Alicia Gimeno

NOMBRE: Alicia

APELLIDOS: Gimeno

LUGAR DE NACIMIENTO: Barcelona

FECHA DE NACIMIENTO: 1989

PROFESIÓN: Artista

A Alicia Gimeno, nuestra última fichada, la hemos conocido de la mano de la undécima edición de Art Nou, el Festival de Arte Emergente de Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat, que tuvo lugar hasta el pasado septiembre. Presentó en LAB36, el espacio que la Galería Senda dedica a manifestaciones de diferentes disciplinas, la exhibición “Estructura radicular”: un conjunto de representaciones pictóricas de raíces, a modo de fragmentos del sistema radicular de un único árbol, que hacían referencia al sentido comunitario y no individual de los orígenes de todos y seguramente de nuestro destino.

Junto al propio LAB 36 ha participado en la última edición de SWAB, que se celebró este mes de octubre (donde recibió el Premio de adquisición de la Fundación Carmen y Luís Bassat) y, a principios de este año, se sumó a la lV Colectiva Arte Emergente de la Mombo Art Gallery de Sevilla.

La dedicación de Gimeno a la práctica artística, como ella nos contará, es reciente, pero desde luego ha iniciado su andadura, literal y metafóricamente, desde la raíz: las suyas, orgánicas pero mucho más cerca del lenguaje abstracto que del figurativo, se nos presentan parciales y ampliadas, convertidas en gesto y sinuosas y, aunque contemplemos sus telas como piezas autónomas, estas siempre estarán conectadas con el resto, formando parte de una serie única (y simbólicamente, de un mismo árbol, una misma sociedad). Esa es la razón de que, en el montaje de la muestra barcelonesa de la que comenzábamos hablando, se introdujera al público en un entorno que remitía al subsuelo, ramificado y ancestral.

Nos cuenta la artista que se formó en diseño gráfico, que en México dio sus primeros pasos y que su voluntad de crear, en un ámbito expresivo u otro, no es nueva: Mi carrera en este lado del mercado del arte es corta, hace dos años que me dedico plenamente al arte. Aunque siempre había tenido sensibilidad artística, y en modo privado había experimentado con materiales y técnicas, no estaba en mis planes inicialmente dedicarme al arte. Tras estudiar diseño gráfico en una Universidad orientada a las artes plásticas, me sentí muy atraída por la estética, la filosofía del arte… Ya en mis últimos años, inicié un proyecto artístico, una galería de arte emergente en México, país donde estudiaba. El proyecto se llamaba Zonautonoma, y lo recuerdo con mucho cariño: dejábamos intervenir el espacio en muchas direcciones.

Pero unos años después volví a mi ciudad natal, Barcelona. Allí trabajé primero para un comisario de arte (Alex Brahim), y después en Piramidón centre d’art contemporani. Estaba convencida de que mi papel era en ayudar a otros artistas para que ellos solo se tuvieran que encargar de pintar. Pero la vida da giros, y de repente todo encaja. Toda la creatividad, las ansias por dibujar, pintar e incluso escribir (publiqué una novela de humor negro hace unos años) fueron encauzadas en un proyecto pictórico. A día de hoy me sorprendo de que no surgiera antes, me parece tan evidente que es donde debía terminar… Terminar empezando, pues reconozco el camino por delante de crecimiento y aprendizajes, de experimentación y de pasión que conlleva esta profesión.

Al margen del sentido de pertenencia, opuesto al individualismo, al que nos referíamos, el asunto central de su trabajo es la expresividad de las formas y también de los materiales; en ocasiones la mínima intervención, el no tratar de paliar los efectos del tiempo, sugieren contenidos de otro modo opacados. Siguiendo esa senda, su producción se ha acercado a lo instalativo: Mi obra se basa en dejar hablar a la forma… La sensualidad, melodía y ritmo de la forma pictórica sobre un fondo en crudo, el vacío que se crea, el mensaje e interpretación de cada ángulo y gestualidad. Es el lenguaje del abstracto que se acentúa por la desnudez de los materiales. Suelo dejar el lino, o el tejido escogido, sin tratar, dejando que la calidez de la tela quede a la vista, o sus imperfecciones y huellas del paso del tiempo (pues algunas de las telas vienen de anticuarios).

El material sobre el que sucede este lenguaje abstracto es importante en mi obra, e investigo en los límites o posibilidades que el contexto le puede dar a la forma, su mensaje y su desarrollo. Por ello, el bastidor habitual, las cuatro maderas con un textil bien tensado encima, pronto me han limitado. En mis últimas obras, el textil se arruga y deforma, investigando sobre la sensación que la arruga da al espectador.

La colección “Wrinkles”, en la que actualmente trabajo, para mí es una oda a la vejez, un pensamiento sobre el respeto y admiración que siento frente a las personas que han acumulado vivencias, penas y alegrías y plasman en su rostro tal sabiduría de vida. Quizá al espectador estas obras donde predomina la arruga le evoquen otro mensaje; está bien.

También estoy preparando una pequeña serie de obras donde trato el asunto de la ciudad en la sociedad de Nepal, a raíz de un inspirador viaje que realicé este pasado mes de septiembre. El lenguaje monocromático en mi particular estilo me permite abordar temas e inquietudes reflejo de mis pensamientos y vida personal.

Mi obra se basa en dejar hablar a la forma… La sensualidad, melodía y ritmo de la forma pictórica sobre un fondo en crudo, el vacío que se crea, el mensaje e interpretación de cada ángulo y gestualidad.

El lienzo fue, lo decíamos, el primer soporte de sus obras, pero su manejo de las telas, y de esa vida que les es propia, le ha llevado más allá y nos avanza que continuará sus inmersiones en técnicas que trascienden las dos dimensiones: Inicialmente he trabajado en lienzo convencional, bastidor de madera y distintos tejidos, escogidos en anticuarios, o linos, tela de saco, tela de mosquitera… He ido investigando sobre ello.

Actualmente mis obras han dado un paso alejándose de las cuatro esquinas, y juego con las posibilidades del textil arrugándose y tensándose, tanto en pequeño formato como en grandes bastidores. Pero me interesa seguir perdiendo la cabeza sobre los medios sobre los que trabajo, tengo muchas ganas de jugar con la instalación, crear una obra efímera en la que el movimiento sea parte de su lenguaje. También me estoy adentrando en la escultura, llevo semanas trabajando en un taller en Poblenou (con Pablo Bruera), pero aún es un asunto que se está cocinando a fuego lento.

Si atendemos a sus tonos reducidos y a su generación de espacios, es posible que su obra pueda evocarnos la de algunos pintores y escultores abstractos o informalistas que nos son cercanos. Nos explica sus referencias: Jean Arp, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Manolo Millares… Hay un fuerte vínculo de mi obra con la arquitectura, el estudiar el espacio, la forma y el vacío… Es algo que me interesa, a día de hoy sobre el plano, y en un futuro cercano, también trabajando en volumen, o incluso en la forma en movimiento.

Su principal proyecto hasta ahora, nos cuenta Alicia, es aquel con el que empezábamos este artículo, que pudimos ver en LAB36, en Senda, en la que fue su primera exhibición individual (SWAB ha sido también su primera feria, así que 2022 será un año muy significativo en su carrera). Poblaban “Estructura radicular” esos fragmentos de una enorme base arbórea que a todos engloba, raíces trabajadas sobre lienzos de algodón, textiles en crudo o con imprimaciones previas, en algún caso. Se sirvió de pintura acrílica vinílica y una gama cromática limitada, en la que nos atrae el negro mate, para trasladarnos plásticamente a ese punto de partida común.

Sus próximos proyectos serán internacionales, pero también volveremos a verla en LAB36: En el horizonte tengo unos cuantos proyectos muy emocionantes para mí. El próximo mes de noviembre primero me voy a París, me han contratado para pintar el techo de una escalera de caracol… ¡Seis plantas de escalera! En un hotel de Champs Elysees, obra llevada por los interioristas Quintana Partners. Y justo después, el 24 de noviembre, tengo una exposición en solitario en Ginebra, con Arielle Dubois, quien me representa en Suiza.

Después, en enero, tengo la casilla de llegada de un proyecto que está siendo muy bonito. Bahadur social project es una maravillosa ONG amiga que trabaja en varios colegios de una zona rural de Nepal. Este último mes de septiembre estuvimos conociendo su trabajo, también investigando nuevos materiales autóctonos de Nepal, y con ello, Pau Escat, mi marido y también pintor (gran pintor, por cierto) y yo estamos preparando una exposición conjunta en LAB36, en Barcelona.

Estos son eventos cerrados para lo que queda de año, pero además estoy buscando dónde y cómo organizar una instalación de cara a 2023.

Escat (es casualidad) también se sumó hace unos meses a esta sección. Podemos seguir los pasos de Alicia, aquí: https://www.aliciagr.com/