Tras la reciente reapertura del Museo Real de Bellas Artes de Amberes (KMSKA), esta ciudad al norte de Flandes ha recuperado todo su protagonismo cultural, sustentado en varios siglos de historia y desarrollo económico. Metrópolis internacional de éxito, Amberes llegó a ser el centro comercial y financiero más importante de Europa Occidental. En 1531 construyó su primera bolsa de valores, antes que Londres y Ámsterdam, y hoy en día su puerto sigue siendo el segundo puerto más grande de Europa.
En el plano artístico es también una ciudad muy relevante, especialmente desde el siglo XVII, por ser el hogar de maestros como Peter Paul Rubens, Anton van Dyck, Jacob Jordaens o David Teniers. El fascinante Museo Plantin-Moretus, dedicado a la historia de la impresión de libros, fue el primer museo en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO; el Museo Mayer van den Bergh custodia el mundialmente famoso Dulle Griet (La loca Meg) de Pieter Bruegel; y el renovado KMSKA, el Fotomuseum, o el Museo de Arte Contemporáneo (M HKA), entre otros, completan una variada oferta artística.
Todo en Amberes os sorprenderá. Desde su arquitectura tradicional medieval al nuevo desarrollo urbano de barrios en expansión como el Nieuw Zuid (Nuevo Sur); la zona portuaria, con las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde la azotea del MAS | Museo aan de Stroom; los edificios de estilo Art Nouveau repartidos por toda la ciudad; las manifestaciones de arte urbano y el diseño en la atractiva y ecléctica zona residencial de Zurenborg y el Groen Kwartier; o Middelheim, con su museo de esculturas al aire libre.
Amberes es también conocida como epicentro de la moda contemporánea. La Real Academia de Bellas Artes cuenta con uno de los departamentos de Moda más renombrados del mundo, por su carácter de vanguardia y libertad creativa. También destaca el museo de la moda MoMu y las boutiques de diseñadores independientes ubicadas en la zona de Nationalestraat y sus alrededores.
Pero los amberinos pueden presumir además de otras tradiciones que han posicionado internacionalmente su ciudad, como la industria de los diamantes, el delicioso chocolate belga y la cerveza.
Por todo esto, y mucho más, Amberes es un destino ideal para una escapada en pareja, en familia o con amigos. Hay mucho que ver y hacer en esta ciudad tan viva y en continuo crecimiento. Os proponemos algunos lugares que no debéis dejar de visitar en vuestro viaje a Amberes.
La forma más rápida y fácil de llegar a Amberes es volar desde tu lugar de origen a Bruselas. Una vez allí, en el propio aeropuerto puedes coger uno de los trenes que, en unos 30 minutos, te llevará hasta la ESTACIÓN CENTRAL DE AMBERES (Antwerpen Centraal), considerada una de las más bonitas del mundo. Fue mandada edificar por Leopoldo II de Bélgica, en 1895, al arquitecto Louis Delacenserie, a quien el monarca pidió que se inspirara en la estación suiza de Lucerna y en la estética del Panteón. La zona de las vías fue ideada por el ingeniero Clement Van Bogaert, quien instauró un sistema revolucionario en el momento, que gracias a las impresionantes dimensiones del techo de cristal con soporte de metal, con una altura de 43 metros y una extensión de 180 metros, evitaba que el vapor de las locomotoras cayera sobre los pasajeros. La estación ha recibido el sobrenombre de “Templo de mármol” o “Catedral ferroviaria” debido a su enorme cúpula, de 75 metros de altura, y al empleo en su construcción de más de veinte tipos de mármoles, así como columnas de todos los estilos arquitectónicos. Desvelada la primera gran sorpresa con la que Amberes recibe a sus visitantes.
El barrio de la estación, con su bulliciosa Koningin Astridplein, nos ofrece una primera impresión de la multiculturalidad de esta vibrante ciudad. En esta zona podemos ver majestuosas fachadas de principios del siglo XX, como las de la propia estación o la Ópera; encontramos espacios culturales como la renovada sala de conciertos Elisabeth Center, hogar de la Orquesta Sinfónica de Amberes; el parque zoológico, uno de los más antiguos de Europa, que data de 1843; el barrio del diamante y el barrio chino.
Desde la Koningin Astridplein también podemos caminar por la avenida De Keyserlei para adentrarnos en una de las zonas comerciales más transitadas de la ciudad: el bulevar Meir. De él os hablaremos algunas líneas más abajo.
Una vez instalados (la oferta de hoteles es amplia y diversa), la primera zona de Amberes que os proponemos visitar es la del flamante nuevo Museo Real de Bellas Artes (KMSKA) y sus alrededores: EL PINTORESCO DISTRITO SUR (HET ZUID). Gracias a sus singulares edificios, amplias avenidas ajardinadas y plazas, museos, comercios genuinos y agradables terrazas, este se ha convertido en uno de los barrios con más encanto de la ciudad.
La Leopold de Waelplaats, donde se erige el KMSKA, es el punto neurálgico del que podemos definir como el barrio más artístico de Amberes. Si el tiempo lo permite, podéis tomar un café en la terraza del Chatleroi o del Patine para tener una vista con perspectiva del exterior del Museo antes de entrar a disfrutar de su colección, que recorre siete siglos, desde el arte de los primitivos flamencos al de artistas del siglo XX.
El Distrito Sur es también una de las zonas donde en los últimos años más han proliferado las galerías de arte. Podéis descubrir algunas de ellas, como la Galerie Keteller, de Wael 15, Zeno X Gallery o vcrb gallery.
Si tras estas visitas ya se os ha abierto el apetito, una buena opción para comer, e incluso alojarse, es Pilar. Aunque si queréis algo menos formal, la zona de Volkstraat cuenta con multitud de locales con una variada oferta gastronómica. No paséis por alto, en el número 40 de esta calle, la llamada Casa del Pueblo liberal, una de las fachadas de estilo Art Nouveau más interesantes de la ciudad. Diseñado por Jan van Asperen y Émile Van Averbeke en 1901, este edificio está protegido desde 1974 y en 1995 recibió el Premio Europa Nostra. Volkstraat acoge también numerosas tiendas de moda entre los amberinos, concept stores y locales de diseño.
En dirección al río Escalda y cruzando el Vlaamsekaai —una amplia zona abierta donde antiguamente se encontraban los muelles y que actualmente está en pleno proceso de transformación para convertirse en una zona verde— se ubican los edificios industriales sede del Museo de la Fotografía (FOMU) y del Museo de Arte Contemporáneo (M HKA). La cafetería de este último tiene una terraza desde la que se puede tener una buena visión en altura de este Distrito Sur.
En este punto, merece la pena también dar un paseo por el NUEVO SUR (NIEUW ZUID), una zona en expansión junto al Escalda, protagonista esencial en el desarrollo comercial de Amberes a lo largo de los siglos. El nuevo planteamiento urbanístico ha sido impulsado por el Ayuntamiento de Amberes en colaboración con la promotora Triple Living, que ha contado para el proyecto con arquitectos reconocidos internacionalmente, como Shigeru Ban, Vincent Van Duysen o DRDH Architects.
Prestigiosas galerías de arte como Tim Van Laere Galery, Sofia van de Velde o Everyday gallery han abierto sus sedes en este nuevo y tranquilo barrio, una zona que no podéis dejar de visitar si os gusta la arquitectura contemporánea. El Palacio de Justicia, conocido entre los amberinos como el Palacio Mariposa, que es obra de Richard Rogers, arquitecto de icónicos edificios como el Centre Pompidou de Paris o el Millennium Dome de Londres, también se localiza en los alrededores del Nieuw Zuid.
EL CENTRO HISTÓRICO Y EL DISTRITO DE LA MODA
Esta zona nos ofrece a cada paso píldoras de historia, arte y cultura. Tomando como punto de partida la CALLE MEIR —que como indicábamos al principio es la arteria comercial más importante de Amberes, y de todo Bélgica— en dirección al Ayuntamiento, vamos encontrando a ambos lados del camino los principales atractivos turísticos de la ciudad de Rubens. Uno de los primeros es la iglesia de San Jaime, donde precisamente descansan los restos del pintor, acompañados por una de sus pinturas. También aquí se encuentra la tumba de Nicolaas Rockox, uno de los alcaldes más importantes de Amberes y gran promotor cultural, amigo y mecenas de Rubens.
Muy cerca se encuentran las que fueran las casas de ambos personajes, la Rubenshuis y la Snijders&Rockoxhuis, hoy convertidas en museos. Así como el Museum Mayer van den Bergh, que alberga en su interior una obra maestra de fama mundial: Dulle Griet (La loca Meg) de Pieter Bruegel, de la que os hablamos en este enlace.
El llamado Barrio Latino o barrio de los teatros, por ser donde se encuentran las principales salas de artes escénicas de la ciudad, también forma parte de este céntrico distrito. Si estáis por allí en sábado, sabed que en la Theaterplein, la plaza del Teatro Municipal de Amberes, se despliega el siempre animado Mercado Exótico, con gran cantidad de puestos para comprar y comer.
Además de la mencionada iglesia de San Jaime, en Amberes hay varios templos que merecen ser visitados por su arquitectura y por custodiar en su interior obras de Rubens, van Dyck y Jordaens. Para no perderse nada, os sugerimos visitar la web https://mkantwerpen.be, que ofrece información detallada sobre las más importantes: la Catedral de Nuestra Señora, San Andrés, San Carlos Borromeo y San Pablo. Todas ellas son fascinantes y merecen una visita. Especialmente bonita nos parece la plaza delante de la imponente iglesia de San Carlos Borromeo: la barroca HENDRIK CONSCIENCEPLEIN, donde podréis hacer un alto en el camino para reponer fuerzas.
La PLAZA DEL AYUNTAMIENTO es uno de los lugares más fotografiados de Amberes. Además de la casa consistorial, la plaza cuenta con las llamadas casas gremiales, que destacan por su arquitectura típica flamenca y por mostrar sobre sus tejados figuras representativas de los diferentes oficios. En el centro de la plaza encontramos la Fuente de Brabo, en la que se representa al legendario héroe local Silvius Brabo después de derrotar y dar muerte al gigante Antigoon, cuya mano lanza al río Escalda, liberando así a todos del peaje que el gigante reclamaba a los que deseaban cruzar el río. En esta leyenda de época romana parece estar el origen del nombre de la ciudad, Handwerpen, que significa el acto de arrojar la mano. Es por eso que la mano es uno de los símbolos de Amberes, aparece en el escudo de la ciudad desde el siglo XIII y da forma a uno de sus dulces más típicos: el handje.
Tampoco hay que perderse el Museo Plantin-Moretus, que recoge la fascinante historia de la impresión de libros en Amberes. En las proximidades de este museo se extiende el llamado distrito de la moda, con la NATIONALESTRAAT como eje principal. El Museo de la Moda (MOMU) y el departamento de Moda de la Academia de Bellas Artes son un referente internacional en este campo. Si os gusta ir de compras, o simplemente mirar escaparates, no paséis por alto esta zona.
Pegando ya con el río Escalda, encontramos la fortificación medieval Het Steen, convertida en Centro de Visitantes, donde se explica la historia de la ciudad, a través de un atractivo despliegue audiovisual. Y una buena forma de acabar el día es continuar hasta la zona portuaria, donde llaman la atención modernos edificios firmados por arquitectos de fama internacional como David Chipperfield, autor de las Torres en Westkaai, o Zaha Hadid, cuya obra postuma fue la sede de la Autoridad Portuaria de Amberes.
Os recomendamos subir a la terraza panorámica de 360º en el Museum MAS, desde donde alcanzaréis a ver toda la ciudad. Al bajar podréis finalizar el día en alguno de los locales de la zona, como el Café Storm o el bar del restaurante Marcel, que ocupa un singular edificio, que fue antaño sede de la iglesia de los marineros.
MIDDELHEIM MUSEUM, EL GROEN KWARTIER y ZURENBORG
Si tenéis la suerte de prolongar vuestra estancia en Amberes algún día más, no dejéis de visitar el Middelheim Museum, un sorprendente parque de esculturas de 30 hectáreas, especialmente bonito para recorrerse en otoño. Aunque está situado a las afueras de la ciudad es fácilmente accesible en tranvía o autobús.
La colección reúne aproximadamente 1800 obras de arte, fechadas entre 1900 y nuestros días, que han sido adquiridas a lo largo de los últimos cincuenta años. Medardo Rosso, Rodin, Gargallo, Calder, Jesús Rafael Soto, Roman Signer, Charlotte Posenenske, Juan Muñoz, Carl André, Andrea Zittel, Antony Gormley, Panamarenko, Miroslaw Balka, Jessica Stockholder, Erwin Wurm, Ai Weiwei, Chris Burden, Dan Graham o Ann Veronica Janssens, son algunos de los artistas de los que podemos encontrar obra paseando por este museo al aire libre. Además, organiza exposiciones temporales.
Para hacer más fácil la visita, el Museo dispone de una práctica app, con recorridos e información sobre cada pieza. Muy recomendable.
De vuelta al centro de la ciudad, os proponemos llegar hasta la zona del GROEN KWARTIER (Barrio Verde). Desarrollada a partir del conjunto de edificios que formaban el Hospital Militar y un antiguo convento de agustinos, hoy encontramos allí una zona en auge entre las familias jóvenes. La poderosa arquitectura de ladrillo del complejo militar llama la atención y si nos adentramos en él llegaremos a uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, el August, diseñado por Vincent Van Duysen, y al restaurante con dos estrellas Michelin The Jane, que ocupa el espacio de la antigua capilla del hospital. Esta zona de la ciudad, todavía muy poco turística, es de lo más agradable para dar un paseo y sentarse tranquilamente en una terraza o café.
Por si alguno echábais de menos que no se hablara de cerveza en este especial de Amberes, estamos en el lugar indicado para disfrutar, no solo de su sabor, sino también de su historia. La fábrica municipal de cerveza, De Koninck (en la calle Mechelsesteenweg 291), abrió en 2015 un museo que ofrece un itinerario por la cultura de la cerveza y explica los detalles del proceso de fabricación y embotellado. La visita, como no puede ser de otra manera, termina en un bar donde se pueden degustar algunas de sus variedades, como la famosa “Bolleke”. Además, el recinto de De Koninck alberga también desde hace un tiempo algunos negocios culinarios que destacan por la calidad de sus productos, como los quesos Van Tricht, las carnes de De Laet & Van Haver, los originales panes de Kenney Van Hoorick o las delicias del chocolatero JITSK.
Si tenéis tiempo, en esta o en otra escapada a Amberes, os proponemos también una parada en el elegante barrio de Zurenborg, con su arquitectura ecléctica, casas señoriales y agradables plazas. Allí, la Cogels-Osylei, bordeada de palacetes, está considerada una de las calles más bonitas de la ciudad.
Para más información, os invitamos a consultar las webs de Turismo de Amberes y Turismo de Flandes.