Jorge Fuembuena Loscertales

NOMBRE: Jorge

APELLIDOS: Fuembuena Loscertales

LUGAR DE NACIMIENTO: Zaragoza

FECHA DE NACIMIENTO: 1979

PROFESIÓN: Artista

De entre nuestros artistas fichados Jorge Fuembuena quizá sea uno de los más consolidados: seguramente a muchos de vosotros os son familiares sus fotografías, que constituyen reflexiones sobre los mecanismos de construir y representar la realidad, porque Fuembuena concibe la fotografía como herramienta de meditación e investigación en torno a incertidumbres múltiples.

Becario en la Casa de Velázquez, vive y trabaja entre Madrid y Nantes y compagina su labor creadora con la docencia: es profesor de fotografía en  la Escuela Sur (fundada por La Fábrica y el Círculo de Bellas Artes de Madrid), en el Máster de Fotografía del Instituto Europeo de Diseño (IED) y en el Máster Internacional Photoespaña ( PIC.A).

En su extenso currículum figuran su participación en el prestigioso programa internacional Plat(t)form 2013, comisariado por el Fotomuseum Winterthur suizo, y la presentación de su trabajo en festivales como el brasileño Paraty Em Foco 2013, el Internacional de Fotografía de Arlés en 2015, el Festival Internacional de Fotografía de Pingyao ese mismo año, el Festival Encontros Da Imagem de Braga, en 2012; PHotoEspaña en 2013 y 2015, el Bitume Photofest en Lecce (Italia) en 2016 y PalmaPhoto 2013. También ha expuesto en espacios como Matadero Madrid, La Casa Encendida, la Getty Gallery londinense  o en FLORA Ars and Natura (Colombia).

Ha formado parte del proyecto Austro Sino Arts Program, en Pekín en 2012, y fue uno de los autores seleccionados para la exposición “Contexto Crítico: Fotografía española del s. XXI” hace cuatro años en Tabacalera. Participó también en la muestra “NEW SPANISH PHOTOGRAPHY_Visions beyond borders”, que se presentó en Nueva York, y su nombre figura entre los presentes en el Diccionario de fotógrafos españoles: del s XIX al XXI que La Fábrica editorial presentó en 2014.

Además pudisteis conocer su obra en Fotoseptiembre 2011, en México; Fotonoviembre 2011, en Tenerife; la Bienal de Casablanca 2012, la V Bienal de Arte Contemporáneo Fundación ONCE o Photo Biennale 2016, en el Museo de Fotografía de Tesalonika, así como en las ferias The Solo Project (Basilea 2015),  Pulse Miami 2015, Off Photo Paris 2015, Summa 2013, Estampa 2013, Swab 2013,  Just Mad 2014, Arte Santander 2014 y Foro Sur 2014.

Fuembuena se inicio en la fotografía de modo muy natural; según nos cuenta, su trabajo con ella es una forma de relacionarse con el mundo y de darle sentido: El mundo se está convirtiendo en una imagen de sí mismo, de simulacro, de apariencia, de cómo debería ser. La imagen solo se puede combatir desde la imagen. No se puede luchar con la palabra, solo con la imagen. Valoro cómo la fotografía me hace estimular el pensamiento crítico. Es un medio de conocimiento, un vehículo semántico fundamental, que permite la apreciación, ser espectador, y la construcción, ser autor. Toda observación contiene al observador, es decir no hay una observación al margen del fotógrafo. Tal como afirma Victor Erice: Ver es dejarse ver.

Aunque en su producción predominan los retratos, la temática de su obra es enormemente variada y se relaciona, en cualquier caso, con sus pensamientos sobre el acto de mirar, la importancia de la imagen en nuestra vida cotidiana y el poder que le concedemos a la hora de representarnos, identificarnos y comprendernos. El territorio también desempeña un papel importante en ese examen, aunque los motivos sean en sus trabajos, hasta cierto punto, secundarios: Investigo el territorio como lugar de lo común y espacio de diálogo, pero también como lugar de confrontación. Desde algo concreto, podemos ver cómo funciona un mundo.  Pienso que la fotografía muestra la apariencia de las cosas pero no la traduce. Para mí la fotografía habla de ideas, de capas semánticas de significado que uno incluye. Comparto los interrogantes, la incertidumbre. La mirada no supone tan sólo cómo vemos el mundo, sino cómo lo comprendemos. Lo que siempre me atrae es la noción de paradoja. Siempre me ha interesado más cómo construimos nosotros la realidad que la realidad en sí misma. No fotografío porque quiera describir lo real sino porque intento descubrir. En el proceso creativo miro más el cómo, es decir, el lenguaje, y menos el qué. Lo importante es incidir en el para qué más que en el por qué, como herramienta de reflexión crítica y  cuestionamiento de distintas realidades.

Esas indagaciones le han llevado a adentrarse también en los caminos del cine, en su poética y sus sugerencias de mundos paralelos: El cine contiene simultáneamente el elemento afectivo y el analítico, se mueve entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo real y lo ficticio, entre la realidad y el deseo, en suma, entre la razón y la emoción. El cine crea mundos posibles, universos imaginarios.

Desde unas primeras imágenes de corte intimista, poético e introspectivo, Jorge ha evolucionado hacia trabajos donde maneja el color con sagacidad y libremente, explorando sus temas desde el análisis concienzudo sin dejar de lado la intuición. Aunque sus fotografías resulten cada vez más “claras”, nítidas, depuradas y cerradas a lo anecdótico, su trasfondo intelectual ha ido ganando complejidad hasta aproximarse a lo conceptual.

Le hemos preguntado por sus influencias en ese camino: Cualquier pensador que tenga ideas y formas de trabajar visionarias, reveladoras y generadoras de conocimiento, el pensamiento crítico que se produce en torno a la política y la historia. Gran parte de las veces del cine y de la literatura; realizadores como Ingmar  Bergman, Robert Bresson, Andréi Tarkovski, Wong Kar Wai, Michel Gondry y autores como Barthes, Virilio, Diane Arbus, Jeff Wall, Paul Graham…

Os animamos a conocer a fondo la obra de Fuembuena desde sus inicios en su página web; por cuestión de espacio destacaremos tres recientes: Inside Insect, The End of Cathedrals y Wood Stories.

El primero lo inició tras recibir su beca de la Casa de Velázquez y aún se encuentra en curso. Es ejemplo de la impronta del cine en su obra, a través de la figura de Buñuel: El cineasta documental Javier Espada me solicitó hacer parte de la Dirección de Fotografía en España del filme documental Tras Nazarín, que se ha presentado ya en muchos Festivales Internacionales y próximamente lo hará en el MOMA de Nueva York. A partir de ahí comencé a solicitar imágenes a amigos del realizador como Carlos Saura, Jean Claude Carriere, Juan Luis Buñuel entre otros. La exposición es muy elíptica, pero en las maquetas del fotolibro en las que actualmente estoy trabajando con Eloi Gimeno y Gonzalo Golpe existe otro tipo de narración. El proyecto juega con los sistemas de signos y la representación fotográfica mezclando deliberadamente realidad y ficción, el mito del pasado y presente y la realidad. Toma la forma de ensayo fotográfico compuesto por fotografías y materiales de archivo, estableciendo relaciones de solapamiento, ecos o resonancias de todos estos elementos presentados como una constelación de materiales.
Inside Insect explora la apropiación de la imagen, el archivo, la recreación y la fotografía de paisaje documental. Luis Buñuel tenía la muerte muy presente y la fotografía no nace como un espacio estético sino como un discurso trágico, el del tiempo y la muerte.

Por poner dos ejemplos de la exposición, la imagen del Cemeterio de Calanda contiene  flores cuya función es simbólica, nos hablan de un espacio marginal como un santuario, un lugar donde Buñuel solía pasear. En El Monte Tolocha se da la idea del espacio doméstico, al ser utilizadas las piedras para sentarse, como track o huella de paso por los senderistas, pero el hecho es que en ese punto fueron esparcidas las cenizas del cineasta. Existe esa noción de cantar el territorio (idea poética): cada lugar tiene una canción y se dispone allá el objeto, construyendo una configuración del territorio.

En el ensayo visual, en su diseño expositivo, se observa una metáfora de los espacios vacíos, de los vectores. Es una constelación de imágenes donde existe sintaxis, se lee el relato visual como un texto. Resulta fundamental el espacio como elemento de la construcción de la imagen, la  intericonicidad o transiconicidad.

La gran coherencia entre unas y otras imágenes de Jorge facilita que, muy a menudo, tengamos la sensación de encontrarnos ante narraciones visuales o foto-relatos.

En The End of Cathedrals asistimos a las reflexiones del artista sobre las ruinas modernas y la transformación de la noción de lo monumental: El título nos remite a esas construcciones verticales, que aquí se convierten en ruinas contemporáneas. Sirve de metáfora para hablar de la inestabilidad de las imágenes y de el cambio paradigmático en la forma de entender las funciones del monumento.

También habla de experimentar a través del caminar, con esa idea de cantar el territorio. Un paisaje donde observamos un sentido trascendental del ciclo de la vida y la muerte. En este sentido esta propuesta enlaza con Inside Insect.

The End of Cathedrals  explora  territorios  intermedios, inhóspitos, y se articula a través del seguimiento abierto de la masa glaciar Sermeq Kujalleq (Groenlandia) , la más activa y productiva del Hemisferio Norte, de una manera ordenada y sistemática (registrando datos, altitud, latitud, longitud, hora…), con esa idea del movimiento como lectura del paisaje, con la idea de metaforizar una dicotomía entre control y caos.

La universalidad del mensaje, que nos remite directamente a las grandes problemáticas contemporáneas vinculadas con el deterioro medio ambiental, nos hace pensar en la idea del pasado no como pasado sino como futuro, la idea de destrucción (de ruinas) como sugiere Smithson. Un paisaje  donde observamos un sentido  trascendental del ciclo de la vida y la muerte. El tiempo es la esencia de estas imágenes, se construyen en el tiempo y dependen de él. Existe una visión basada en el silencio, con un diálogo sobre otras disciplinas como la percepción, el cambio de escala y el lugar que el sujeto tiene en la naturaleza y en la contemplación.

La exploración comienza con una imagen más topográfica,  pensando el territorio como mapa, como texto hasta que finalmente se invisibliza.  Me interesan las relaciones matéricas y lumínicas (capturas en horas en las que la luz genera confusión). Existe esa idea de cantar el territorio (idea poética) y un interés por la mirada documental, una reflexión en torno a cómo la mirada documental genera una posición ante el mundo.

Remite Fuembuena a la experimentación del camino a través del caminar, con la idea de pasear el territorio como una manera de determinar una construcción mental del territorio, una transformación mental del mismo. Son fotografías silenciosas. Como decía Roland Barthes, no es cuestión de discreción sino de música. Hay que escuchar las fotografías más que mirarlas. Para que haya un diálogo entre los elementos conscientes e inconscientes, entre lo racional y lo intuitivo, un diálogo de mucha horizontalidad.

En Wood Stories continuó Jorge fotografiando el paisaje, esta vez para llamar la atención sobre el afán humano por dominarlo: La fotografía permite ocupar y explorar la naturaleza, y documentar esa ambición humana de dominio y posesión, de dominar el espacio a través de la  construcción tecnológica. Parte del ejemplo del futuro aeropuerto del bosque de Notre Dâme Des Landes, en Francia, aludiendo a cómo el ser humano protege ese territorio a través de barricadas y elementos perimetrales.

En este trabajo se advierte  esa idea de desplazamiento, entendido como posicionamiento estético y político en la práctica artística; completando esta perspectiva estética con otra más profunda, de dimensión ética y antropológica, relacionada con la posibilidad misma de la libertad humana en el mundo actual.

En este sentido, Jean-François Chevrier presenta la noción de intimidad territorial como experiencia del espacio social en la que no se oponen lo doméstico y lo público.

Estas indagaciones le han valido al artista premios como el de Generaciones que concedía la entonces Caja Madrid (2011), el del Festival Internacional de Artes  Visuales Emergent (2010), el Premio OCEMX  2011, el Premio Foto-reportaje ARCO 2010 y la Medalla de Oro en el Prix PX3 2012 o el Premio Santa Isabel de Portugal de Fotografía a un autor joven, en 2008. Ha obtenido además una mención de honor en la IPA Competition de la Lucie Foundation de Nueva York, en 2012, y ha resultado finalista en  certámenes como el de la Fundación AENA, en 2012, o el Rennaisance Photography Prize, en 2014. Ha recibido becas como la de la Fundación Santa María de Albarracín de Fotografía en 2010, la del Encontro de Artistas Novos Cidade Da Cultura en 2011 o la beca del Istituto Europeo di Design para cursar  el Master Europeo de fotografía de autor en 2013.

Ha publicado en revistas especializadas como GUP Magazine, Fotografía Magazine, OjodePez, EXIT, EFE24 y 30y3 Spanish Photography y compagina su trabajo personal con el profesional (ha recibido encargos de la feria de arte contemporáneo ARCOmadrid, Instituto Cervantes, foto-fija en largometrajes y documentales, fotógrafo oficial del Festival du Cinéma Espagnol de Nantes, Filmoteca Vasca, Erretres, M le magazine du Monde…). Está representado actualmente por las galerías  JeanMichel Jagot (Chalon-sur-Saône), Frey (Viena), Antonella Cattani ( Bolzano), Addaya Art Contemporani (Mallorca), La Casa Amarilla (Zaragoza) y la agencia internacional Plainpicture.

Su obra se encuentra presente en numerosas colecciones privadas y públicas como Spallart, Nancy Novogrod, Polly Meyer, Jessica Levy, Rafael Tous, Los Bragales,  DKW o la Colección Alcobendas de Fotografía; y actualmente podemos disfrutarla en dos exposiciones: “Locus amoenus – Paisajes de cruising”, en Es Baluard hasta el 12 de febrero, donde presenta un proyecto dedicado a las fronteras y “La Vida Instrucciones de uso”, en la Galería zaragozana La Casa Amarilla hasta el 11 de febrero. Próximamente lo veremos además en la Frey Gallery austriaca, en la Feria Internacional de arte SETUP en Bolonia y en la sala Antonella Cattani de Bolzano, y siempre en su web www.jorgefuembuena.com