NOMBRE: Carolina
APELLIDOS: Valls Juan
LUGAR DE NACIMIENTO: Valencia
FECHA DE NACIMIENTO: 1980
PROFESIÓN: Artista
Hay espacio para la imaginación en la geometría que no nos abandona desde las vanguardias, y lugar entre las líneas, las matemáticas y el arte normativo para que las gradaciones de luz o color generen nuevas sensaciones, poéticas individuales. Con las relaciones posibles entre obras bidimensionales y tridimensionales y con las opciones que esa geometría sigue planteando a la hora de generar juegos perceptivos que atrapen al espectador trabaja Carolina Valls, nuestra última fichada, convencida de que siempre existen cambios posibles.
Licenciada en Bellas Artes en la Facultad de San Carlos de su ciudad, viene cosechando un buen número de premios desde 2012; entre ellos, el de la Bienal de Pintura de Meliana, el Miquel Viladrich, el de la Fundación Mainel, el Ciudad de Castellón, el de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, el Salvador Soria o, este mismo año, el de la VIII Biennal de Pintura de Carcaixent. El año pasado resultó finalista en el Premio BMW y quizá vieseis su trabajo en la Casa de Vacas de El Retiro.
Nos cuenta Carolina que sus primeras indagaciones artísticas las desarrolló hace ahora diez años y que desde entonces el eje de su trabajo ha sido el estudio del espacio, tomando como punto de partida su tratamiento en distintas disciplinas y sobre todo las investigaciones de creadores conceptuales: en el año 2007 comencé a plantear mis primeras investigaciones artísticas, pero no fue hasta el 2011 cuando me centré por completo en mi trabajo como artista. A partir de ese momento, el tema principal sobre el que se ha basado mi obra es el espacio, siempre desde un punto de vista conceptual, racional. La investigación sobre el espacio está elaborada a partir de lecturas sobre arte conceptual en los ámbitos de la arquitectura, la escultura y la pintura, teniendo en cuenta el trabajo y las teorías filosóficas de algunos artistas y escritores conceptuales.
Entre esos artistas que considera referentes cita Carolina autores muy diversos, arquitectos y ensayistas incluidos, porque se nutre tanto de creaciones como de textos: son importantes las influencias de obras y escritos de Kossuth, Oteiza, Judd, Christo, Martin, Stella, Tanizaki y Zumthor, entre otros. Nos interesa esa alusión a Tanizaki, el autor de El elogio de la sombra, una oda a los espacios vacíos y oscuros, llenos de posibilidades precisamente gracias a su penumbra.
Si repasáis el currículum de galardones del que os hablábamos al principio, veréis que la pintura es seguramente la técnica en la que más ha trabajado Carolina, pero ella no se ciñe al lienzo ni al pincel a la hora de crear arquitecturas. Nos explica que trabaja fundamentalmente en dos formatos: bidimensionales, utilizando la impresión digital sobre lona de PVC, la pintura aerográfica y el acrílico sobre lona. Las medidas oscilan entre 40×40 cm y 185×185 cm, con preferencia por el gran formato. Y realizando instalaciones con materiales ensamblados, moldeados y plegados (hierro pulido, aluminio, acrílico, metacrilato, lona). La base es un módulo cúbico de dimensiones variables, con unas medidas mínimas de 30x30x30 cm.
Son sus indagaciones espaciales las que le llevan a servirse de unas u otras técnicas; la elección es fruto de sus experimentaciones sobre las opciones de la forma para generar atmósfera circundante y movimiento. Podemos entender sus estructuras como escenografías dispuestas sobre fondos neutros, que no quieren distraernos y que acogen su desplazamiento.
Componen series, a las que igualmente podemos considerar variaciones con el color como elemento propicio a la sorpresa. Conviene mirar despacio para percibir esos detalles, rompiendo con la tendencia de muchos a alejarse pronto de la línea recta. Aquí, además de cálculo, hay juego: un combinar estudiado para suscitar misterio en el orden.
Los títulos de cada una de esas series nos hablan de sus intenciones. Algunas continúan en proceso y juntas componen un urbanismo pensado para la exploración sobre el espacio, el movimiento, la repetición y lo inesperado.
Nos cuenta Carolina que Arquitecturas efímeras busca las claves para reproducir el elemento geométrico como algo funcional, sin un objetivo estético. Los elementos que intervienen son producto de la física, pues configuran unos espacios arquitectónicos cambiantes donde la luz, la materia y el espacio se funden.
Podemos considerar una evolución de aquella propuesta Arquitecturas cinéticas: llevo a las arquitecturas efímeras a un proceso de movimiento, que se obtiene a través de secuencias y de volúmenes que varían en función de la luz.
Revoluciones prueba las posibilidades de generar originalidad en la repetición: habla sobre qué ocurre cuando una misma estructura se repite sobre sí misma, describiendo una curva técnica, y generando así un cuerpo de revolución. Esta serie es producto de la matemática y, en consecuencia, de la geometría.
En Espacios envueltos, su proyecto que de forma más evidente remite a Christo, es también, quizá, el que más nos habla de calidez y de lo humano en la geometría: represento una piel que lo envuelve todo, que atrapa el entorno. Esa piel metafórica se hace tangible en estas obras y hace referencia a la necesidad del ser humano por abrazar la realidad, por entenderla.
De aquel camino nació Flexible: desarrolla una serie de obras que surgen de la unión de cuerpos que combinan diferentes grados de abstracción, repitiéndolos y generando estructuras más complejas, que a su vez crean espacios interiores. Trata sobre el concepto de mutabilidad, sobre el hecho de que nada permanece.
En el camino que le ha conducido del espacio al interior, de la arquitectura a la piel, la estética atractiva ha aparecido sin ser llamada, intencionadamente buscada: se puede decir que todas las series son la fusión de concepto y técnica, son la presentación de la geometría como concepto, y no como estética, al espectador. La belleza es casual, no es el fin.
Sabemos también en qué trabaja ahora la artista. Esta vez mira a la naturaleza para continuar hablando de que todo cambia: FLYSCH es el nuevo proyecto en el que estoy trabajando actualmente. Está basado en un accidente geológico, generado por estratos, propio de la costa de Guipúzcoa, más concretamente en Zumaia. El objetivo es representar este fenómeno a través del estratotipo, elemento que sirve para identificar las evidencias que una actividad determinada deja en una zona geográfica. Los estratotipos son tratados como piezas que conectan dentro de un entorno cuadriculado que hace referencia a la capa externa de la Tierra, susceptible de modificaciones internas que influyen en su apariencia. Se trata de una reflexión artística sobre los cambios geológicos que se producen en nuestro planeta.
Os invitamos a conocer mejor a Carolina, pasad por aquí: carolinavalls.com