NOMBRE: Isabel
APELLIDOS: Servera Díez
LUGAR DE NACIMIENTO: Mallorca
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
Como a nuestro anterior fichado, Manuel Diego Sánchez, y prometemos que es casualidad, a Isabel Servera también habéis podido conocerla mejor en la última edición de la feria ARTESANTANDER: allí participó en la colectiva “La marca visible”, dedicada al dibujo, junto a otros cinco artistas baleares.
Antes, Isabel, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, centro en el que también ha realizado un Máster de Producciones Artísticas e Investigación, había presentado las individuales “Again & Again”, en Miquel Alzueta (Barcelona) en 2015, y “Manufacturar, elaborar, producir”, en 2012 en The Goma (los títulos ya anticipas su interés por reflexionar sobre la práctica artística, su objeto y sus procesos, los elementos susceptibles de ser o no controlados que intervienen en ella). También ha participado en colectivas en el Centre Tecla Sala de Hospitalet (tras ser seleccionada en el Premio Guasch Coranty), el Museu de Valls y el de Lleida o el turinés Castello Zavattaro Ardizzi, con motivo de la VI Biennale Internazionale Di Pintura, y su obra ha pasado, además, por Es Baluard, LAC Narbonne, KKKB, SWAB, el Centro de Arte Santa Mònica, The Private Space o FAD, también en Barcelona, la ciudad donde actualmente reside y trabaja.
Además de en el Guasch Coranty, sus proyectos han sido seleccionados en convocatorias como ART<35 en 2016 o la Biennal de Valls en 2011, y hace dos años un jurado formado por Chus Martínez, David G. Torres, Piedad Solans y Bartomeu Sastre le concedió el primer premio Frau Jove.
Nos hemos fijado en ella porque sus trabajos son potentes en su sencillez, por sus personales vías para abordar las relaciones entre el tiempo y la creación artística mediante procedimientos sutiles con un halo poético, y por su búsqueda de los caminos donde lo conceptual y lo sensitivo conectan irremediablemente.
Y hechas las presentaciones, preguntamos a Isabel qué le llevó a empezar a trabajar como artista, y en sus razones (gusto por lo manual, por el trabajo en taller) ya podemos intuir su posterior dedicación al hacer en la pintura: Surgió como algo natural, desde pequeña he sentido interés por todo lo que tenga que ver con el trabajo manual: el dibujo, la pintura, las manualidades o la cocina. Cuando llegó el momento de escoger bachillerato, elegí el artístico y al finalizarlo me trasladé a Barcelona para continuar mis estudios en Bellas Artes. Al iniciar la Universidad no tenía claro hacia donde dirigiría y enfocaría mi carrera profesional, simplemente disfrutaba de lo que hacía. Finalmente, por mis intereses e inquietudes, me decidí por la pintura y cursé la mayor parte de asignaturas de ese itinerario. Durante los dos últimos años de carrera dispuse de un espacio en el taller compartido de la facultad donde podía ir libremente a trabajar. Allí considero que inicio mi profesionalización, comienzo a coger hábitos y rutinas de trabajo. Al finalizar la carrera me seleccionaron para mis primeras exposiciones colectivas. Alargué mi estancia en la facultad cursando el Máster de Producciones Artísticas e Investigación de la Universidad de Barcelona. Gracias a éste obtuve una formación más especializada y empecé a conocer mejor el funcionamiento del sector artístico, así como profundizar en mi trabajo. Tuve la suerte de asistir a workshops con Patricia Dauder, Jana Sterbak, Daniel Chust Peters, Octavi Comeron o Joaquim Chancho entre otros.
Mi trabajo siempre ha estado muy vinculado al taller, así que al finalizar mi estancia en la Universidad necesitaba un espacio de trabajo y apliqué para realizar una residencia de dos años en Hangar, Barcelona, cosa que fue una gran oportunidad para mí. A partir de ahí he ido enlazando con otras residencias y participando en exposiciones y certámenes artísticos.
La insistencia en la acción, el regreso continuo sobre algunos procedimientos, constituye tanto su método de trabajo como el tema del mismo. Se plantea si esa repetición, característica de trabajos considerados más manuales que intelectuales, como la artesanía, puede acercar al arte tal como lo entendemos a esa disciplina, si aún tiene sentido esa distancia: Mis preocupaciones giran en torno a llevar la producción artística a la extrema rutina, a la labor, provocar una confrontación y diálogo entre la pintura, el arte y la artesanía. Quiero llevar las cosas al extremo de ejecutar simplemente una acción determinada, ser máquina, producir, buscar casi el sinsentido del hacer. Planteo una serie de acciones simples, mecánicas, de repetición y acumulación, procesos de rutina llevados al extremo mediante diferentes procesos de producción. No hay aquí circularidad, porque esos procesos constantes sí llevan a alguna parte, ni tampoco la voluntad pop de cuestionar el aura por la vía de la serialidad, sino el deseo de hacer cosas con las manos, de dejarnos ver qué hay en la pintura en el tiempo previo a lo acabado y de repensar qué aporta, de nuevo, el tiempo a la creación, qué le queda a la pintura por buscar.
Sus referentes, según nos cuenta, son tanto vitales como puramente artísticos. Nos hace pensar en Tiempos Modernos: Me interesan mucho las acciones rutinarias y el trabajo de la gran empresa como el lugar donde trabaja la masa. La obsesión y la exigencia extrema por la productividad nos remiten hoy al ritmo de la fábrica de antaño. El trabajador sigue teniendo una función determinada y punto, siendo una pieza más del engranaje.
También, la relación y vínculo que he podido tener a lo largo de mi vida con la artesanía y el trabajo manual. Me he criado y he crecido en la Mallorca rural, donde hay un fuerte vínculo con lo artesanal y el trabajar con las manos. En parte esto está muy presente en mi trabajo. Destacaría a mi abuelo de 92 años, es un hombre de campo y artesano, muy constante y de rutinas. Actualmente es capaz de pasarse muchísimas horas día tras día tejiendo a mano metros y metros de cuerda mallorquina.
Por otro lado, me gusta el trabajo de Esther Ferrer, Tom Friedman, Jaume Pitarch, Ignasi Aballí o Martin Creed entre otros.
Como ya habéis podido ver, la pintura es su técnica de trabajo habitual, pero no en un sentido canónico. Y tampoco hablamos de pintura expandida, Isabel sigue caminos propios: Me muevo dentro del lenguaje pictórico aunque no utilizo métodos tradicionales como sería el uso de caballete y pincel. Normalmente trabajo con materiales cercanos y convencionales como lápices de colores, bolígrafos y papel. Me interesa trabajar sobre todo con formatos estándar y materiales que se pueden encontrar fácilmente en tiendas no especializadas.
En su exposición en The Goma se sirvió de hojas de trabajo, cuadernos dibujados a mano, papel triturado y luego reciclado, pegatinas que le servían para definir una determinada mancha o corcho. El resultado era limpio y casi desnudo; los colores, medidos. Huellas y papel.
Aquel proyecto, como el que mostró después en Miquel Alzueta, giraban en torno a acciones mecánicas y a procesos productivos generados a partir de la repetición y la extrema labor.
Isabel destaca también su participación en “Tabula Rasa”, una colectiva que itineró por Es Baluard, la MUU Galleria de Helsinki e Hilvaria Studios (Hilvarenbeek, Holanda): su objetivo era examinar y presentar en el ámbito internacional el trabajo de una generación de artistas nacidos durante los 80, plantear si tiene sentido hablar hoy de generación y si el hecho de compartir edad y lugar de origen crea semejanzas o vínculos entre artistas. También recuerda el ejercicio lúdico que se proponía al público en otra de sus colectivas: “Un jeu quotidien”, presentada en L.A.C. Narbonne en 2013: Se proponía al espectador un acercamiento a la idea de juego y entorno cotidiano. En este caso, la actividad artística es entendida como un juego, que se opera en un entorno concreto (lo cotidiano) y este acercamiento se produce desde una posición de introspección y acercamiento íntimo, disímil en cada uno de los cuatro artistas.
¿Lo más reciente? Actualmente estoy llevando a cabo mi producción en Entresòl Primera, el taller que comparto junto otros artistas en L’Hospitalet de Llobregat. Es un espacio situado en una nave industrial en la que nos instalamos a inicios de 2016. Abrió sus puertas durante la pasada Barcelona Gallery Weekend, entre el 28 de septiembre y el 1 de octubre, y durante este mes acoge talleres abiertos. Si queréis acercaros a conocerlo, estáis invitados: Quien le pueda interesar puede pasar a visitar el espacio y ver de primera mano las últimas obras en las que estoy trabajando.
Si no estáis en Barcelona, pasad por su web: isabelservera.com