isidret, Nau Estruch y Hangar y ha recibido becas de la Politécnica de Valencia (Perspective HCV, Cátedra de Arte y enfermedades), Bòlit Mentor, el Círculo de Bellas Artes de Palma (Archie Gittes) o la beca Illenc, para el visionado de porfolios en Arlés.
Esta semana la fichamos porque queremos saber más de su trabajo en torno a los esquemas mentales con los que tratamos de dotar de significado a lo real, nuestros modos de ocupar el mundo en el fondo y en la forma y el cuerpo entendido como primera barrera entre el individuo y su entorno.
Hemos preguntado a la artista por sus comienzos; nos ha contado que tomó conciencia del abanico de posibilidades que la creación le ofrecía a la hora de volcar sus inquietudes mientras estudiaba: Aunque mi curiosidad por el arte empezara antes, creo que fue para mí un momento de inflexión tomar conciencia de las infinitas posibilidades de expresión que ofrece la práctica artística, sobre todo a nivel formal. Eso me pasó mientras cursaba la carrera de Bellas Artes en Barcelona, donde el arte conceptual tiene una presencia importante. Con el tiempo me he ido sintiendo cada vez más cómoda con esta manera de trabajar, que me ha ayudado a probar diferentes soportes y formatos. Cuando terminé Bellas Artes cursé un máster en Producción e investigación artística también en la Universidad de Barcelona, donde seguí probando maneras de indagar y comunicar aquello que cautiva mi atención. Después de eso, y notando que me apetecía adquirir un bagaje más teórico, hice un segundo Máster en Estudios Comparativos en Literatura, Arte y Pensamiento, esta vez en la Universidad Pompeu Fabra, donde actualmente estoy haciendo un doctorado en Humanidades. El diálogo entre investigación académica e investigación artística es habitual en mi trabajo e intento encontrar el modo de que ambas puedan retroalimentarse.
Como avanzábamos, sus intereses tienen que ver con nuestros modos de entender el mundo y darle sentido y con las posibilidades de ampliar nuestra perspectiva, hacia nuestro entorno y hacia nuestro propio interior: Me gusta pensar el arte como una forma de generar conocimiento. Me interesan las cuestiones vinculadas a la representación, a la narratología, a la imagen, a cómo codificamos el mundo y lo significamos. Me gusta fijarme en los pequeños detalles y me fascina estirar del hilo de pequeñas historias. Me persigue la idea de cómo ocupamos el mundo físicamente, emocionalmente y en relación a los otros. Intentar encontrar las vías para mirar desde otro punto de vista el producto obtenido de este deseo de aprehender cuanto nos rodea es lo que más me cautiva, ya que veo en este ejercicio la posibilidad de conocernos un poco mejor a nosotros mismos y al legado simbólico y narrativo que nos conforma.
Trabaja Laura en disciplinas diversas, en función de las demandas de cada una de sus propuestas, y ha prestado especial atención a aquellas que permiten vertebrar relaciones entre sus partes y fragmentos. Últimamente se ha interesado también por la performance: Trabajo a través de diversas técnicas y formatos porque intento pensar cómo hacer dialogar idea y forma en cada proyecto específico. Sin embargo, hay algunos que se repiten más que otros.
Me interesa especialmente el formato instalativo porque en él las piezas pueden establecer un diálogo, una narrativa. Pasa lo mismo con el formato audiovisual, es decir con el montaje, que ayuda a tejer una constelación de relaciones aún sin necesidad de convertirse en un relato lineal. Además, el vídeo también aporta la posibilidad de combinar más ágilmente la palabra y la imagen, cosa que me da la opción de entrelazar producción plástica y escrita. Más recientemente me he decantado por experimentar también con la performance, que me permite combinar imagen y texto, pero en este caso dando mayor importancia a la oralidad. Esta idea me resulta francamente interesante, y tengo intención de seguir profundizando en ello para ver hacia dónde me lleva.
Entre sus referencias cita la literatura (hemos mencionado que también cultiva la poesía), pero comienza hablando de Harun Farocki, uno de los integrantes más originales del movimiento del Nuevo Cine Alemán, cuya producción mantuvo siempre una reflexión política y cuestionó la influencia de los medios visuales en el pensamiento humano. Nos lo explica: Actualmente estoy llevando a cabo una tesis en torno al artista y cineasta experimental Harun Farocki. Más concretamente sobre su manera de acercarse y analizar la imagen y los aparatos y contextos que las producen. Farocki piensa la imagen a través de la imagen misma y eso es algo que intento trasladar a mi propia práctica artística. La influencia de este autor sería para mí la más evidente, pero no la única. A lo largo de los años vas encontrando personas que te ayudan a repensar tus propios procesos o a ir más allá de los mismos. Me gusta cuando el espacio del arte es también colectivo y colaborativo, y doy mucho valor al hecho de poder compartir proyectos y prácticas con otras personas. Por otra parte, la literatura, y más concretamente la poesía, tienen también tienen un impacto importante en mi trabajo. Y no solo porque escribo, sino sobre todo por aquello que leo. Empecé con autores como Andreu Vidal, que me descubrieron una manera distinta a la que yo tenía de entender la poesía y otras formas de explicar aquello que a veces, paradójicamente, cuesta expresar con palabras.
A la hora de hablarnos de los principales proyectos en los que hasta ahora ha trabajado, comienza con Sobre la revolución, una de sus propuestas performativas. Planteó los lazos entre lo real y lo ficticio en los emblemas que nos hemos dado como imágenes de la insurrección: El proyecto performático Sobre la revolución plantea explorar las interferencias entre realidad y ficción a la hora de construir colectivamente el imaginario de la revolución, invitando a la reflexión sobre el uso de una serie de símbolos, gestos o emblemas que tienen su origen en la cultura popular de ficción (especialmente en el ámbito cinematográfico o literario) y que habrían sido adoptados por movimientos sociales contemporáneos como insignias de sus luchas. Entre ellas encontraríamos las máscaras de Anonymous (que irónicamente cada vez que compramos una en Time Warner la empresa se lleva su parte en concepto de royalties), el gesto de la protagonista de los Juegos del hambre adoptado por los manifestantes en Bangkok en su lucha por la democracia o los manifestantes en la frontera palestina disfrazados de los personajes de la película Avatar para protestar contra la invasión militar, por mencionar algunos.
Asimismo, esta charla performativa pretende ser un espacio para especular en torno a los recursos narrativos (los roles de los personajes y su relación con el poder, los gestos, el discurso, el patrón de repetición, etc.) de los que se sirven las producciones del ámbito de los mass media a la hora de intentar representar la “naturaleza de la revolución”, prestando también atención a las formas en que los bienes de consumo mercantilizan y banalizan, a través de estrategias como el merchandising, este primer reconocimiento de la potencialidad de lo simbólico. Así pues, esta propuesta genera las condiciones para hablar de las relaciones entre realidad y ficción a la hora de encarnar la representación de la revolución; jugando a imaginar las virtudes y los problemas de utilizar este tipo de referentes en el avance hacia el cambio real.
El trabajo que el año pasado llevó a La Casa Encendida, en el marco de Inéditos, era Tierra quemada, y ahondaba en el lado aniquilante de los afectos: La instalación Tierra quemada fue especialmente producida para la exposición “Un amor salvaje que arruina nuestra paz”, comisariada por Sergi Álvarez Riosalido. Sergi me propuso trabajar en torno a la idea de un gesto destructivo vinculado al amor, presente tanto en el mito de Medea como en la historia de Madeleine Rondeaux, la primera esposa del escritor André Gide. Esta obra plantea una relación y una comparación con la política de la tierra quemada, junto con otras historias como la de Nongqawuse, a quién una revelación condujo a exterminar todo el ganado de su comunidad. Intenta mostrar las relaciones paradójicas y problemáticas entre el amor o el deseo y el impulso destructivo.
En Edén reflexionó sobre lo que dice de nosotros, y quizá de nuestras carencias, nuestro afán categorizador de la naturaleza: Consiste en una pieza audiovisual vinculada al Eden Project, un complejo medioambiental de 50 hectáreas que alberga en su interior un amplio abanico de las especies vegetales que habitan el planeta. Mi interés por este espacio tiene que ver con su potencialidad metafórica, pudiendo ser leído como ejemplo de éxito de una necesidad de ordenación y racionalización del mundo. El motivo que persigue esta propuesta es tratar de analizar, a través del ejemplo concreto del Eden Project, las estructuras mentales que proyectamos para dotar de sentido aquello que nos rodea. La construcción de una infraestructura de tales características, respaldada por el éxito del programa baconiano y el desarrollo tecnológico, podría estar hablándonos de las flaquezas de un ideal de progreso aún heredero del relato bíblico, preocupado por el reencuentro (o en todo caso la reproducción) del paraíso perdido.
Uno de sus proyectos audiovisuales es As if it was the last chance, dedicado a los muertos vivientes y articulado a partir del trabajo con imágenes tomadas de la red: La obra As if it was the last chance es una pieza audiovisual elaborada a partir de imágenes obtenidas de Internet, trabajadas a partir de su modificación, correlación y recontextualización. La colección de imágenes remite así mismo al imaginario zombi en general y a la serie The Walking Dead en particular, siendo el interés principal de la propuesta tratar de analizar tanto el sustrato mítico de la figura del muerto viviente en relación a la sociedad contemporánea, como también los paralelismos existentes entre la propuesta de reconstrucción ética de los escenarios de ficción postapocalípticos y la de nuestro presente, partiendo de la hipótesis de que uno y otro podrían retroalimentarse y conformarse mutuamente.
Por último nos habla de L’inhabitable, que se relaciona con ese interés suyo por indagar en nuestros modos de poblar el mundo: El proyecto se basa en una exploración sobre el concepto de habitabilidad, sobre cómo vivir sobre o en una materia infinita e indeterminada, que está siempre en continuo movimiento y que se ve modificada por el tanteo y la contradicción. Esta búsqueda sobre la noción de hogar pretende estirar el concepto más allá de las cuatro paredes, hacia una extensión cada vez más inseparable de la condición orgánica y temporal de la propia corporalidad. La particularidad de este proyecto es que se divide en dos partes; la primera como instalación compuesta por fotografías analógicas y dibujos. La segunda, de forma paralela, aparece en formato escrito, a través del poemario “L’Inhabitable”, ganador del Premi Amadeu Oller para poetas Inéditos en el 2016 y publicado por la Editorial Galerada.
Como veis, sus trabajos evolucionan hacia temáticas diversas pero todos tienen como punto de partida el abordar nuestras maneras de mirar y entender el mundo, y de ocupar un lugar en él. Le hemos preguntado también qué será lo siguiente: Hace un par de semanas terminé una residencia de investigación en Casa Planas. Allí hay un archivo que contiene, entre muchas otras cosas, una amplia colección de imágenes postales producidas en Mallorca entre los años 60-80 que habrían marcado el imaginario de la isla. Durante este periodo, mi intención ha sido buscar conexiones entre algunos de los conceptos clave de la obra y metodología de Harun Farocki y la producción de imágenes de promoción turística de la isla. Durante el proceso, he ido redescubriendo pequeños relatos que darían testimonio de un imaginario construido en base a superposiciones que poco tendrían a ver con la realidad cotidiana: camellos paseando por la playa de S’Arenal, otros animales exóticos tomados como autóctonos, postales presentando Mallorca con una estética muy similar a la de un mapa del tesoro o cerámicas extremeñas vendidas como objetos de producción local, por mencionar algunas.
Tales imágenes, que han viajado a día de hoy por todo el mundo, tratan de establecer un diálogo con aquello que queda anulado en la construcción del cliché de la isla: las imágenes que restan fuera del relato. De esta forma, a través de una constelación de fotografías seleccionadas, estoy trabajando para llevar a cabo una aproximación que pretende también visibilizar los juegos de poder que surgen de la elaboración de ese imaginario que parece mantener, por otra parte, cierta vigencia. Volver de nuevo a las imágenes y detenernos en ellas un instante para preguntarnos con qué intención, por qué y bajo qué marcos ideológicos fueron producidas. Ahora me encuentro tratando de tejer los datos e imágenes que he ido acumulando durante este mes y medio para poder mostrar próximamente los resultados obtenidos.
Permaneceremos atentos a su web: www.laurabauza.com
