Uno de los grandes eventos culturales de este año en Flandes, junto a Ensor2024, es la celebración de la octava edición de la Trienal de Beaufort, que hasta el 3 de noviembre presenta 18 obras de arte contemporáneo instaladas al aire libre en el litoral flamenco, ofreciéndonos una manera diferente de descubrir las localidades que se suceden a lo largo de la costa belga.
Beaufort24, comisariada por Els Wuyts, tiene como título “Fabric of Life” y se basa en la idea de las conexiones naturales. Esta metáfora del tejido proporciona una vía para comprender ciertas facetas de la realidad actual, reevaluar el espacio público inmediato y comunitario, y conectarlo con numerosos mundos potenciales, predicciones y deseos. De esta forma, los lugares escogidos entre los municipios de De Panne y Knokke-Heist ofrecen oportunidades perfectas para establecer conexiones aparentemente invisibles, construir puentes inesperados y permitir que se articule una red claramente tangible, un espacio donde todas las formas de vida interactúan entre sí en un proceso dinámico de interdependencia.
Los artistas seleccionados para esta edición son: Filip Vervaet, Maëlle Dufour, Johan Creten, Jorge Macchi, Selva Aparicio, Alexandra Bircken, Lucy + Jorge Orta, Jef Meyer, Femmy Otten, Marius Ritiu, Sara Bjarland, Pei-Hsuan Wang, Romain Weintzem, Driton Selmani, Monika Sosnowska, Ivan Morison, Richard Deacon y Lucie Lanzini. Sus piezas se encuentran ubicadas tanto en la playa como en puntos urbanos o enclaves naturales próximos a la costa y pueden ser visitadas de manera libre a cualquier hora del día. Existen rutas diseñadas junto al mar para seguir el recorrido a pie y en bicicleta o, de una forma más relajada, en el tranvía de la costa, con un trayecto a lo largo de los 67 kilómetros del litoral.
Pei-Hsuan Wang
Al Met Der Tyd
Dos discretas esculturas, dos criaturas inspiradas en figuras míticas y deidades de las culturas de habla china que actúan como protectores de las vías fluviales y las comunidades costeras, guardan la fantástica vista del mar, desde las dunas, en la localidad de De Haan. El título, Al Met Der Tyd, hace referencia a una inscripción en una piedra de la fachada de una villa de la belle époque, una de las primeras de De Haan, que data de 1890, y alude al ritmo cíclico de la vida junto al mar. En la actualidad, la piedra se conserva en los archivos de la Sociedad del Patrimonio de De Haan.
Jorge Macchi
All the words in the world
El reconocido artista argentino presenta aquí una gran escultura que, aunque a primera vista nos recuerda a un edificio de apartamentos desvalijado, representa en realidad un teclado sin teclas, con el que lanza al aire preguntas acerca de la comunicación y las posibilidades del lenguaje. Hoy en día nos conectamos digitalmente con el mundo, lo que tiene ventajas e inconvenientes. Algunos sostienen que conduce a la alienación de los demás, mientras que para otros permite nuevas posibilidades y una sociedad más inclusiva. Esta obra de arte cobró vida gracias a la ayuda de estudiantes del VTI de Brujas, mientras Macchi les guiaba digitalmente.
Marius Ritiu
At the Mercy of Nature (Sisyphus Part X)
Con esta monumental escultura en bronce, que simula un meteoroide caído sobre la tierra, Marius Ritiu señala cómo, en última instancia, nuestro destino está en manos de la naturaleza. Es muy interesante aquí el proceso artesanal del repujado del cobre: Ritiu coloca placas de cobre alrededor de una piedra, iniciando un proceso de meses de duración sometido a millones de golpes de martillo. Poco a poco, las placas adoptan la forma del objeto subyacente. Una vez alcanzada la forma deseada, el metal se desmonta metódicamente, placa por placa, y se vuelve a montar.
Femmy Otten
Moeder
La artista holandesa Femmy Otten trabajó durante los nueve meses de su embarazo en la elaboración de una versión en madera de esta escultura que ahora se presenta aquí, frente al Casino de Ostende, en mármol. A pesar de la ternura y la delicadeza que la artista ha infundido en la representación, la pieza resulta imponente cuando uno se sitúa frente a ella. La mujer está en una posición incómoda, parece mantener un delicado equilibrio, que no es solo físico: la figura de la madre encarna la fuerza primigenia de dar vida y, al mismo tiempo, emana vulnerabilidad.
Romain Weintzem
Attentifs ensemble
Influido por el Art Nouveau de su ciudad natal, París, Romain Weintzem diseñó estas esculturas-banco que sirven para descansar y disfrutar de las vistas protegidos del viento costero. Más allá de esta primera y amable visión de la obra de Weintzem, nos percatamos de que los asientos están separados por tabiques de acero, invitando al usuario a observar el entorno sin interactuar con sus vecinos, revelando la naturaleza distópica de nuestras sociedades de vigilancia.
Driton Selmani
Lost For Words
Sobre las dunas de Blankenberge se erige esta singular pieza de Driton Selmani. Sorprendido por la tranquilidad y el silencio habitual de esta zona de la playa (frente al ruido constante en Kosovo, su país natal), que contrasta sin embargo con el bullicio del paseo marítimo en los días de buen tiempo, el artista creó esta obra de arte giratoria que actúa como un faro o una veleta de la empatía. El artista nos invita aquí a aprovechar las emociones que flotan en el aire, aspirando a ofrecer una experiencia más que una observación racional.
Sara Bjarland
Monobloc Moments
Quizás una de las piezas más deslucidas, por su ubicación, dentro de esta edición de la Trienal sea Monobloc Moments, de la finlandesa Sara Bjarland. No así su planteamiento, que formula cuestiones esenciales sobre nuestra sociedad de usar y tirar y sobre el valor de los objetos. En este caso, la artista recurre a uno de los básicos de la temporada estival, que es también un símbolo, cada vez más denostado, de la sociedad de consumo: la silla de plástico Monobloc. Ella la transforma en una silla de bronce, otorgándole una cualidad atemporal y elevando su valor, y dispone varias de ellas de forma caótica y lúdica, como si la pila hubiera sido moldeada por una brisa marina y estuviera a punto de caerse.
Selva Aparicio
at Rest
Esta es una obra para la que la barcelonesa Selva Aparicio ha contado con la colaboración con los residentes y visitantes de Nieuwpoort, localidad donde se ubica la pieza. Cientos de huellas de palmas de manos trasladadas a más de 4000 azulejos de bronce componen at Rest, que es también un lugar en el que sentarse, relajarse y contemplar las vistas al estanque del dominio provincial de Koolhofput. Todas esas líneas de vida marcadas sobre el metal son o serán también recuerdos del paso del tiempo, la memoria de muchos que dentro de un tiempo ya no estarán. Aquí, la muerte es una presencia tangible, teniendo en cuenta además que la zona de Koolhofput fue un frente de guerra durante la Primera Guerra Mundial. Esta es una pieza con múltiples significados, que resulta tan atractiva como inquietante.
Richard Deacon
N/E/W/S
El título inicial de esta obra del afamado Richard Deacon era Todo el mundo habla y sus formas orgánicas y redondeadas de acero inoxidable estaban inspiradas en los bocadillos de los cómics. Esta idea de conversaciones entre personas, unida al hecho de que la obra está sobre un pedestal cuadrado alineado con los puntos cardinales, así como a que la etimología de la palabra “news” sugiere una conexión entre compartir noticias y orientarse, hizo que el artista terminase finalmente por darle el nombre de N/E/W/S, en referencia a ambos significados. Con esta obra, Deacon ha querido hacer también un guiño a la escala Beaufort, que mide la fuerza del viento, imprimiendo un acabado a la escultura que se ve modificado con los cambios de luz y con los movimientos de las nubes y de los espectadores.
Lucie Lanzini
Trouble Sea
Una ventana aislada, en mitad de un parque y totalmente descontextualizada, forma un marco que permite contemplar el paisaje de otra manera. Este es el punto de partida de la idea con la que Lucie Lanzini nos invita a forjar una nueva conexión con objetos familiares mediante intervenciones llenas de matices. El “vidrio oceánico”, de aspecto turbio, nos habla del ondulante mar que hay al otro lado de las dunas, y la cuerda, elemento recurrente en la obra de Lanzini, es un objeto familiar de la costa que remite a los puertos y a los pescadores. Todo es cercano y extraño a la vez.
Jef Meyer
Untitled
Lo primero que pensamos al ver esta obra de Jef Meyer es si está o no acabada. Lo segundo puede ser preguntarnos si se trata de una escultura o de una arquitectura. La respuesta es que aúna cosas de ambas disciplinas, por lo que podríamos hablar de una escultura arquitectónica o de una torre escultura. Realizada en hormigón y complice del viento y del mar, y de sus susurros y ecos, Untitled es una estructura viva inspirada en los búnkeres del Muro Atlántico.
Lucy + Jorge Orta
Gazing Ball: Reflective Dialogues
El gran parque central de la localidad de Middelkerke acoge esta obra de Lucy + Jorge Orta, planteada como un espacio de reunión abierto con cuatro entradas, que se asemejan a una rosa de los vientos y que ofrece nuevas perspectivas del paisaje circundante gracias a la gran esfera reflectante que corona la obra.
Johan Creten
The Herring
Sobre la arena de la playa de San Andrés, en Koksijde, una nueva visitante llama la atención de los paseantes y bañistas. Es THE HERRING, una figura monumental, de cinco metros de altura, obra del belga Johan Creten. En ella juega con el doble sentido de “la mer”, el mar, y “la mère”, la madre. Y es que aquí el mar y la vida están inextricablemente unidos pues durante la Segunda Guerra Mundial la costa occidental belga pudo sobrevivir gracias a una pesca de arenque inusualmente abundante, tanto que la gente podía recogerlo con sus propias manos. De ahí el gran pescado que sostiene la figura. Con su obra, Creten nos enfrenta a los problemas contemporáneos de la sostenibilidad y la ecología: ¿son inagotables los recursos del mar?
Filip Vervaet
Staging Sea
Junto a la iglesia de San Pedro, en De Panne, hoy convertida en biblioteca, el artista Filip Vervaet ha colocado unas dunas de arena en recuerdo de las que rodeaban la iglesia cuando fue construida a finales del siglo XIX. Además, siete faroles con orbes de cristal azul verdoso adornan la zona, haciendo referencia al peculiar cuadro Paisaje con faroles (1958) del belga Paul Delvaux. Además de las dunas y los faroles, Staging Sea incluye una fuente que representa visualmente la amplitud de la marea en la costa belga, que llega a ser de cinco metros. La obra no sólo sirve como oda al mar, sino también como comentario sobre el impacto humano en la naturaleza, un tema común en la obra de Filip Vervaet.
Maëlle Dufour
Capsule
Con su obra, Maëlle Dufour, que procede de una familia de agricultores, cuestiona el afán humano de control absoluto de la naturaleza contrastando la artificialidad de Capsule con el paisaje circundante. A través de las superficies reflectantes de los paneles cuadrados de cristal, la obra, que evoca un silo de almacenamiento o un biorreactor, nos distorsiona y confunde. Como en un caleidoscopio, las imágenes cambian según el punto de vista. Esto nos lleva a reflexionar sobre el significado del progreso y el futuro.
Alexandra Bircken
Top Down / Bottom Up
Esta sugerente obra, ubicada en el monumento al Rey Alberto I en Nieuwpoort, representa a una joven gimnasta que desafía las leyes de la gravedad haciendo el pino sin esfuerzo sobre el borde del monumento mientras que otra chica, en el suelo, de puntillas y con los brazos extendidos pareciera querer soportar el peso del mundo. La artista vincula esta idea con los conceptos de top-down y bottom-up que aparecen en campos como la sociología y el marketing, a partir de las cuales se formulan cuestiones como si las evoluciones sociales se producen porque las figuras influyentes de la cúspide orquestan e impulsan el cambio, o si, por el contrario, son los individuos de la base los que inician e impulsan la transformación.
Ivan Morison
Star of the Sea
Concebida específicamente para la playa de Zeebrugge, Star of the Sea es una de las obras estrella de esta edición, que es, además, una coproducción entre la Trienal de Beaufort y la Trienal de Brujas. Esta voluminosa estructura de hormigón con chimeneas, a medio camino entre un búnker, una fortaleza y un castillo de arena, está sometida a la impredecibilidad del viento, al agua y la arena, que pondrán a prueba su estabilidad y durabilidad. La práctica de Ivan Morison se mueve entre el arte y la arquitectura, el teatro y el activismo y aquí ha creado un espacio de de conexiones sutiles y espontáneas, además de un llamativo templo de hormigón que invita a los transeúntes a entrar, a explorar y a percibir sonidos y olores específicos.
Monika Sosnowska
Façade
También en Zeebrugge encontramos esta maraña de metal en la que Monika Sosnowska reproduce las ventanas de la Fundación Galería Foksal de Varsovia, un edificio con una fachada de cristal típicamente modernista. Su proceso de trabajo combina una parte manual con otra en la que interviene maquinaria pesada, como si unas manos colosales ejercieran fuerza sobre el material metálico empleado. El resultado nos recuerda a las plantas rodadoras que son desplazadas por el viento, aunque en este caso se trate de una especie de maleza urbana.
Aunque la idea de la Trienal es efímera, en cada edición se seleccionan varias obras que pasan a formar parte del paisaje permanente de la costa, sumándose al conjunto “Beaufort Sculpture Park”, que consta ya de 42 obras de arte expuestas.
Desde su presentación y durante unos meses, La Trienal de Beaufort ha coincidido con otra importante cita con el arte contemporáneo en Flandes: la Trienal de Brujas, finalizada el pasado mes de septiembre. Contaba con once instalaciones alojadas en el espectacular centro histórico de esa localidad patrimonio de la UNESCO, además de una obra ubicada en Zeebrugge, en la costa, realizada en colaboración con Beaufort24.