NOMBRE: Carlos
APELLIDOS: Sagrera
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1987
PROFESIÓN: Artista
De nuestra lista de fichados, que ya casi roza los 120, es posible que Carlos Sagrera sea el que haya desarrollado una trayectoria más internacional: licenciado en Bellas Artes por la Universidad Europea de Madrid, reside en Leipzig y ha presentado su obra este año en VOLTA NY, en la misma feria en Basilea, en Art Karlsruhe y en la POSITIONS Berlin Art Fair.
El año pasado acogió su primera individual la Mokum Gallery de Ámsterdam, viene participando, desde 2011, en muestras colectivas en espacios como la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, Halle 18, la Dukan Galerie o Artwalk en Leipzig, la Kir Royal Gallery, el Museo de Almería o la Galerie Brennecke berlinesa, y ha recibido becas de la Fundación Antonio Gala (en 2012-2013) y la Fundación Elizabeth Greenshields de Québec (este 2017). En 2014 fue seleccionado para participar en el IV Encontros Artistas Novos, en Cidade da Cultura, y sus trabajos ya figuran en colecciones españolas y extranjeras como las de la Universidad Europea, la citada Fundación Antonio Gala, los fondos Hildebrand en Leipzig o la holandesa colección Caldic.
Hablamos, lo iremos adelantando, de pinturas de fragmentos o de instantes detenidos semejantes a recuerdos visuales; a las huellas, necesariamente incompletas y a veces ficticias, que de un lugar o un ambiente quedan en la memoria cuando el tiempo ha hecho su trabajo. En ellas no incorpora figuras humanas porque, en su lugar, ha trabajado en conceder expresividad, primero, a los encuadres y al color, y después, al mobiliario, los objetos o los rincones, convertidos todos, elementos formales y motivos temáticos, en sujetos comunicativos dotados de la capacidad de transmitir información y emoción.
Y si una capacidad de Carlos queda clara en estos trabajos es la de la observación sin prisa. Esa facultad se sitúa, en parte, en el origen de su decisión de trabajar como artista y de hacer de la pintura su medio de expresión: Siempre me ha llamado la atención la representación espacial en la superficie bidimensional. Desde niño me ha gustado el dibujo y observar. Durante la adolescencia pasé mucho tiempo con la pintura mural. Más tarde, durante la carrera de Bellas Artes, dirigí la mayoría de mis proyectos hacia la pintura, teniendo la suerte de contar con los profesores Pedro Morales Elipe y Mitsuo Miura. En 2011, al finalizar la carrera, comencé con la pintura de forma regular. Ese año había estado trabajando en el taller del pintor Alfonso Albacete y fue entonces cuando me di cuenta de mi voluntad de seguir pintando.
Un año más tarde, en 2012-2013, comencé un proyecto pictórico que desarrollé en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (Córdoba), proyecto en el que actualmente sigo trabajando. Se trata de la reconstrucción pictórica de los espacios en los que he vivido o con los que he tenido una relación directa. El punto de partida fue una serie de fotos de principios de los años setenta donde mostraba directamente los diferentes espacios de la casa de mis abuelos, por lo que me centré en trabajar con ese lugar. Estas imágenes me permitieron ver rápidamente los cambios, desgaste y uso del espacio, las nuevas combinaciones, los muebles y movimientos que habían sucedido allí a lo largo de los años… Desde 2015 vivo en Leipzig, Alemania, donde me dedico de lleno a la pintura.
En esta serie se ha fijado Carlos en lo micro y en lo macro: las habitaciones despojadas a las que no hace falta poner título, el salón y el garaje abigarrados o el tapete colorido y la estrechez de los pasillos. No reniega de los colores vivos ni de los más tenues, y a través de las atmósferas suspendidas y de los títulos nos introduce a veces en una dimensión temporal, haciéndonos compartir sus memorias de momentos: Lo que nos queda, Esperando, Último día.
Ese es uno de los asuntos que más le interesa reflejar: el paso del tiempo, la “intemperie doméstica”, lo que permanece en el espacio tras haberlo habitado, la memoria, la memoria selectiva y el olvido, lo cotidiano y privado… son ideas que me abordan de manera constante (y que, añadimos, resultan enormemente sugerentes porque todos habitamos espacios que vivimos y olvidamos y que son testigos mudos de nuestras historias, muertas, recordadas).
Como veis, sus composiciones son fruto de un cuidado estudio, con fines expresivos: A nivel visual me interesan las reglas de la composición clásicas y la sección áurea. A lo largo de estos años de trabajo, lo que busco en la pintura es el poder comunicar de alguna manera, fundamentalmente con el color y la composición, utilizando cada vez menos objetos que de por sí ya estén cargados de connotaciones, simbología o historias.
Por sus figuras de referencia, podemos pensar que algo hay en estas estampas de naturalezas muertas: en su caso nos hablan del paso del tiempo habitaciones y no frutas. Aunque sus influencias son más amplias: Cronológicamente, iría a la pintura de género a lo largo de la historia (la holandesa de siglo XVII, el romanticismo ruso, el estilo Biedermeier de Centroeuropa de principios y mediados del siglo XIX…), entre otros movimientos artísticos en los que se ha representado el espacio interior. De una manera más directa destacaría a pintores como Vermeer, Sanchez Cotán, Vuillard, Morandi, Charles Sheeler, Richard Hamilton, David Hockney, pintores de la Nueva Escuela de Leipzig… el fotógrafo Robert Polidori el director de cine y actor Jacques Tati o los arquitectos Le Corbusier y Rem Koolhaas.
Como ya habéis adivinado, Carlos ha encontrado en la pintura la técnica adecuada para expresar su mensaje sobre el tiempo detenido y fugado en el espacio, y en ella se ha desenvuelto durante todos estos años: Trabajo con pintura acrílica sobre algodón. Al trabajar rápido y por capas es un medio que me resulta muy adecuado y directo. El acabado de este material me resulta especialmente atractivo, siendo un poco más mate que la pintura al óleo.
Generalmente empleo el pequeño y medio formato. Me gustan las dimensiones que se pueden abarcar visualmente rápido y que permiten jugar con el detalle concentrado en poco espacio, creando una relación más cercana también a la hora de ver la pieza.
Junto a aquella serie inspirada en la casa familiar, entre los proyectos desarrollados por Sagrera destaca Inside the shadow, serie (aún en curso) que expuso el pasado año en la galería Mokum holandesa: Trabajo con el espacio interior pero trato de sintetizarlo con muy pocos elementos. Lo que busco es centrarme en la composición y el color de una manera más directa evitando caer en otro tipo de “distracciones”. Evoluciona Carlos hacia la depuración y hacia un tratamiento de la luz que rema a favor de su captación del tiempo con un número reducido de elementos.
Le preguntamos qué será lo próximo: Actualmente estoy preparando una exposición individual en Berlín en la galería Brennecke Fine Art para principios de noviembre de 2017. Para 2018 seguiré participando en ferias y exposiciones con la Rutgerbrandt Gallery (Ámsterdam), con la que trabajo desde finales de 2016.
Podéis seguir sus pasos en carlossagrera.com
4 respuestas a “Carlos Sagrera”
Carlos Civieta
Disfruto, sobre todo, con sus increíbles espacios deshabitados. Es un excelente delineante, dibujante y pintor. No necesita hacer escarceos con la abstracción.
Pedro
Un trabajo estupendo.
Enhorabuena Carlos.
Clara
Yo también lo añado: ¡Fantástico!
Montserrat Cinta
Fantástico