NOMBRE: Isabel
APELLIDOS: Marcos
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
Isabel Marcos decidió dedicarse de lleno a la creación cuando supo que el arte, fuente para ella de fascinación y dudas, podría convertirse en su trabajo, asumiendo el reto que esto suponía a nivel personal, profesional y creativo. Fue hace seis años cuando, en sus palabras, “el contexto del arte reconoció que las investigaciones, experimentos, y reflexiones que estaba desarrollando eran trabajo” y ella, amante de los desafíos, optó por hacer frente con decisión a esa posición de constante cuestionamiento que es propia (o debería serlo) de todo creador. Isabel es contundente en este aspecto: Creo que soy artista porque el arte me afecta mucho. “Consumir” arte me produce placer, rechazo, fascinación, inquietud, aprendo de ello y me hace dudar de lo que creía tener aprendido; y al participar activamente en el arte a través de mi trabajo, estos efectos y afectos se intensifican y se vuelven multidireccionales.
Si echamos la vista atrás, esa cita de hace seis años que marcó el arranque de su carrera fue la muestra colectiva “Blog 09. La condición atmosférica”, que pudo verse en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid en 2009, un año antes de que Isabel se graduara en Bellas Artes en la Universidad Europea. Formada también en arquitectura en este centro, y Máster en Bellas Artes en el Dutch Art Institute. ArtEZ Hogeschool voor de Kunsten de Arnhem, ha presentado desde entonces muestras individuales en el Espacio Trapézio madrileño, el centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada y el espacio Het Wilde Weten de Rótterdam, y ha participado en colectivas en el Centro de Arte Complutense, tras ser seleccionada en Intransit y en el XV Premio Joven Complutense; De Appel Arts Centre de Ámsterdam, el Atelier Nord ANX de Oslo, de nuevo el Espacio Trapézio y la Sala de Arte Joven (Hacer en lo cotidiano y Circuitos 2014), la Galata F.Fotoğraf Akademisi de Estambul, La Bru de Rotterdam, la Fundación Bilbao Arte, Indisciplinadas Space, la Sala Unamuno salmantina y el Attent Space de Rótterdam. Como veis, son frecuentes sus muestras en Holanda: Isabel reside en este país desde 2011; se trasladó allí para profundizar en su reto y aprender en un entorno internacional. No obstante, continúa trabajando en España y actualmente imparte clases de vídeo y fotografía en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca.
El eje de la obra de esta artista madrileña es la idea de construcción y los vínculos de esta con los entornos urbanos y arquitectónicos que nos son cotidianos. Para adentrarse en este asunto, parte de la observación, el diálogo y la experiencia de habitar lugares: siempre combino el estudio con el trabajo de campo, provocando o buscando situaciones que evidencian la inestabilidad del espacio como concepto. Utilizo la investigación de un territorio a través de su historia, su arquitectura y las micronarrativas de sus ciudadanos para repensar, construir e inventar. No me interesa quedarme en el análisis de lo que observo, sino proponer, evocar y, sobre todo, provocar una mirada política que sea capaz de encontrar en cualquier pequeño detalle de nuestro día a día un artefacto especulativo.
Otro de los asuntos más presentes en la producción de Isabel es el del movimiento, porque sus propios recorridos y viajes le han servido como inicio necesario (valga la redundancia, podemos hablar de viajes iniciáticos) de diversos proyectos en torno al espacio y nuestras formas de relacionarnos con él. El resultado de sus obras no puede anticiparse hasta su conclusión, porque cuenta en su desarrollo con la participación de terceros: Desarrollo proyectos que suelen partir de preguntas, gestos o conversaciones y se desarrollan en experiencias, por eso nunca sé cuál será el outcome final del proyecto; siempre hay un factor de no-control, de azar, y doy mucha importancia a la interacción entre personas, elementos y entornos que el proceso provoque.
Autora fundamentalmente de vídeos y textos (creo que son los medios que me atrevo a explorar con más profundidad), el repertorio de sus influencias es extenso y variado, y no se reduce a artistas concretos sino que abarca, como podemos esperar por las características de sus procesos de trabajo, la propia experiencia. Tienen, como hemos adelantado, gran peso en su obra el urbanismo y la arquitectura (no así el diseño), pero también la producción del belga Francis Alÿs, los textos de Chantal Mouffe o los cuentos de Lydia Davis, el aprendizaje del punto, las conversaciones sin idioma definido con personas de distintos orígenes o la observación de cómo se disponen los árboles en una plaza. Cerrarse a fuentes escasas o canónicas sería, para su actividad, muy reduccionista.
Su interés por los textos, en su caso ficciones y ensayos, se ha manifestado tanto en instalaciones como Cartografía de una semana cualquiera, que presentó en 2012 en Espacio Trapézio, como en acciones como Dibujando mapas de una hora, que formó parte de la exposición colectiva “Hacer en lo Cotidiano”, además de en publicaciones en un sentido canónico, entre ellas The Fantasy, editada por CasCo-Office for Art, Design and Theory (Utretch). Se trata de tres diarios de viaje, a cargo de tres personajes distintos. No discurren en un espacio ni en un tiempo definidos, pero todos buscan un lugar enigmático llamado precisamente Fantasía, muy presente en su obra como veremos.
Cartografía de una semana cualquiera era una instalación formada por objetos y vídeo que nos invitaba a echar una mirada al suelo: mostraba un mapa a escala 1:1000 de la ciudad de Madrid realizado a partir de siete días de paseos por la ciudad durante la semana 36 del año 2012. Generaban la obra las trazas halladas en sus recorridos, huellas de experiencias anónimas múltiples y complejas que no aparecen en los mapas convencionales. En Dibujando mapas de una hora, Isabel también partió de paseos, estos por siete ciudades distintas y compartidos por otros tantos de sus habitantes, que buscaban en su caminar residuos a los que antes no habían prestado atención durante sus trayectos cotidianos, que entonces redescubrieron.
Entre los proyectos más interesantes de Isabel Marcos destacan también los de carácter site-specific realizados durante residencias: Creo que, por mi manera de trabajar, la descontextualización espacial que supone hacer una residencia en otra ciudad es muy productiva para mí porque potencia esa sensación de inestabilidad y fragilidad del espacio que un entorno desconocido produce, y eso me interesa mucho. Para Bilbao Arte, en 2014, desarrolló la instalación Esta piedra contiene un viaje, de la que más tarde hablaremos.
En la muestra de los Circuitos de Artes Plásticas de la Ciudad de Madrid de ese año nos presentó Castles in Spain, título tomado del inglés antiguo, en el que curiosamente esta expresión puede traducirse como Castillos en el aire. Un vídeo, objetos, fotos y dibujos sobre tabla componían esta obra para la que diez españoles que no viven en nuestro país respondían a la pregunta común de dónde les gustaría residir dentro de una década. Ella ha prometido volver a visitarlos cuando pasen esos diez años, para comprobar en qué ha quedado ese deseo y charlar de presente o de futuro (es habitual que en los proyectos de Isabel los tiempos se fundan), y en ese periodo, y como prenda de la promesa de volver a encontrarse, Isabel ha tomado prestado un objeto de cada uno; arriba encontráis algunos.
Al año siguiente, en 2015, la madrileña volvió a participar en otra residencia, en la Fundación Het Wilde Weten que ya hemos mencionado. Su fruto fue Transit, transition, transaction, donde trabajé buscando diálogos entre objetos domésticos regalados y viviendas en venta, encontrando puntos de conexión ficticios entre elementos cuya única faceta en común era el estado de transición que habitaban.
En el CA2M presentó, con la colaboración de Zhora Burgue (Isabel Burguete), la performance Un futuro así contado, un recorrido en el que se presentaron diversos objetos relacionados con Móstoles desde una óptica futura: datando la acción en un hipotético 2025 y contando las historias y curiosidades de esos objetos como si hubieran ocurrido entre 2015 y 2025. Había mucha ironía en sus predicciones.
También el año pasado presentó Isabel en el CEART de Fuenlabrada una exhibición formada por tres de sus trabajos más significativos, muy distintos pero conectados por intereses comunes: Castles in Spain, Esta piedra contiene un viaje y Seis días viviendo en Fantasía. Del primero, realizado para los Circuitos de Artes Plásticas, ya os hemos hablado; el segundo, antes expuesto en BilbaoArte, tiene como protagonista a una piedra, de esas que encontramos en cualquier acera, con la que tropezamos o no, a la que miramos y olvidamos, o quizá recogemos, como Sara en esta videoproyección, para que nos haga pensar en todas las experiencias contenidas en un elemento tan rutinario y necesario como el pavimento. Seis días viviendo en Fantasía, por su parte, nos traslada a la ciudad más joven de Holanda, Almere, construida en terreno ganado al mar. Allí, en una parcela triangular llamada Fantasía, se asientan ocho viviendas sin planificación urbanística, una de ellas, la décima, semejante a una caja de vidrio levantada del terreno a través de barras metálicas. Se construyó para durar solo un lustro, pero sigue en pie, y Marcos la convirtió en símbolo de una Almere posible frente a la denostada apreciación de esta ciudad-dormitorio. En ese lugar pudo permanecer seis días y del nº 10 de Fantasía ha realizado una maqueta que se acompaña de notas de diario y del contrato de alquiler.
Preguntamos a la artista por sus proyectos futuros: Actualmente estoy trabajando en un proyecto nuevo en formato libro que será publicado por la editorial Calipso Press, y presentaremos en MissRead: The Berlin Art Book Fair en Junio. Calipso Press son una editorial independiente afincada en Cali (Colombia) cuyo maravilloso equipo son dos de los miembros del Colectivo Indisciplinadas, antes activos en Madrid. A la vez estoy trabajando en Travelling with strangers, un proyecto que inicié el año pasado con un viaje por carretera desde Madrid a Rotterdam que debería haber terminado en Ámsterdam, y que algún día allí terminará.
En el mes de junio empezaré a trabajar en otro proyecto, gracias al apoyo de INJUVE y su convocatoria de Ayudas a la Creación de 2015, donde retomo el nomadismo contemporáneo, el movimiento en el espacio y la provocación de perturbaciones en nuestro entorno cotidiano. Presentaré el resultado final en Holanda a finales de año y en Madrid, en la Sala Amadís en 2017.
Ya sabéis donde encontrarla. También en su web, www.isabelmarcos.com