Los tratados sobre teoría del arte de Aristóteles (siglo IV a. C., recordamos) se han perdido, excepto Poética, que no se conserva al completo. Trata los problemas de la fábula y el lenguaje, pero también incluye observaciones generales sobre estética, asunto que abordó asimismo en Retórica y Política.
El filósofo sintetizó, transformó y desarrolló las ideas estéticas de su maestro Platón y fue el primer pensador en enunciar sus investigaciones en este sentido sistemáticamente. Asumió la idea de arte de la que se servían los griegos de modo intuitivo, pero estableció una definición, convirtiéndola en verdadero concepto.
Para Aristóteles, el arte es una actividad humana, lo que lo distingue de la naturaleza, y reside en el proceso de producción y no en lo producido: los productos del arte pueden ser o no ser; los de la naturaleza surgen de la necesidad.
Cada arte es una producción, pero no cada producción es un arte: solo lo es la consciente y basada en el conocimiento. La derivada del instinto, la experiencia o la práctica no es arte; según esta definición, para Aristóteles eran artes no solo las que hoy conocemos como Bellas Artes, también la artesanía, la zapatería o la construcción de barcos, y el conocimiento que las posibilita, base de la producción.
Este concepto no era estático sino dinámico, pues daba más importancia al proceso de producción que al producto acabado. Hace hincapié en su factor intelectual, en los conocimientos indispensables para crear una obra, porque no hay arte sin reglas generales. La noción aristotélica se mantuvo durante casi 2000 años: solo paulatinamente se comenzó a entender el arte únicamente como arte bello y, en segundo término, más bien como producto y no como proceso de actividad.
El ejercicio es esencial: el arte puede y debe ser aprendido, pero también son indispensables las capacidades innatas
Las condiciones aristotélicas para que el arte se haga posible son conocimiento, capacidades innatas y eficiencia. El conocimiento necesario en un arte no es puramente teórico, ha de ser un conocimiento general adquirido mediante la experiencia; la habilidad requerida se obtiene con la práctica. El ejercicio es por ello esencial: el arte puede y debe ser aprendido, pero también son indispensables las capacidades innatas.
Aristóteles no llegó a formular el concepto de Bellas Artes como tal y rechazó la división sofista entre las artes útiles y las placenteras ya que, para él, la poesía, la escultura o la música, no siendo artes útiles, tampoco están al servicio exclusivo del placer. Siguiendo la estela de Platón, distinguió entre las artes que realizan lo que la naturaleza es incapaz de terminar y las que imitan lo que aquella hace; entre estas últimas incluiría la pintura, la escultura, la poesía y parte de la música. Su característica esencial, su medio y su fin es la imitación, que Aristóteles entendía como una actividad natural e innata del hombre, que le proporciona satisfacción. Esto explica también por qué el arte es fuente de placer cuando imita objetos que en la naturaleza no gustan.
La mímesis no la concibió como el mero hecho de copiar fielmente: el artista, al imitar la realidad, la puede presentar como es, embellecida o afeada. Es posible para el arte mejorar o empeorar los objetos reales, lo que no significa copiar. Sí era una exigencia para Aristóteles que el arte representase las cosas que tienen un significado general y que son típicas, aunque entendía que el artista tenía derecho a introducir en su obra cosas imposibles si lo requería el objetivo que se había propuesto.
Más importante que lo representado, sus formas y colores, era su composición y armonía. No importan los objetos particulares que el artista imita, sino el nuevo conjunto que con ellos crea, y ese conjunto no se evalúa comparándolo con la realidad, sino tomando en cuenta su estructura interna y su resultado.
El arte es capaz y digno de ocupar el ocio y ofrecer felicidad
En cuanto al fin del arte, para Aristóteles no existe intención del artista, en cuanto que la imitación es una tendencia natural del hombre, un objetivo en sí mismo que no sirve para ningún otro fin. Pero, en cuanto a los efectos que produce su obra, contribuye a la realización del fin supremo del individuo: la felicidad, lográndose eso mediante la schole, es decir, el ocio o tiempo libre. El arte es capaz y digno de ocupar el ocio y ofrecer dicha.
Arte y naturaleza proporcionan formas distintas de placer. En la primera, los objetos mismos actúan sobre nosotros y el placer que obtenemos de ellos se debe a que reconocemos su semejanza con las cosas reales y contemplamos la maestría del artista. La función del arte no se limita al placer, pero este es un elemento importante, no solo en su sentido sensorial, también en el intelectual más profundo. Los placeres intelectuales prevalecen en poesía y música y los sensoriales en las artes plásticas.
Para Aristóteles, los posibles reproches a hacer a una obra de arte son: que sea imposible por su contenido, que no concuerde con la razón, que sea inmoral, contradictoria o que viole las reglas del arte. En su opinión, todas las artes debían respetar las reglas lógicas y morales, pero presupone que cada una está sujeta a sus propias leyes; el criterio lógico lo considera relativo, y solo el estético es criterio absoluto.
Los requisitos del arte debían cumplirse siempre; las exigencias lógicas, solo cuando las artísticas no implican otra cosa. Y en lo relativo a la belleza, en opinión de Aristóteles es bello lo que es valioso por sí mismo y a la vez nos agrada, lo que es apreciado por sí mismo (no por su utilidad) y nos proporciona placer o admiración. Esta definición, por tanto, comprende la belleza estética pero no se limita a ella.
Es bello lo que es valioso por sí mismo y a la vez nos agrada, lo que es apreciado por sí mismo (no por su utilidad) y nos proporciona placer o admiración
De este modo, todo lo bello es bueno pero no todo lo bueno es bello, sino solo lo que a su vez es agradable.
Las cualidades que deciden sobre la belleza son el orden y la dimensión. Orden es la disposición adecuada, la forma; Aristóteles introdujo este término en ciencia, y pasó a la estética posteriormente. Identifica orden con moderación, por herencia pitagórica. La proporción, por su parte, hace a las cosas bellas no porque sea perfecta en sí, sino porque se ajusta a la naturaleza y al objetivo de las cosas (atendiendo a Sócrates).
La dimensión, sin embargo, es en este contexto la medida apropiada para cada objeto. Los objetos grandes gustan más que los pequeños y los hombres de pequeña estatura pueden resultar agraciados, pero no hermosos. Reconoce Aristóteles que los objetos bellos no pueden ser, en todo caso, excesivamente grandes.
En cualquier caso, solo puede ser bello lo que es perceptible. Las cosas limitadas gustan porque son perceptibles por los sentidos y la razón.
En cuanto a la experiencia estética, el filósofo no se refiere a ella con un término específico. Entiende que se trata de vivir un goce del que el sujeto no puede desprenderse, por quedar fascinado o encantado; esta experiencia puede ser intensa, pero también insuficiente o excesiva, y es exclusiva del hombre. Se debe a las impresiones sensoriales, pero no depende de la agudeza de los sentidos: el disfrute se debe a la experiencia misma y no a lo que se asocia a ella.
5 respuestas a “Aristóteles, el arte y la felicidad”
Brandon Lee
Gracias por la información. ¿Sabes en cuál de sus textos Aristóteles dice que “El arte es capaz y digno de ocupar el ocio y ofrecer felicidad”? Es para una tarea. Gracias.
Durley rivas Marin
que es el arte para platón y para Aristoteles
Conchita Medina
Hola, me podrias ayudar a identificar, que es arte? y que significa arte? ya sea de grandes pensadores o artistas importantes
Fedilberto jose
Hola, últimamente me cuestiono mucho acerca del amor , la sociedad y la felicidad, quisiera saber o conocer obras acerca de estos temas escritos por Aristóteles , Sócrates o Platón, me encantaría ssber estos grandes pensadores que opinaban de los.temas anteriormente mencionados y espweo por favor me puedas ayudar, gracias de antemano
Williams Torruco
Me gusto mucho esta información. Lástima que el arte en la actualidad se ha deformado