NOMBRE: Carlos
APELLIDOS: Pesudo
LUGAR DE NACIMIENTO: Castellón de la Plana
FECHA DE NACIMIENTO: 1992
PROFESIÓN: Artista
A Carlos Pesudo, nuestro fichado esta semana, lo conocimos el año pasado en la Galería Herrero de Tejada de Madrid: presentó “¿Quién pagará el pato?”, una muestra en la que reflexionaba sobre la preeminencia de la cultura visual en nuestra época y el rol social de las imágenes: constaba aquel proyecto de pinturas cuyo asunto central eran los pormenores de la misma representación, desde el soporte al signo; a partir de la plasmación de un pato de goma, nos invitaba a entender los desafíos formales que puede suscitar la representación de un mismo objeto por múltiples vías.
Este mismo año, el artista ha vuelto a presentar otra individual en Herrero de Tejada, “Espacio Cero”, y con anterioridad protagonizó también una monográfica en la Galerie PRÁM de Praga, además de en la Feria MARTE (suyo fue el Premio MARTE Castellón 2019). Sus colectivas le han llevado a espacios como la Galería LATARKA de Budapest, KRAKERS en Cracovia, la Universidad de Murcia, la Facultad de San Carlos de Valencia, Collblanc Espai d´Art (Castellón), la Facultad de Bellas Artes de Bahía (Salvador, Brasil), la Udvarház Galéri húngara, la propia Herrero de Tejada o el Centre de Cultura de Castellón. Ha participado asimismo en la feria JUSTMAD, la mencionada MARTE y el festival Conquista Ruas, en Vitoria da conquista (Brasil).
Graduado en Bellas Artes y Máster en Producción Artística en la Facultad de San Carlos, se ha formado asimismo en la Facultad de Bellas Artes de Salvador de Bahía y en la Universidad de Bellas Artes de Hungría y ha recibido la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Davalos Fletcher (2020) y la Beca Hàbitat Artístic Castelló del Ayuntamiento de esa ciudad (2019). En 2017 fue ganador del certamen Culla contemporánea y obtuvo una mención honorífica en la Bienal de las artes Ciutat Vella Oberta, en la que proyectó su pieza VANITAS VANITATUM en IVAM Lab. Asimismo, ha participado en residencias en el Centre d’Art La Rectoría, PRÁM (Praga) y Collblanc Espai d’Art (Castellón).
Hemos preguntado a Carlos por sus comienzos creativos; nos ha contado que pinta desde niño y que desde que inició sus estudios tuvo una idea muy clara de cuál era su profesión: Definir cuándo exactamente comencé a trabajar como artista resulta complicado, ya que siempre he pintado y he tenido una fuerte pulsión creativa en general, comencé a pintar al óleo con siete u ocho años en el estudio de mi abuelo pintor, en Almassora (Castellón), lugar que ahora se ha convertido en mi estudio, donde trabajo cuando me retiro periódicamente de mi estudio de Madrid.
Supongo que cuando decidí dedicarme profesionalmente al arte fue al entrar en Bellas Artes en Valencia en 2012, ya que lo hice con una idea muy clara de que el arte y la pintura tenía que ser mi profesión, ya que sin duda era algo que me definía y que me acompañaba en mi proceso vital.
Durante la carrera realicé varias exposiciones y gané algunos premios, y pese a que todo el trabajo que realicé en este periodo ha sido fundamental en mi aprendizaje y mi proceso artístico, no es hasta finales de 2017 y 2018 donde comienzo a configurar una visión más experimentada de la imagen y de la pintura. Ese mismo año comencé a trabajar con la Galería Herrero de Tejada en Madrid y presenté, en marzo de 2019, el proyecto “¿Quién Pagará el Pato?”.
Pesudo forma parte de las nuevas generaciones de artistas que han hecho del estudio de las esencias de la pintura y de la misma imagen el eje de su trayectoria. Su obra contiene referencias a su propio proceso creativo y sobre todo a lo rudo y no finito y a los elementos esenciales del medio pictórico. Para el espectador, guarda preguntas: Son varios los intereses que persigo con la materialización de un proyecto, creo que mi propuesta estética y la manera de conceptualizar la pintura y la imagen es mi principal interés y aportación. En mi obra se puede encontrar fácilmente la metáfora, la ironía, la elipsis o la repetición.
Suelo tratar la pintura bajo una visión de lo mínimo y de lo crudo. Buscando la forma imperfecta, el cuadro imperfecto o inacabado y aproximándome a una geometría de signos muy elementales, y a fragmentaciones del plano de representación.
Me interesa provocar una ambigüedad sobre lo representado y provocar una imagen incierta en la que uno tenga que preguntarse ciertas cosas frente a lo que está viendo.
Su medio fundamental de expresión, aunque no el único, es como decíamos la pintura y su técnica más cultivada el óleo, pero tiende a combinarla con otros recursos en su experimentación, por las opciones expresivas que estos permiten. Nos explica sus procesos de trabajo y nos habla también de su utilización del vídeo: El óleo es para mí la técnica más natural y viva a la hora de entender la pintura, me interesa su tempus relativamente pausado, sus posibilidades de densidad y de transparencia o el brillo que lo caracteriza; además me gusta cómo huele. Pero mis cuadros no suelen estar pintados únicamente con óleo, también empleo espray, rotulador y no me importa en general rayarlos con grafito o mancharlos con cualquier otro material que tenga por ahí, a veces incluso pego papeles, telas o hasta fotografías.
Utilizo el espray por el contraste de posibilidades plásticas que ofrece en relación con el óleo, también por su inmediatez y por el gesto destructivo de pintar por encima de cualquier parte del cuadro y cubrirlo en pocos segundos; me interesa porque se puede ser muy preciso y también muy bruto, también me gusta porque el espray tiene unas connotaciones de vandálico, de sucio y de irreverente.
Suelo pintar sobre lienzo, me gusta el gran formato porque pinto con todo el cuerpo, y porque son muchas pinceladas y mucho más tiempo, problemas y decisiones las que aparecen en un cuadro grande respecto de uno pequeño, en el que también me gusta trabajar pero sobre todo en determinados momentos del proceso creativo, para probar y para resolver cosas de modo más rápido, tan rápido que resulta muy útil para experimentar pero no del todo para entrar en calor o en profundidad con la obra.
Tiendo a trabajar con pintura pero también dedico una parte del proceso al videoarte, y pese a la distancia que hay entre estos dos lenguajes, ambos los trato de modo que se intuye una estética de lo manual o de lo informe. También con vídeo trabajo desde la propia experiencia del lenguaje, incluso generando una estética del error, de lo informal o lo manual como decisión y resistencia estética.
A la hora de citar referencias, nos cuenta Carlos que son diversas y basadas en la observación del entorno; cita entre sus fuentes los grandes movimientos desarrollados en Europa y Estados Unidos tras la II Guerra Mundial aunque revisados desde el contexto actual: Resulta complicado determinar unas influencias muy precisas, desde pequeño siempre he tenido una idea muy clara de cómo me gustaba que se tratara la pintura y cómo debía ser una pincelada. Mis referencias son muchas (mi aproximación con el mundo), son todo lo que veo, tanto aquello que me gusta como lo que no. Creo que no hay nada que no me interese un poco y poco que me interese mucho.
Podría decirse que el concepto plástico de pintura que planteo bebe, a nivel histórico, de referentes formales como el expresionismo abstracto americano así como del informalismo europeo y español, aunque a pesar de esta relación estilística no existe una referencia actual real con respecto a estos estilos pictóricos, de hecho, la pintura abstracta que me interesa a nivel contemporáneo, así como la que yo vengo produciendo, se trata de una pintura que podría redefinirse como informalista o informal en el actual contexto que vivimos. Ya que presenta otras referencias tanto a nivel de imagen, como de técnica, o de lenguaje, y que por ello aporta nuevos planteamientos de transgresión estética.
El artista cita como los principales proyectos que ha desarrollado hasta ahora los que se han presentado en sus dos exhibiciones individuales en Herrero de Tejada: ¿Quién pagará el pato? es un proyecto que realicé entre finales de 2017 y el 2019, año en el que lo presento en una exposición individual en la Galería Herrero de Tejada, en Madrid, y que también presenté en un primer aproximamiento en el festival de arte conquista ruas, en Vitoria da conquista, Brasil, en 2018.
Este se basaba en una construcción ambigua de la imagen en relación a un elemento determinado, un pato de goma, que se presenta como un elemento irónico ya que la exposición apelaba a la idea de veneración de un elemento banal, relativo a una iconografía pop, que se retrata como un símbolo de la sociedad de consumo y, en definitiva, cuestionaba la manera en que la sociedad resulta sugestionada y manipulada, tanto por un objeto de plástico, símbolo del materialismo, como por la imagen en general.
La materialización de este concepto eran cuadros de pequeño y gran formato y una pieza de videoarte que proponían un ejercicio de ambivalencia sobre el elemento que se representa. Intentando escapar de la representación, se proponía una imagen incierta en las que se reiteraba la figura del pato de goma como objeto intrascendente que resultaba sublimado como objeto artístico, y que cuestionaba a nivel formal el modo en que se consume y se asimila la imagen en la actualidad.
En estos patos, por tanto, encontrábamos una puesta en cuestión del arte como fetiche, una metáfora de lo banal y un icono social muy presente en el imaginario colectivo; habla de la sociedad de consumo, de la fácil manipulación de las masas… y, al presentársenos una y otra vez repetido, deviene símbolo, significativo aunque aparentemente inocente. Decía Pesudo: El pato de goma es para mí el perfecto símbolo de nuestra sociedad, además tiene el formato de un juguete, lo que se da a los niños para el deleite y la evasión.
La segunda propuesta que nos destaca es “Espacio Cero”: Es un proyecto que comencé a plantear a mitad de 2019 y en el que sigo trabajando actualmente. Presenté la “primera parte” de este proyecto recientemente en la Galería Herrero de Tejada, y también he mostrado parte de la serie previamente en las ferias de arte contemporáneo MARTE 2019 y JUSTMAD 2020, en Castellón y Madrid.
El proyecto está planteado para ser desarrollado en distintas fases, se trata de un proyecto dinámico que se va construyendo a sí mismo, donde se investiga acerca de un lenguaje plástico abstracto en el cual se cuestiona el signo como principio fundamental de la imagen.
Espacio Cero es un proyecto que parte de un proceso de introspección, este también plantea una propuesta de imagen basada en lo ambiguo, que supone una resistencia respecto del modo en que entendemos y asimilamos la imagen. Sin embargo este proyecto no se centra en un elemento concreto como objeto de representación sino en la ausencia de tal elemento, no es el pato de goma sino el huevo, y no directamente por su morfología sino por el espacio vacío y aislado que se genera en su interior, lo que plantea una metáfora acerca de cómo se va a desarrollar este propio proceso creativo.
Espacio Cero centra como objeto de estudio lo que acontece en la realidad más inmediata y hermética del lugar de creación. Donde aparece el concepto de huevo como metáfora del aislamiento en el que me sitúo en el estudio y donde trabajo, habitando este espacio, en torno a una escucha de lo mínimo o de lo más elemental. En tal escenario se plantea la siguiente pregunta, ¿qué sucede, o cómo suceden las cosas, en un lugar en el que no sucede nada?
La obra que articula este proyecto, tanto pintura como videoarte, supone una resistencia respecto del modo en que recibimos y asimilamos las imágenes hoy en día. Mi propuesta consiste en un lenguaje críptico, en el que me sirvo de ciertos signos, elementos o formas muy elementales que son fácilmente reconocibles en los cuadros pero que conllevan un tiempo de asimilación para interpretar, entender o descifrar cómo y por qué aparecen en las distintas obras.
Así, converge el huevo con el número 0, la letra o, el sol, una gota de agua o un mero trazo que delimita un espacio. Veíamos en estos trabajos ese aspecto crudo del que antes nos hablaba (sus colores son reducidos, ciertas zonas quedan sin pintar) y apelan también a sus maneras, aparentemente opuestas pero en realidad complementarias, de crear: lo espontáneo y lo pausado, lo gestual y lo reflexivo.
Hemos preguntado a Carlos dónde lo encontraremos próximamente: Actualmente me encuentro trabajando en distintas exposiciones para este próximo 2021.
La primera es una exposición individual virtual que se celebrará en febrero (que sustituye la exposición física que había programada para la misma fecha, por motivo del COVID-19) en la Galería Kevin Kavanaugh de Dublín, Irlanda.
También estoy preparando la obra que voy a presentar en la feria de Arte Contemporáneo ESTAMPA, en marzo, con la Galería Herrero de Tejada, en Madrid. Y por último estoy trabajando también en mi primera exposición individual con la Galería Yusto Giner, en Marbella, programada para el mes de mayo, con la que recientemente he comenzado a trabajar.
Asimismo he sido becado por la Fundación Davalos Fletcher para desarrollar un proyecto en la residencia artística SomoS, en Berlín, de abril a julio de 2021.
Conoced mejor a Pesudo en su web: www.carlospesudo.com. Y en Instagram: www.instagram.com/carlos_pesudo.