Las iglesias propiamente góticas más tempranas surgieron en la primera mitad del siglo XII en esta región del norte de Francia, Île-de-France, flanqueada por Normandía y Borgoña, donde el románico no había tenido un gran desarrollo y sí se había consolidado una corte de prestigio internacional.
El nuevo estilo se iniciaría en Saint-Denis hacia 1137 aproximadamente (en pleno desarrollo, justamente, del románico en otras áreas). Allí ya había una abadía de antiquísima tradición, una construcción carolingia donde se conservaban restos de los reyes de Francia y de Saint Denis, obispo de París (ligada, por tanto, a la monarquía y la religión). Ante la antigüedad del edificio se hizo necesaria una restauración; en una fecha imprecisa se decidió intervenir de forma especial por el prestigio de la Iglesia en sí y porque el acceso no permitía afluencias masivas en momentos de llegada de peregrinos. La remodelación implicó que se triplicara el cuerpo de la iglesia y se construyeran altas y nobles torres: las novedades fueron arquitectónicas y también escultóricas, porque se incorporó ornamentación en las portadas y las vidrieras, incluyendo diseños de orfebrería cuyos modelos se impondrían en el tiempo. Acudieron a Saint-Denis los primeros artistas de su categoría.
La fachada se aproxima, pese a las innovaciones, al modelo normando: presenta un modelo en H, tres puertas con tres arcos, las citadas torres esbeltas… e incorpora un rosetón. Veréis que algunos arcos son de medio punto: los trabajos finalizaron en 1140.
Desde mediados del siglo XII, las catedrales de la fase preclásica del gótico francés muestran, como rasgo común, un considerable desarrollo de los coros, en los que se abren generalmente capillas radiales tangentes; también se alargan hacia el oeste, en línea con el crecimiento de los capítulos canónicos. El transepto, según el modelo de Sens, puede faltar o ser más reducido en extensión, así como ofrecer un bello desarrollo, porque se le añadan naves laterales o porque las extremidades de los brazos estén redondeadas (como en Noyon).
La alternancia de los apoyos, que responde a la desigualdad de las cargas de las bóvedas sexpartitas, se da en Senlis y Noyon, que siguen en este sentido la senda de Sens, pero es rechazada en París y Laon, porque se buscaba un efecto de igualdad en el empleo de filas de pilares cilíndricos. Solo las columnas adosadas que prolongan el descenso de los nervios de las bóvedas sexpartitas en número desigual marcan una especie de ondulación de los muros laterales de la nave.
Los alzados son, excepto en Senlis, de cuatro pisos: arquerías, tribuna abovedada, triforio cegado o piso de arcos y rosetones, y ventanales. Ese modelo se abandonó bruscamente en el gótico clásico porque había que cubrir las tribunas abovedadas con un techo a una sola vertiente; las ventanas habían de situarse por encima de ese techado y a la altura de esa vertiente correspondía en el interior una banda cegada, superficie que podía cubrirse con arquerías, huecos sobre las bóvedas o con un triforio. En todos los casos, la contraposición de elementos verticales y horizontales en la elevación de la nave es siempre muy nítida.
Viajamos por Île-de-France:
CATEDRAL DE SENS.
Su construcción la emprendió hacia 1140 el arzobispo Henri le Sanglier; presenta una planta basilical con tres naves y una girola sencilla con tramos trapezoidales. No cuenta con capillas absidiales, excepto una central que desapareció, y tampoco con un transepto desarrollado que altere el conjunto de la construcción.
Se establece ya el sistema de alzado en tres: arquerías, triforio y ventanales, prescindiendo de las tribunas en las naves laterales. La nave central se encuentra completamente abovedada con crucería sexpartita y ofrece un sistema de alternancia de soportes fuertes (pilares) y débiles (columnas); ese tipo de bóvedas son, aún, muy abombadas.
La impresión general es de gran solidez: el templo abruma por la enormidad de sus volúmenes, frente a la sensación de ligereza y los juegos lumínicos de Saint-Denis. Esta Catedral, más allá de su influencia en la Trinity Chapel de Canterbury, no dejaría mayor impronta en otras edificaciones.
CATEDRAL DE SENLIS
Data de mediados del siglo XII y ha pasado por muchas vicisitudes, reformas, añadidos… Su fachada sigue el modelo de Saint-Denis y cuenta con grandes contrafuertes de estilo normando, nave central y laterales. Su eje está desplazado, inclinado, y los tramos de la nave central se cubren con bóveda sexpartita; otros son barlongos, rehaciéndose la crucería desde el siglo XVII.
No presenta esta Catedral crucero y sí capillas absidiales independientes en la cabecera, con su propio sistema de nervios y no integradas en la girola; ante la pesadez del edificio pudieron estar proyectados arcos de descarga. Las tribunas sobre las naves laterales y los grandes contrafuertes compensaban los empujes.
CATEDRAL DE SOISSONS
Comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XII en sus partes más primitivas; el resto se completó a principios del siglo XIII.
El brazo sur curvado del transepto responde a las características del protogótico: parece una cabecera, ofrece brazos circulares y cuenta con un alzado en cuatro, articulado en arquerías, tribuna, triforio con muro detrás y ventanales.
La nave corresponde ya al gótico clásico y su alzado se estructura en tres: arquerías, triforio y ventanales. Las columnas portan capiteles vegetales que terminan en un capullo cerrado (crochet). Se evoluciona hacia un tratamiento de la flora mucho más naturalista.
CATEDRAL DE NOYON
Data de la segunda mitad del siglo XII y su fachada parte del modelo del románico normando: posee tres puertas a modo de pórticos, que crean luces y sombras, mientras los contrafuertes aportan verticalidad al edificio. La planta es de tres naves, la cubre una bóveda sexpartita y contiene alternancia de soportes; el transepto sobresale en planta y termina en ambos brazos en superficies curvadas.
La girola cuenta con capillas radiales independientes que incorporan una quinta rama de ojiva y el transepto repite el alzado en cuatro, pero con un sistema distinto a los anteriores: arquerías, triforio y dos cuerpos de ventanales.
Al exterior se aprecia la incorporación de ese quinto nervio, la girola y unos incipientes arbotantes.
CATEDRAL DE LAON
Comenzó a construirse hacia 1160, pero se finalizó, en su fachada, a principios del siglo XIII: supone esta una clara evolución respecto a los modelos en H del románico normando, muy sobrios, pues presenta gran cantidad de entrantes y salientes generados por formas cónicas y convexas, que a su vez suscitan efectos lumínicos. Las tres puertas están enmarcadas por gabletes, elemento que se mantiene en fachadas posteriores, y el rosetón corresponde al segundo piso del interior, que se rellena con tracería: círculos radiales que ganarían complejidad con el tiempo. Lo flanquean ventanales en los extremos, y en la parte superior se dispuso una galería de arquillos.
Las torres surgen de un esquema cuadrado y se desarrollan en una configuración poligonal: se añaden cuerpos a modo de baldaquinos y se incorporan como motivo figurativo bueyes, seguramente en homenaje a los animales que arrastraban el material.
El pórtico muestra una bóveda de cañón ligeramente apuntada y es profundo, dando sensación de complejidad y cierta sofisticación. Se compara este templo con el de Notre Dame de París porque son coetáneos, pero el tratamiento de la fachada es distinto; eso sí, Laon dejará huella en Reims y en catedrales alemanas.
El sistema de alzado consta de cuatro pisos superpuestos: arquerías, tribuna, triforio cerrado por detrás con muros y ventanas, en la senda de la Catedral románica de Tournai; así se replicará también en Saint Rémi, en la citada Reims.
La cabecera era en inicio relativamente poco profunda: solo constaba de un tramo antes de llegar al crucero, muy desarrollado en planta, y la rodea una girola de tramos trapezoidales. Sí son profundas las naves, con tramos cubiertos por bóvedas sexpartitas, mientras que el crucero presenta bóveda octopartita, interrumpiendo el sistema habitual. Las contrafuertes son profundos y muy desarrollados, y los muros aún son gruesos.
Tras algunas modificaciones, la planta definitiva mantuvo el transepto, pero la cabecera se prolongó en varios tramos próximos al mismo; en el resto se utilizan capiteles vegetales esquemáticos y un ábaco muy saliente donde culminan los nervios.
NOTRE DAME, PARÍS
El recorrido por los comienzos del gótico en Île-de-France tiene que acabar en París. Notre Dame comenzó a construirse bajo los modelos de Maurice de Sully, después sustituido por Eudes de Sully, hacia 1160, en un emplazamiento donde se habían situado dos construcciones carolingias: Notre Dame y San Esteban, ahora unificados sus cultos en un mismo edificio. Supone la culminación técnica de los anteriores por la claridad en la disposición de los volúmenes.
La fachada, según tradición románica, está flanqueada por dos torres y juega con elementos verticales y horizontales, y la planta presenta cinco naves con dobles colaterales, doble girola y tramos cuadrados con bóveda sexpartita (uno en la nave central corresponde a dos en las laterales). Las naves son interrumpidas aproximadamente en su mitad por un transepto que no sobresalía en planta en principio, pero que con el tiempo se hizo sobresalir un poco. En sus brazos se dispusieron rosetones.
Pese al uso de bóveda sexpartita en la nave central se suprime la alternancia de soportes, introduciéndose la serie monocilíndrica continua, exigencia lógica a la que se dará solución estructural en Chartres. En la girola, por otro lado, se crean tramos trapezoidales a base de triángulos: este sistema tiene su precedente en la Catedral de Toledo, donde se ensayó con nervios que formaban figuras triangulares.
Inicialmente se ideó un alzado en tres, con arquería, gran tribuna y ventanales, sobre los que se dispusieron pequeños rosetones. Una reforma del siglo XIII simplificará el sistema, basándose en arquerías, tribuna y ventanas más desarrolladas y, en el siglo XIX, Viollet Le Duc rehizo algunos tramos para devolverlos al esquema original, por eso en el que queda junto al transepto se recuerda el sistema en cuatro de los comienzos.
Los arbotantes se incorporarían gradualmente y en el siglo XIII se cierran los espacios entre contrafuertes con capillas; la venta de estas, como sabemos, generaba rendimiento económico a la Iglesia y la Catedral parisina sería una de las primeras en realizarla. Las más antiguas son las capillas en las naves laterales, después se construyeron las de la cabecera.
La tendencia a alcanzar altura que comienza a percibirse aquí (35 metros logra la nave central) marcaría el inicio de una progresión disparada y el sistema de planta de Notre Dame sería seguido por el grupo de templos encabezado por Bourges, si bien con otra planificación en el escalonamiento.
