NOMBRE: Armando
APELLIDOS: Gutiérrez Rabadán
LUGAR DE NACIMIENTO: Sevilla
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
A nuestro último fichado lo conocimos hace cinco años por estas fechas: os contamos que recibió una mención de honor en el Premio Ibercaja de Pintura Joven por su obra Jardín secreto. Con Armando Rabadán regresa a Fichados la pintura; ese es su medio fundamental de trabajo y en sus obras conjuga la geometría con la atención a profundidades, texturas, luces y sombras; el mimo de las gradaciones tonales y una evocadora sencillez.
Este autor sevillano, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de la capital andaluza, ha presentado muestras individuales en tres espacios de Estambul, donde realizó parte de sus estudios (Art Minium, Troy Gallery y Art350 Gallery, actualmente llamada Anna Laudel), la AP Gallery de Hong Kong (hoy cerrada) y el Espacio Arquemí hispalense. Sus colectivas le han llevado a distintos centros turcos (de nuevo Art350 Gallery, el Museo Elgiz de Arte Contemporáneo o la Mixer Gallery de Estambul), a Krowji, residencia mediante (Redruth, Reino Unido) o al Centro Cultural Cajasol, la Sala Atín Aya, la Fundación Valentín de Madariaga, el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla o la Galería RENACE de Baeza; a Madrid, Málaga u Oviedo. También, de la mano de la Fundación Tres Culturas -con la que llevó a cabo una residencia en Francia en 2010 y de la que fue artista asociado al año siguiente- ha expuesto su obra de nuevo en Sevilla y en Lisboa y Assilah (Marruecos).
El año pasado obtuvo Rabadán el primer premio en el galardón de pintura de la Fundación Marqués de Guadalcanal y sendas menciones de honor, del público y del jurado, en el XXX Concurso de pintura y escultura Ciudad de Álora. Antes llegó la citada del Premio Ibercaja de Pintura Joven (2015), el primer premio en el XIV Certamen de Creación Joven del Ayuntamiento de Sevilla (2014) y una mención de honor de la convocatoria Aires de Córdoba (2012).
Asimismo, ha participado en ferias como Contemporary Istanbul, Context Art Miami, Art Taipei, Kiaf Art Seoul, Bazaar Art Jakarta y Artist İstanbul y su producción forma parte de las colecciones de los consistorios de Sevilla y Guadalcanal y la Universidad de Loyola.
Como sabéis, comenzamos preguntando a nuestros fichados cómo fueron sus inicios; Armando nos ha contado que solía dibujar en la infancia y que, a la hora de comenzar una carrera artística, contó con el apoyo de su familia, cercana a la creación. También que fue en Turquía donde dio sus primeros pasos: De pequeño dibujaba mucho, pero con los años lo dejé y pensaba estudiar arquitectura. El año para decidir carrera mi media no era lo suficientemente alta en matemáticas, por lo que no pude entrar. Mi abuelo por parte de padre era pintor, por lo que siempre conté con el apoyo incondicional de mi familia para obtener una licenciatura en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y en la Universidad Mimar Sinan Guzel Sanatiar de Estambul, donde terminé mis estudios.
Empecé a trabajar como artista en Estambul, donde desarrollé una exposición individual en la galería Anna Laudel, una colaboración con el Instituto Cervantes de Estambul; expuse mi trabajo en el museo Elgiz y también en la feria de arte Contemporary Istanbul. Después las cosas se torcieron un poco, en parte motivadas por la situación política de Turquía, lo que me obligó volver a España tras cuatro años.
La pintura es el eje de su producción, como técnica y también como tema; la concibe como eje de múltiples investigaciones posibles, como medio desde el que formular nuevas preguntas que no necesariamente lleven aparejadas respuestas. Trabaja abierto al azar o el error, le interesa la generación ilusionista de espacios y la relación de la obra con quien la observa. También los nexos posibles entre fotografía y pintura cuando el discurso de la primera puede trasladarse al lienzo, como ocurre en algunos de sus proyectos: La pintura siempre ha sido para mí una manera de asimilar la realidad. Un proceso que debe ser abierto para no perder su capacidad de excitarme. Con el paso del tiempo se forman patrones que chocan contra mí como olas en las rocas, como piezas de un puzzle que está por resolver.
Me interesa la relación entre la obra de arte y el espectador, que es la relación entre yo mismo y lo que hago. De las artes plásticas me interesan los fundamentos de la pintura, la composición la luz, el uso del color. El contenido de las imágenes que uso responde a mi compromiso personal con estos fundamentos que son invariables.
Me atrae cómo el discurso de la fotografía se transforma en pictórico mediante el traspaso de información: un proyector modifica y aporta riqueza a la manera de obtener información visual, los errores acumulados en esta transición de datos de la imagen son útiles cuando entran a formar parte del discurso pictórico; las imprecisiones al proyectar una imagen proporcionan interesantes nuevos encuadres y las pequeñas partículas de polvo y los errores de revelado se convierten en elementos compositivos de la imagen, interactuando con la misma y modificando su significado.
Es interesante comprender de qué manera el pintor se relaciona con la imagen para transformarla, y a su vez cómo el espectador es capaz de traducirla y averiguar su procedencia, o la manera en que ha sido realizada. Es importante reflexionar detenidamente sobre la relación con el espectador, porque en la pintura la interacción no es directa como ocurre con otras artes visuales o medios (cine, videoarte, lectura etc). Aunque en mi opinión no se requiere de un conocimiento previo para disfrutar de una obra pictórica, sí que se precisa de capacidad de observación, ya que no hay nada que entender en ellas, solo hay que estar abiertos a la experiencia que aportan a nuestros sentidos desde su realidad. En este contexto, creo que la pintura es más interesante cuando su planteamiento abre el espectro de las preguntas para cuestionar todas estas relaciones entre público, obra y procedencia.
En este contexto desarrollé una serie pictórica llamada “Paisajes Topográficos”, donde el corte hiperrealista de las piezas es semejante a los pliegues de una tela que bien podrían recordar a las túnicas de Zurbarán, o a paisajes de un planeta visto desde el cielo. El proceso proporciona las pautas necesarias para resolver la obra realista, por lo que se desconoce su aspecto inicialmente. Anteriormente realicé en Estambul la serie Micro-cromos, que también juega con la idea de la distancia de observación para generar diferentes sensaciones perceptivas en el observador.
La pintura siempre ha sido para mí una manera de asimilar la realidad. Un proceso que debe ser abierto para no perder su capacidad de excitarme.
Justamente con el proyector suelen comenzar sus procesos de trabajo; nos habla más de los nexos de la foto con su lenguaje pictórico; en esos vínculos median las texturas: Suelo empezar a pintar usando el proyector, creo que ese primer encuentro entre la imagen fallida de la que se pueden aprovechar texturas e ideas nuevas es clave, porque es un encuentro que da pie al dialogo entre el fondo y la figura y el uso de la luz. Tal vez por eso me interesan ahora las figuras, y, pienso, tal vez estas texturas han sido un camino preparatorio para estas piezas.
Las técnicas en las que trabajo son óleo, spray y acrílico. Y los formatos suelen ser tela y papel. Me interesa poner a dialogar una elaboración al óleo con trabajos más frescos realizados con spray. Me gusta la fricción que generan entre sí, es como si quisieran contar una historia. No siempre funcionan con la misma intensidad, es interesante encontrar sus complementarios, en piezas que aparentemente no tienen ninguna relación, y juntas potencian su fuerza. Las técnicas están al servicio de la idea de saber cuándo parar de pintar, no se debe pintar en exceso.
A la hora de citar sus referencias, Armando nos habla de un fotógrafo, de un pintor y de un cineasta; le interesan al artista los diálogos posibles entre imágenes con diferentes soportes: Para mí convertir la pintura en discurso de sí misma es considerar como contenido lo que ocurre en una o varias imágenes en desarrollo. El error, el proceso de una pintura que no termina de funcionar. A veces solo funciona una parte de la imagen para ser traducida a pintura.
Es interesante trabajar con la complejidad que supone descubrir una manera de mezclar ese fragmento de historia con otras imágenes. Hay un libro de street photography de William Klein (William Klein’s Life is Good & Good for You in New York), donde la disposición de las fotografías me ha ayudado a comprender cómo varias imágenes pueden coexistir para generar nuevos diálogos, ya sea en un mismo lienzo o mediante la combinación de varios soportes en una instalación. Se produce una fricción en las imágenes, que es algo que también he visto en la obra pictórica de Luis Gordillo o en el cine de Jean-Luc Godard– “El estilo es el exterior del contenido y el contenido el interior del estilo, no pueden ir separados” – y que tiene un gran impacto sobre mí.
Considera Rabadán que sus proyectos más representativos hasta el momento son los que presentó en sus individuales de Hong Kong y Estambul. Y recuerda que en su etapa turca se acercó al paisaje desde un enfoque próximo al romanticismo, sobre todo en el periodo más turbulento en el país: Probablemente los dos proyectos más ambiciosos que he realizado han sido la individual en Hong Kong de Ap Contemporary Gallery y la individual en Estambul con Anna Laudel Gallery, antes Art350 gallery.
Este última la realicé cuando vivía en Estambul. Durante ese periodo también pasé bastante tiempo confinado en casa. Moverse por Estambul no es tan cómodo como vivir en Sevilla, y las revueltas en la ciudad eran constantes durante el levantamiento de Gezi Park. Por aquel entonces pensaba mucho en la naturaleza; Rimbaud, Rilke, Friedrich… estaban en las naturalezas que pintaba, y me veía a mi mismo como un explorador que debía crear su propia vía de escape, por lo que realizaba faunas inmensas con la idea de evadirme de la realidad. Poseían un componente de improvisación y búsqueda acentuado, como el de las preocupaciones que abordo ahora, espero que desde otra madurez.
La exposición de Hong Kong la preparé en Sevilla; fue una oportunidad de colaboración muy ambiciosa que me permitió expandir mi trabajo a Asia y conocer esta ciudad personalmente. El trabajo que realicé con ellos principalmente se centró en la serie Micro-cromos. Tuve la oportunidad de participar en varias ferias de Arte Contemporáneo en Asia y en Miami, como Context Art Miami o Kiaf Art Seul, entre otros.
Hemos preguntado también a Armando qué será lo siguiente: Actualmente trabajo en una serie de obras donde se representa la figura humana en espacios de interior. Es una manera de reflejar la actividad anónima dentro del hogar. La importancia no está en el retrato, porque se llevaría toda la atención; la intención se centra en la necesidad de mostrar lo cotidiano del hogar con un contrapunto de anti-selfie. Cruzar un pasillo, dormir, negarse a mostrar el rostro… son algunas de las ideas, en parte desarrolladas a partir de los acontecimientos de la pandemia. Su procedencia, como el de la mayoría de mis obras actuales, es una tela con una suerte de intentos y texturas que van quedando para buscar su oportunidad y fusionarse con otra imagen.
Algunas pinturas adormecidas que ya funcionan en las paredes del estudio esperan su oportunidad para avanzar más, pero con el tiempo se convierten en dueñas de sí mismas, es lo que suele pasar. Estas piezas dialogan en el espacio con dibujos de agenda proyectados a gran formato, copiados línea a línea. Me interesa el proceso de convertir la soltura de un dibujo lineal en una pintura de gran formato, donde el traspaso ha sido minucioso, y las líneas al ser traducidas a pintura poseen una riqueza visual que es observable solo desde cerca. Es algo sutil, pero son las mismas ideas persiguiéndome, definiendo quién soy. Mi trabajo y pasión actual es propiciar la convivencia entre estas obras, poner a charlar al dibujo con la pintura, enseñar la trampa para recordar la magia, para que tampoco yo la olvide.
Conoced mejor a Armando, aquí: www.armandorabadan.com.