NOMBRE: Juana
APELLIDOS: García-Pozuelo Barrios
LUGAR DE NACIMIENTO: Logroño
FECHA DE NACIMIENTO: 1978
PROFESIÓN: Artista
Tras Nekane Manrique, la pintura figurativa regresa a Fichados esta semana; hoy os hablamos de una artista que conoceréis bien los asiduos a las exposiciones dedicadas a la creación actual en Bilbao: han sido varias las muestras individuales que ha presentado allí Juana García-Pozuelo, a la que descubrimos allá por 2007 en Espacio Marzana.
En la capital vasca reside desde mediados de los noventa esta autora, licenciada en Bellas Artes en la Universidad del País Vasco y Máster de Creación e Investigación en Arte en ese mismo centro, que ha completado sus estudios en la School of Visual Arts de Nueva York y en la Summer Shool of Fine Art de Salzburgo.
Desde 2004 ha presentado, como decíamos, exposiciones individuales en la Sala Eduardo Dato de Vitoria, la Galería Pedro Torres de Logroño, Espacio Marzana, la Sala Torre de Aritz de Basauri, BilbaoArte (donde precisamente podemos ver su trabajo este verano, luego hablaremos de ello), la Sala del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y la Sala Rekalde. Además, obtuvo el segundo premio en el Certamen de Pintura de UNED Vizcaya (2001), dos Premios de adquisición de obra joven en el Certamen Parlamento de La Rioja (2002 y 2006) y dos becas de residencia en BilbaoArte (2003 y 2010). Ha sido seleccionada en Ertibil en tres ocasiones (2004, 2005 y 2013); en 2008 lo fue para participar en el Programa internacional de estudios del Snugh Harbor Cultural Center de Nueva York y en 2012 obtuvo una Beca de producción de la Diputación de Vizcaya.
Fichamos a Juana porque nos atraen sus alegorías pictóricas, inspiradas en emociones y recuerdos pero también en episodios de la historia de la humanidad y en la propia naturaleza, que a menudo ella hace dialogar con la figura humana y también con su psique. Muchas veces los títulos de sus trabajos nos ofrecen claves interpretativas de los temas que aborda, pero somos los espectadores quienes podemos poner en relación los elementos representados para obtener lecturas y reflexiones propias: para Juana, nuestro rol no es solo contemplador, sino también creativo.
Le hemos preguntado por sus comienzos: Empecé a trabajar a partir de mi paso por la Universidad, pero mi elección profesional fue una cuestión puramente vocacional, siempre me han gustado las armonías de color, dibujar etc.
No encontraremos en su producción temáticas cerradas, pero sí trabajadas afinidades iconográficas con autores de la pintura clásica y también contemporáneos, referencias literarias y los frutos de procesos introspectivos. El resultado de esa amalgama de inspiraciones se manifiesta entre atmósferas de ensoñación: Trabajo de una forma que es bastante anárquica en cuanto a la temática, no así en el aspecto técnico, en el que soy muy rigurosa. La verdad es que pinto lo que me apetece en cada momento o sobre temas que encuentro estéticamente sugerentes, a los que generalmente añado un componente onírico. Me atraen los que tienen que ver con el simbolismo, la fábula, el lado oculto de los objetos…
Suelo trabajar por series, en las que sigo unas pautas en la construcción de las imágenes, como el uso del color o la forma de resolver los cuadros, que hacen que el conjunto de mi trabajo sea visualmente uniforme y tenga un sentido. Por supuesto hay elementos recurrentes en mi trabajo (viviendas, paisajes, pájaros, agua, fuego, flores…), pero la representación y uso que hago de estos elementos ha variado a lo largo de los años que llevo de trayectoria profesional.
Como avanzábamos, la pintura es su disciplina y prefiere los formatos que no superan su propia escala: Trabajo en papel y en óleo sobre lienzo, en medio y pequeño formato, porque es mucho más cómodo y hace años llegué a la conclusión de que los cuadros no por ser más grandes son mejores. Aunque ocasionalmente me apetezca hacer formatos más grandes, intento no pintar cuadros que tengan más tamaño que el que yo tengo, a no ser que sea por encargo.
Y sus referencias, lo decíamos, son múltiples. Alude Juana, y otros fichados también nos han hablado de ello, al torrente de imágenes al que los artistas hoy tienen acceso y al tiempo breve que dedicamos a la contemplación del arte, una avalancha visual en la que encuentra una vertiente positiva y otra negativa: (Mis influencias son) la literatura, el cine y otros artistas. Van variando… En estos momentos es muy difícil mantener una fidelidad. De hecho es bastante complicado hacer una criba de la cantidad de información visual a la que estamos expuestos. Es desesperante la velocidad a la que se consume la imagen, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo real que se necesita para construir un cuadro. Por otra parte, la facilidad de acceso y la variedad que aporta ese consumo visual es muy enriquecedora y ha hecho mucho más sencillo el acceso a los trabajos de artistas conocidos, más allá del cuadro que siempre sale en los libros de texto. Así como sirve para dar visibilidad a artistas que, de una forma u otra, han permanecido en un segundo, tercer o cuarto plano, cuando no directamente en otra dimensión en la Historia del Arte.
Ahora mismo estoy mirando bastante el trabajo de Kay Sage, Gertrude Abercrombie, Rita Siegfried, Maissa Toulet, Serena Carone, Arnold Böcklin, Odilon Redon…
Para situar a los profanos, diremos en un repaso breve que Kay Sage fue artista y poeta surrealista, autora de paisajes míticos y desolados que quedaron a la sombra de los de su marido, Yves Tanguy; a aquel movimiento también se vinculó Abercrombie, que además se dejó inspirar por el jazz y los sonidos de Charlie Parker o Sarah Vaughan; entre las pinturas de la suiza Rita Siegfried figuran habitaciones propias inspiradas en las ideas de Virginia Woolf, Toulet realiza gabinetes de curiosidades, museos en miniatura dominados por el eclecticismo que recuperan el espíritu de Joseph Cornell y las muestras de Serena Carone también tienen mucho de cámara de las maravillas y de diálogo entre lo animal y lo humano. El simbolismo de Arnold Böcklin y Odilon Redon no necesita presentaciones.
Entre su producción encontramos combinaciones alegóricas de figuras y paisajes, casas inspiradas en la arquitectura popular estadounidense y sometidas a fenómenos climáticos extraños o a amenazas latentes, bosques que parecen encantados, gorgonas e imágenes infernales.
No os perdáis esas viviendas aisladas cuyos trazos todos conocemos, cine mediante: parecen esconder secretos y sugerir caminos a otras dimensiones del espacio-tiempo. Las envuelve un cosmos que parece revolverse contra nuestra desatención.
Preguntamos a Juana qué será lo próximo: Ahora mismo participo en una exposición colectiva, titulada “Begira”, donde se muestra la colección de pintura que tiene la Fundación BilbaoArte. Podrá visitarse hasta el 22 de agosto.
En octubre me voy a París, a La Cité internationale des arts, con una beca concedida a través del Institut Français y BilbaoArte, y estaré allí trabajando hasta enero. Mi proyecto es hacerlo sobre la colección del Musée de la Vie Romantique, que fue la vivienda del pintor Ary Scheffer, y en el que hay una gran cantidad de objetos pertenecientes a la escritora Georges Sand.
Estaremos atentos. Para conocer mejor a la artista, pasad por aquí: juanagarciapozuelo.com