NOMBRE: Carla
APELLIDOS: Souto
LUGAR DE NACIMIENTO: A Coruña
FECHA DE NACIMIENTO: 1994
PROFESIÓN: Artista
Hace seis años que conocimos a Carla Souto, una de las artistas más jóvenes que ha pasado por esta sección: fue en el Forum Metropolitano de A Coruña, en una exhibición, titulada “Obstetra: que cuida”, en la que presentaba una serie de piezas que se relacionaban estrechamente con el entorno y sus accidentes en un montaje que establecía así paralelismos con el modo en que un cuerpo se ajusta a otro, o un feto se amolda a un útero. Las obras, esculturas en escayola y arcilla e imágenes enmarcadas, apelaban a lo corporal explícitamente o desde lo amorfo y orgánico y contenían, por su disposición, el gesto de asimilarse a un paisaje, del que quizá nosotros también seamos parte.
Esta autora, graduada en Bellas Artes por la Universidad de Vigo, especializada en Arte Multimedia por la de Oporto y Máster en Escultura por la Universidad de Lisboa, ha ofrecido asimismo muestras individuales en ART Mustang (Elche), la Galería Monumental de la capital portuguesa, la Fundación Eugenio Granell de Santiago de Compostela y la sala Tangent Projects de Barcelona, en el marco de Art Nou; y sus colectivas le han llevado a espacios como Matadero Madrid, el Pazo da Cultura de Pontevedra, el Centro Torrente Ballester de El Ferrol, la antigua Embajada británica de Madrid, la Iglesia de la Universidad de Santiago de Compostela, La Juan Gallery (Madrid), Sant Andreu Contemporani (Barcelona), la Sala Amadís del INJUVE o la Fundación Camilo José Cela de Iria Flavia. Asimismo, ha participado Souto en residencias de la Bienal de Cerveira, ART Mustang (Universidad Miguel Hernández) y KH Messen (Alvik, Noruega) y en los encuentros para artistas organizados por la Cidade da Cultura y la Fundación Villalar.
Podemos finalizar las presentaciones contándoos que ha recibido una beca Puenting (2016) y una de las ayudas a la creación del INJUVE (2018), resultando además finalista en varias convocatorias de Xuventude Crea y en el Premi Miquel Casablancas.
Carla Souto se incorpora a nuestros Fichados porque queremos saber más de sus esculturas con formas tan sugerentes como ambiguas, que remiten tanto al cuerpo como a la ausencia del mismo y a sus huellas sobre el material. También sobre la capacidad expresiva de sus montajes, en los que, como dijimos, no veremos peanas ni vitrinas que aíslen las obras, de modo que estas se funden con el suelo y se diluyen sus distancias con los espectadores, así como entre lo público y lo privado.
No tiene claro Carla en qué momento llegó su vocación artística (No sé si hay una fecha exacta para este momento. Creo que la pulsión creativa siempre fue algo intrínseco a mí), pero sí que le interesa no establecer fronteras entre sus propuestas y el entorno, en un sentido amplio, y poner en cuestión el modo en que ciertos espacios dan lugar a determinadas actitudes de acción y contemplación: Me pregunto sobre las cosas que suceden sobre el suelo, la interacción entre la naturaleza y el espacio público y cómo la política del territorio define nuestros comportamientos. La producción y consumo sostenibles también son temas muy importantes a la hora de elaborar cualquier proyecto. Podemos decir que los suyos tienen siempre que ver con el emplazamiento donde se crean; hablar de un hacer situado que presta atención tanto a lo espacial y natural como a lo humano.
Me pregunto sobre las cosas que suceden sobre el suelo, la interacción entre la naturaleza y el espacio público y cómo la política del territorio define nuestros comportamientos.
Su lenguaje habitual es el de la escultura, valiéndose de materiales diversos (Todas las piezas que realizo tienen cualquier característica gestual y escultórica, eso implica que los materiales utilizados tienen que acompañar esta necesidad: arcilla, escayola, cera, mi propio cuerpo…), pero sus trabajos se acompañan también de otras técnicas, como la pintura, la performance, el vídeo, la fotografía -en ocasiones con valor documental-, e incluso la creación textil y de joyas; en el centro CEART-UDESC de Florianópolis, en Brasil, obtuvo una mención especial en Artes Visuales, Artes Escénicas y Moda y ha diseñado una colección de esculturas vestibles, de la que luego hablaremos.
Entre sus fuentes de influencia cita cualquier pieza que esté en un museo antropológico y a Francis Alÿs, el creador belga en cuya obra convergen el arte, la arquitectura y las prácticas sociales; y considera uno de sus proyectos fundamentales A partir del suelo, porque en él entendió que el arte puede ser algo colaborativo y tomar parte en la sociedad. Pudo verse en 2020 en la Fundación Granell y constaba de series fotográficas, dibujos y acciones documentadas en vídeo (con la colaboración de Mar Suárez), en las que la artista exploraba los problemas y desafíos asociados al abandono de las tierras agrícolas en Galicia, examinando, por un lado, los lazos del cuerpo femenino con la tierra y, por otro, las formas de resistencia de la población rural en esa comunidad hasta el día de hoy, marcado por el abandono de formas de vida ligadas al campo.
Le interesaba investigar los vínculos entre el territorio y la identidad de quienes lo habitan y en qué medida esos lugares pueden devenir símbolos de representación cuando albergan pasado, historia y experiencia. Partiendo de una tierra perteneciente a su familia, generó un discurso donde evidenciaba, no solo la despoblación, sino también formas valiosas de respeto a la naturaleza.
Menciona también Carla esas esculturas vestibles de las que hablábamos, en las que trabaja desde 2020: El propósito de cada pieza y de la colección es crear historias a través de la tridimensionalidad, basándome en la emoción, el producto y el consumo sustentable y el valor del trabajo hecho a mano. Las joyas se producen bajo demanda, con el fin de no generar excedentes, y conllevan un trabajo, como nos decía manual, de tres o cuatro semanas. Remiten a criaturas mágicas y paisajes místicos y proponen modos de llevar al cuerpo volúmenes y sensaciones.
Ya la pieza con la que obtuvo Souto la beca Puenting, Mujer o árbol, proponía en sus palabras un reencuentro del misticismo cósmico con el poema corporal femenino.
Queremos recordar también la exhibición “Dudas y montañas”, que en 2020 llevó a Tangent Projects: trató de recorrer con pluma o pincel, y lienzos sin pintura, la escala imposible de abarcar de una montaña y de rastrear los modos posibles de acercarse a ella, o a la naturaleza, desde la instalación, el vídeo o el dibujo, buscando encontrar maleabilidad en su inmensidad. Planteaba, en el fondo, cuestiones conceptuales, como dónde acaba y empieza un monte, qué implica serlo, si pueden crecer, si poseer parte de su tierra es poseer realmente parte de él, qué hay debajo. Y en último término, y sobre todo, cómo conquistar, nombrar, observar o representar un accidente geográfico que nos es del todo familiar y, a la vez, del todo esquivo. Las piezas reunidas tenían mucho de poemas visuales; otra nota común a la producción de Souto.
Hemos preguntado a la artista qué será lo próximo: Ahora mismo tengo varios proyectos en activo. Voy a trabajar con unas bailarinas para que activen las esculturas vestibles con su cuerpo y movimiento y en septiembre tendré una exposición individual en la Galería Vilaseco de A Coruña, entre otros.
Podemos seguir sus pasos, aquí: https://carlasouto.com/